Luego de cuatro años de silencio desde su último trabajo discográfico GORE (2016), es que los nativos de Sacramento el pasado viernes 25 de septiembre lanzaron OHMS; probablemente uno de los mejores discos de la era de Sergio Vega y también el mejor disco lanzado por la banda desde Diamond Eyes (2010).
Las luces que nos daba la banda respecto a un nuevo disco siempre fueron mínimas y herméticas. Sin embargo, entre chistes, bromas y los típicos personajes que Abe Cunningham crea en medio de algún Instagram Live, es que durante este mayo pandémico disfrutamos de cortos segundos que serían parte del nuevo material discográfico de la banda. Era mucha la expectativa, la ansiedad y emoción que el responsable del tempo de la banda de Numetal entregaba en tan pocos segundos en una espontánea sesión de algún live.
Sin embargo, durante el mes de septiembre la bomba explotó: Deftones confirma definitivamente el lanzamiento de un nuevo disco el que estaría producido por el mismísimo Terry Date, con quien trabajaron en discos como Adrenaline (1994), Around the Fur (1997), White Pony (2000), Deftones (2003) y B-Sides and Rarities (2005);y quien además ha trabajado con bandas como The Smashing Pumpinks, Soundgarden e incluso Bring Me The Horizon.
No cabe duda que para las, les, los fanáticos acérrimos de la banda, un detalle como el anterior no pasaría desapercibido ya que la sola presencia de Date en la cabeza productora no sólo significaba volver a la esencia de Deftones, sino que también significaba dejar atrás discos como Koi No Yokan (2012) o GORE (2016); álbumes que lejos de ser sus mejores trabajos, apuntaban a ser las producciones que sepultarían definitivamente a la banda de Sacramento, tanto por la ambigüedad lírica en el caso del Koi No Yokan, y la falta de organización y técnica sonora en GORE.
Bajo este manto contextual es que la llegada de un disco como Ohms remueve el piso de las, les, los más fieles seguidores, pero también se transforma en un punto de inflexión para el recambio de fanáticos que llegaron con los últimos dos trabajos de la banda. De este modo es que el lanzamiento del single Ohms confirma que los nativos de Sacramento están más vivos que nunca, y que su sonido actual está muchísimo más maduro y sonoramente coherente a la esencia y registro vocal de Camilo Moreno.
En cuanto al título del nuevo álbum, este es un tópico que ha estado llenísimo de rumores, ya que con la poca información inicial que había sobre este lanzamiento, mucho se especuló que el álbum tendría que ver con el sonido de la meditación, una especie de mantra… ¡EXTRAÑÍSIMO DE DEFTONES!; pero la verdad es que el título del disco se relaciona con la famosísima “Ley de OHM”, una teoría física que se basa en el supuesto de que los circuitos eléctricos que se conectan con la intensidad de vibración de una corriente eléctrica, son directamente proporcionales a su potencial e inversamente proporcional a la resistencia. ¿Qué chuch… tienen en la cabeza estos hombres?
Bueno, la verdad es que desde este supuesto físico la banda reconoce que se generó una metáfora que hace referencia a la orgánica interna de los integrantes de Deftones, ya que el sentido figurativo de la intensidad de la vibración hace referencia a la esencia de la agrupación, lo que por consecuencia es representativo al potencial musical que han presentado evolutivamente estos 25 años de carrera. Una especie de simbiosis organizacional entre “los” Deftones y también una forma casi poética de utilización de recursos científicos como parte de una semántica que les permite homenajearse como compañeros y amigos de larga data. Es por esta argumentativa es que se pluraliza el supuesto de Ohm por Ohms.
Lo nuevo de Deftones consta de 10 canciones, las cuales no sólo están pensadas en la sonoridad, sino que el alma y la característica de este disco se transforma en una una variable holística de la puesta en escena global de la banda, ya que cada canción está en concomitancia con una propuesta visual de tracklist, una extensión gráfica casi mística que direcciona el carácter narrativo y sonoro de Ohms.
Album Artwork
El trabajo estético y gráfico del noveno lanzamiento de la banda californiana estuvo a manos de Frank Maddoks, compañero y máximo apoyo del quinteto en términos visuales y gráficos desde los 2000. Bajo esta premisa, es que mucho se especuló respecto a que si la portada era un homenaje a la vida y obra del Chi Cheng; todo este rumor se generó en base a la fuerte similitud a la mítica fotografía promocional del disco Around the Fur (1997), en la cual los ojos de nuestro querido vegano sobresalían de una manera impresionante e inolvidable.
“Personas comenzaron a poner esa imagen sobre estos ojos de Chi y realmente coincide, pero es una locura… ”
– Abe Cunningham
Sin embargo, los rumores fueron aclarados por el ocurrente baterista de la banda afirmando que desde la lluvia de ideas que tuvieron con Maddoks respecto a lo que sería el nuevo material de la banda, emergieron estos fuertes ojos de hombre, el que en primera instancia se transformaba en un guiño inspiracional del video When Doves Cry de Prince. Sin embargo, reconoce también que nunca tomaron conciencia como banda de tan fuerte similitud, hasta que seguidores de la agrupación se tomaron diversas redes sociales con interpretaciones de este estilo.
Sobre este mismo tema es que la estética del álbum, desde la visión de Maddoks, tiene también una apuesta metafórica y reflexiva relativa al paso, suspensión y peso del tiempo, en palabras del diseñador “el arte de Ohms es una representación icónica de un momento suspendido en el tiempo. Tal como la música y las letras de Deftones, el significado definitivo depende de la interpretación del observador (…) Las emociones transmitidas no tienen fin y evolucionan infinitamente”.
Por otra parte, el artwork de este nuevo LP tiene una resignificación profundamente política y solidaria, ya que bajo el lema de campaña “adopt-a-dot”, puedes adquirir uno de los 12.995 puntos que posee la portada del disco, por una suma no mayor a 20 USD. Los fondos recaudados a través de esta iniciativa serán destinados a organismos como como UC Davis Children’s Hospital y Live Nation’s Crew Nation. Una jugada política genuina, una propuesta novedosa en lo que respecta a los trabajos anteriormente presentados, ya que el protagonismo de la portada no solo está en lo estético, sino que también en lo humano.
Track by track
El noveno disco de los nativos de Sacramento es uno de los LP’s más cortos de su carrera, puesto que las 10 canciones que definen lo nuevo de la banda tiene una duración completa de 46:17, únicamente superado por Diamond Eyes el que consta de 11 canciones y una duración de 41:23.
La carta de presentación de este disco está a manos de Genesis, el que irónicamente fue lanzado como último adelanto previo al lanzamiento oficial del LP. Un track, que desde la ambientación creada por Frank Delgado, la que con una sutil vibración abre paso a algunos acordes perfectamente identificables de la guitarra de nueve cuerdas de Steph, esas guitarras con un fuerte carácter que hace recordar a las, les, los más tradicionales seguidores los temas más populares de la banda.
Moreno acompaña la sonoridad explosiva con un loop vocal muy similar a My Own Summer, con ese tan clásico “Shove It, Shove It, Shove It” que las, los y les miles que corean este track en vivo, se transforman en una sola voz. Ahora bien, avanzando a la antesala del coro nos encontramos con una timbre vocal específico que es rápidamente identificable, y nos referimos a ese tono muy propio de Change (In the house of flies). Es esta la mixtura que abre paso a lo nuevo y más esperado de Deftones, una potente carta de presentación que hace recordar a las, les, los fanáticos más longevos de la banda, que el alma y la esencia sonora de los nativos de Sacramento está intacta.
Desde un abrupto final con guitarras distorsionadas y con un halo casi imperceptible es que avanzamos a Ceremony, el track más corto de todo el LP. Una voz trabajada acompañada de una guitarra sencilla y limpia es que transforman a estos elementos en el incipiente centro de atención del tema. La potencia de la banda se hace evidente, casi como una declaración de principios de que el “Numetal aún no muere y se niega a morir”, es por esto que en el puente previo a las últimas estrofas se aprecia una cohesión de unos magníficos riffs que nos transportan al Diamond Eyes, pero con la potente influencia de las nuevas propuestas rítmicas que trae la escena musical actual.
Tercera parada: Urantia. Este tema nos hace viajar en las profundidades de la memoria emotiva y nos hace recordar aquella esencia del primer trabajo discográfico de la banda en el cual la única regla era expresar rabia, ¿a qué?… Bueno, Deftones siempre ha sido la clase de banda de interpretación subjetiva.
La carta de propuesta visual electa por la banda para este track fue “La Estrella”, probablemente si pensamos detenidamente en la gráfica, reconocemos en esa estrella una fuerza de iluminación. Por tanto, si aproximamos una interpretación desde esa carta a la sonoridad del tercer track, parece casi reflexión colectiva y/o declaración de principios de que esa luz reflejada como la potencia de iluminación, es la esencia poderosa de Deftones; ese halo reconocible en los temas más potentes de la banda como 7 Words y Engine No 9.
Desde una óptica holística de la composición global del álbum y siguiendo también con esta interpretación de “La Estrella”, es que aparece una voz femenina casi al mismo estilo de Pink Cellphone -del último disco en que la línea de bajo estaba a manos de Chi Cheng-; una voz femenina que irrumpe con delicadeza en medio de un contexto atmosférico absolutamente masculino, es esa voz femenina la que fuera de pretensiones de rimbombancia, politiza el track y probablemente el disco.
Desde un inicio autónomo, es que Error avanza con los samplers que Frank nos tiene muy acostumbradas, acostumbrades y acostumbrados, y nos referimos a esa base de synthwave muy al ritmo de Do You Believe del Diamond Eyes. No obstante, casi como una jugada repetitiva de la banda, es que la atmósfera se quiebra por una rítmica al estilo Quicksand -O Fugazi, una influencia clave en el carácter del bajo de Sergio Vega-. Sobre esta misma línea, es que resulta inevitable no tomar conciencia de que el protagonismo de este track está en manos de Cunningham, tanto por su desestreza inigualable y técnica que sólo los años de estudio y práctica han logrado posicionarlo como uno de los 100 mejores bateristas de la música alternativa según SPIN.
Otro punto a destacar de este track, es que la composición sonora y narrativa sale levemente de la zona de confort de lo que nos tiene habituadas, habituades y habituados Deftones. No obstante, llegando al cierre de esta cuarta parada del Ohms, es que aparecen las guitarras y la línea de bajo muy clásica de los mejores tiempos de la banda, incluso hasta recordándonos los mejores momentos del clásico metal alternativo de los 2000.
Desde la base de una nueva atmósfera introductoria, es que hasta este punto resulta imperativo reconocer que el protagonismo de este disco está en manos de Frank Delgado por tan destacada participación, quién lejos de permitir que cada canción termine abruptamente, hace que la sonoridad de este Long Play sea una historia contada desde la base instrumental, cohesionando de forma asertiva cada instrumento, cada nota, cada track.
Llegamos al tema más largo de este noveno disco: The Spell of Mathematics. Track que no pasa desapercibido debido a la impresionante similitud con You’ve Seen the Butcher, demostrando así que este tema es la viva esencia de Diamond Eyes. Una transición pero también la vuelta a la raíz.
Sin duda, la mixtura de sonidos y tempos hacen de este sexto track, uno de los más complejos a nivel de ejecución, debido a que está pensado en generar interacción con sus seguidores en los shows en vivo; esto es perfectamente identificable en la segunda rítmica utilizada por los nativos de Sacramento, puesto que se hace evidente el protagonismo de la perfecta línea de bajo realizada por “El Shaka” pero que esta vez estará acompañado por las palmas del público haciéndolos parte de la base instrumental del track. Este elemento ha sido escasamente utilizado por la banda, sólo ha sido utilizado abiertamente en Poltergeist de Koi No Yokan.
“In the street violent behavior,
In chaos where it’s warm”
Llegamos a Pompeji, track que claramente es la cara más nostálgica de este nuevo disco, el que tiene la responsabilidad de conectar no sólo emociones, sino que sensaciones y subjetividades. La extraordinaria atmósfera creada por Frank nos adelanta que este tema marca un punto de inflexión en la subjetividad propia de las narrativas que históricamente ha trabajado la banda, ya que esas gaviotas que resuenan en la atmósfera “Ohms” simbolizan también un aspecto relevante en nuestras profundas e indolentes vidas.
Los primeros acordes nos transportan a Rivière, pero sumergidas, sumergides y sumergidos en una narrativa casi tan literal que pareciese que Chino nos invita personalmente a reconocer, emplazar y cuestionar los comportamientos violentos que hemos naturalizado como parte de interacción colectiva y cotidiana, ya que la agresión como efecto directo de la comunicación, implica reconocer también que existe un sistema relaciones de poder que condiciona nuestras relaciones afectivas y contemplativas (en el caso del contexto natural).
¿Es acaso esa calidez del caos, planteado por Moreno, una forma de hacer frente a las expresiones de poder y discriminación?
Sin duda, la metáfora religiosa de un Jesucristo no tiene mayor influencia que la significancia simbólica de este como un sujeto omnipresente representativo de filantropía y compasión. No obstante, bajo la óptica de un análisis discursivo es que este simbolismo retórico tensiona las bases de la interacción colectiva que reconoce en la agresión una regla transversal en las, les y los sujetos representan existencias fallidas, corazones vacíos y vidas en vano.
Desde la narrativa anterior, y en concomitancia con el puente de Pompeji, es que nos encontramos de frente con This link is Dead, un track que de la mano con la introducción de los samplers de Delgado, nos damos cuenta que la narrativa propuesta por Camilo está profundamente vinculado a lo anterior: Salud Mental.
Cause I’m filled up with true hatred,
And I relate to no one,
It’s a useless game.
Parte de la construcción del álbum está fuertemente ligada a visibilizar las problemáticas que emergen de la sanidad mental, haciendo especial ahínco en el excesivo uso de drogas. Esta base argumental emerge desde el alma creativa de Deftones, quien reconoce que en muchas ocasiones sintió y percibió la locura de almas quebradas como estrictos contextos de inspiración y creación de arte. Sin embargo, los años pasan, la vida cambia, la vida NOS cambia día a día, y así parece entenderlo Camilo Moreno. Es por esta potente razón que el frontman de la banda decide utilizar sus herramientas como músico y figura pública, para hacer extensivo el mensaje de la importancia del cuidado de la salud mental y también sobre lo nocivo de la romantización de la drogas como único mecanismo gestor de creatividad.
Con un introducción en dónde el protagónico está en el bajo de Sergio Vega, es que Radiant City aparece con una potentísima apuesta en la mixtura de arreglos en los registros vocales de Chino Moreno, y la limpieza de estos son asi como una ambivalencia auditiva de lo vocal, una apuesta política democrática donde los registros vocales musicalizados también tienen espacio. En cuanto a la armónica, esta nuevamente hace juicio a esa vuelta a la raíz de la esencia de todos los trabajos de la banda, recordándonos tracks como Lifter, 7 Words, Bored, Gauze y Doomed User.
Seguimos con Headless, el penúltimo track del reciente lanzamiento. Quizás este sí sea la gran sorpresa del álbum ya que articula de manera perfecta diversos conceptos armónicos, es decir, invita a cohabitar en una atmósfera calma, liviana, con la suaves acordes se mimetizan de forma abrupta con la voz de Moreno, quién marca el inicio distópico de este tema. Una aproximación directa al corazón, alma y armonía de la banda, pero esta vez a un nivel mucho más profundo que otros temas contenidos en el LP, ya que aquí se articulan los macroconceptos sonoros de Diamond Eyes, Saturday Night Wrist, White Pony y Adrenaline.
La esencia basal está en manos del un loop similar al de Bored; no obstante el coro está cobijado bajo en un manto de serenidad que justifica esos 25 años de trayectoria les permite a estos chicos hacer lo se les de la gana, ya que la formula, el estilo, el carácter y la narrativa trabajada estos largos años las saben conjugar en diversas expresiones, desde el disco más clásico de la era de Chi Cheng hasta la propuesta más experimental de la era Sergio Vega.
El décimo y último track corresponde a Ohms, el primer track y videoclip lanzado de este disco. Es clave señalar que, pese a las diversas transformaciones de las que ha sido protagonista la industria musical, Deftones ha logrado adaptarse a los cambios suscitados utilizando las nuevas formas y estructuras de difusión musical, como una eficiente estrategia de conexión con los fans, en dónde los sencillos y videoclips se presentan antes del lanzamiento.
Sobre esta misma arista, es que la decisión de lanzar este track como el primero y él que da el puntapié inicial a la temporada “Ohms”, se sustenta principalmente en que este tema aborda una visión retrospectiva del trabajo de la banda desde 1988 (mucho antes del primer EP).
Comprender este track desde la complejidad de ser un single era el verdadero desafío para las, les y los seguidores de la banda, puesto que sin entender previamente la orgánica y la narrativa sonora propuesta en este nuevo disco, es que Ohms se transformó en el tema que por sí solo dejaba más dudas que respuestas.
En esta misma línea, es que de forma transversal surgieron muchas interrogantes respecto al nuevo sonido de la banda, ya que una parte de la fanaticada más tradicional de la agrupación californiana, consideran que el último trabajo de Deftones no fue ejecutado ni producido de la mejor forma, siendo GORE el álbum más funesto de su carrera, situación que por supuesto también fue percibido por la banda en el último tour, ya que en cada presentación -incluso en la tripleta realizada en Chile- los tracks que mayoritariamente tocaron en vivo correspondían a LP’s como Diamond Eyes, White Pony, Around the Fur e incluso el silencioso Saturday Night Wrist.
Es por esto que, al escuchar y disfrutar este disco de principio a fin posiciona al décimo track como un perfecto final a nivel instrumental; ya que cierra la nueva era de Deftones con la esencia alternativa tan característica de los nativos de Sacramento, ese sonido instintivo de la banda que los hace únicos en la escena.
No hay dudas que este disco probablemente sea uno de los lanzamientos que le dieron vida a este extrañísimo y surreal 2020, ya que Ohms es un álbum que tiene una base sumamente coherente a lo presentado en este cuarto de siglo. A su vez, un detalle no menor que particulariza esta producción, es la complejidad creativa a nivel estético, ya que es la primera vez que articulan elementos gráficos como parte relevante de la acción creativa.
Por otra parte es importante destacar el esfuerzo creativo de ingeniar armonías pensadas en el registro lírico de Chino Moreno. Esto se hace profundamente evidente ya que a lo largo del disco se reconoce un ímpetu de “hacer un disco para disfrutarlo en vivo”. De este modo es que las escalas utilizadas por Chino están en una especie de tenor ligero con apoyo de samplers comandados por Frank Delgado en las notas altas -como se evidencia en Urantia-, sin sobreagudizar ni exacerbar tonos altos imposibles de lograr en una presentación en vivo, como es el caso de Digital Bath, Entombed y What Happend to You? (de las cuales las últimas dos son escasamente tocadas por la misma razón).
No hay duda que la presencia del mítico Productor Terry Date es la máxima influencia en la estructura de este nuevo disco, ya que el haber trabajado previamente en los discos más importantes de la carrera de la banda, le otorga una visión completa de la estructura instrumental y musical que conforma el estilo de Deftones. Esta precisión y claridad proyectiva de sonoridad del productor emerge principalmente de la confianza creativa y orgánica del trabajo que Date tiene con la agrupación. En este sentido que el habitual trabajo musical de “ensayo y error” que propone Terry, permite a los californianos trabajar en plenitud sin la constante de sacar nuevo material en corto tiempo, muy por el contrario Date encausa la acción creativa como un proceso evolutivo, colectivo y horizontal.
En síntesis, el disco Ohms probablemente sea uno de los mejores discos lanzados por la banda en los últimos 10 años, ya que articula de manera asertiva una vuelta a la raíz hacia la esencia de Deftones sin caer en la necesidad imperativa de crear estructuras rítmicas de famosísimos sencillos que funcionaron como “la fórmula perfecta”. Este notable lanzamiento es una forma poética y sonoramente retórica de comprender que el metal alternativo no va a morir, sino que estas nuevas apuestas del género emergen como producto de la experiencia y el conocimiento que sólo te dan los años de trabajo.