Ya casi parece un mal chiste. Y es que todo lo que ha rodeado el quinto álbum de Tool roza la más oscura de las penumbras. Incluso, en todo el proceso los integrantes del conjunto se han encargado de ‘castigar’ a sus muchas veces infantiles seguidores ante las insistentes preguntas sobre cuándo tendremos su primer registro en más de una década. A modo de ejemplo Maynard James Keenan los tildó de “insufribles”, y Adam Jones afirmó en vivo en 2014 que el disco llegaría “mañana” para luego reírse sobre la poca perspicacia de prensa y comunidad.
Un trabajo que los hombres expertos en cifrar bajo un lenguaje astral sus letras y melodías, efectivamente están llevando a cabo, pero siempre con un hermetismo imperante. No se trata de cualquier banda que juega con trucos publicitarios de cara a un lanzamiento: Tool en sí es una institución de la música anticomercial, y claro está que abrir las puertas de su estudio a prensa y seguidores sería visto como una traición a dicho ideal. Incluso no es sorpresa que antes que cualquiera de sus integrantes se dirija a los medios el código “no está permitido hablar de Tool” sea repetido en una infinidad de ocasiones, tal cual el infinito loop de Useful Idiot.
“Recelo” puede ser una palabra adecuada para definir esta situación: los únicos datos que se han filtrado del álbum provienen del círculo cercano de la banda. Ya sea que su duración superará las dos horas, o que su título es Decem, son informaciones que según reportan múltiples medios provienen de personas que trabajan activamente con la banda. Información de fuente indirecta de momento no comprobada que logra darle la razón a la poca confianza de la ‘herramienta’ con respecto a ‘agentes externos’.
Es por ello que la siguiente información parece ser la más fidedigna si hablamos en base a datos verídicos. El webmaster de la página oficial de Tool, Blair McKenzie Blake, ha explicado en el último newsletter cómo avanza la creación del nuevo disco de los angelinos. ¿Datos relevantes? Trabajan cuatro días de la semana en el estudio, “Sin embargo, al día siguiente mientras comíamos en “Bootleggers” -un restaurante italiano de estilo Sinatra del centro de Las Vegas- le pregunté casualmente por el estado del nuevo álbum (concretamente, ¿como iban las sesiones de composición/arreglos?) a lo que me contestó, “¡Bien!” mientras disfrutaba de su lasaña “especialidad de la casa” con el sonido de un excelente pianista (y tremendo arpista, Mariano Gonzalez), añadió que estaban muy cerca de terminar otro tema y que tan pronto estuviera acabado, se lo mandarían a Maynard”, explica McKenzie en su relato inicial.
“Cuando le pregunté si era la canción con compases realmente únicos, me dijo que ya habían terminado la música de esa. Vale, no hay duda que no son noticias de ‘paren las rotativas’ pero, qué puedo decir, más allá de que siguen trabajando en nuevo material cuatro días a la semana y volverían a ponerse más tarde de esa semana”, agrega.
El profesional concluye su testimonio haciendo alusión a un suceso en específico que Tool había planeado de cara a su quinto álbum, uno que califica como ‘excepcional’ en caso de concretarse: “Danny mencionó la posibilidad de que pasara algo una vez se publicara el disco pero esto no era algo seguro a estas alturas. Toda vez que esto involucra algo que quizá pase o no, no voy a profundizar en ello – solo decir que: si pasa, ¡eso si sería una noticia que pararía las rotativas!”.
El último álbum de Tool data de 2006 con 10,000 Days.