“Alice, ¿no te parece que el problema de la novela contemporánea es el mismo, simplemente, que el de la vida contemporánea? Estoy de acuerdo que resulta vulgar, decadente e incluso epistemológicamente violento invertir energía en las trivialidades del sexo y la amistad cuando la civilización humana se aboca al colapso. Pero, al mismo tiempo, eso es lo que hago todos los días.”
(Página 109)
Sally Rooney es quizás una de las autoras contemporáneas más impresionantes y populares hoy en día. Aquello no es una casualidad y “Dónde Estás, Mundo Bello” es justamente la novela que prueba esta última afirmación. Con personajes maduros y que se encuentran en el difícil limbo entre los tardíos 20 y los tempranos 30, Sally Rooney nos entrega un prosa prolífera que brilla en su más efervescente sentido narrativo. Irlanda contemporánea nos empapa de texturas y colores en forma escrita y nos encontramos aferrados, sumergidos y atrapados en la más sutil pluma de la autora una vez más.
Nuevamente nos encontramos con una novela controversial en su narración, su uso del estilo indirecto -como lo hizo Jane Austen, Virginia Woolf y Falubert- es algo que podríamos llamar su sello, así como la ausencia de guiones que demarquen las conversaciones, estas más bien fluyen con la ligereza de la vida cotidiana, mezclándose con los pensamientos, observaciones y detalles del contexto en que los personajes se ven insertos. “Normal People” y “Coversations With Friends” se ajustan a esto mismo, pero el foco de la historia difiere. El estilo característico de Rooney brilla entre fascinantes conversaciones sobre la ansiedad climática, la conciencia de clase y el lenguaje. Sin embargo, en última instancia, son las relaciones personales, la comunicación, el amor y el sexo lo que los personajes deben navegar, mientras intentan desesperadamente identificar la belleza en sus encuentros cotidianos.
Son Alice, Eileen, Simon y Felix los cuatro personajes que arman el elenco de personajes en “Dónde Estás, Mundo Bello”, quienes son entre amigos, parejas casuales, conocidos de infancia y entre quienes se arman las principales tensiones del plot. Acá, Sally Rooney se siente fresca e integra nuevas formas de narrar como las conversaciones extensas por mensajes de texto, e-mails que conforman capítulos completos y complejos en donde las dos personajes femeninas descargan sus más intensas preguntas. Rooney se aproxima con frescura a sus personajes sin dejar atrás los temas que le interesan u obsesionan de cierta manera, respecto de sus dos novelas anteriores: las relaciones amorosas intricadas y cómo la amistad fluye en aquel espacio de deseo y fervor.
La autora irlandesa tiene la habilidad de crear personajes reales, con problemas, obsesiones, difíciles y llenos de capas. Si bien, entre sus publicaciones, quienes viven en sus novelas vienen de contextos similares, es porque denota la propia experiencia personal de Rooney en la Irlanda contemporánea, hablando a través de a ficción sobre la rutina y de lo doméstico de manera genuina que denota sus vivencias.
Esta vez sus personajes son mayores, rondando los 30, y que han dejado su período universitario detrás. Les aquejan temas que no les aquejan a Connell o a Marianne, o a Frances y Bobby de la misma manera. “Dónde Estás, Mundo Bello” analiza las prácticas católica y cristiana bajo un lente contemporáneo, ya que justamente la religión es un gran tema en esta historia sin ser un libro propiamente religioso. Es más bien pensando en cómo la fe es una forma de lidiar con lo que nos rodea, la tradición y las relaciones interpersonales. Son los personajes jóvenes los ligados a una cosmovisión cristiana de la vida, y Rooney plantea esa idea desde la empatía y cómo se liga a las costumbre irlandesas.
Uno de los ejes más interesantes de esta novela es el paralelo entre el personaje de Alice y la propia vida de Sally Rooney. Alice es una joven novelista de éxito, lo que le permite a Rooney discutir su propio espacio en el panorama de la escritura de novelas contemporáneas. Sus comentarios sobre la vida y fama literaria son muy esclarecedoras y nos da destellos de la infelicidad aparente de aquella vida. Aunque no podríamos decir que ambas -Rooney y Alice- comparten sus visiones de aquel mundo.
Las reflexiones sobre la literatura son muy pregnantes aquí, sobre la experiencia de escribir, ser lector y leer novelas de gente que no ha vivido aquello que escriben. ¿Los libros sobre sexo y relaciones son realmente una frivolidad sin importancia, privilegiada y estúpida? ¿O el último año de encierro y aislamiento nos ha hecho darnos cuenta de que, en realidad, la comunicación con las personas que amamos es parte integral de nuestra vida diaria y vale la pena explorarla en la literatura? Este libro es testimonio de esto último.
“Dónde Estás, Mundo Bello” es la integración más natural de Rooney de conversaciones profundas, intelectuales y elevadas en medio de la deslumbrante normalidad de sus protagonistas imperfectos y defectuosos, y la exquisita precisión de los detalles en este libro es verdaderamente magistral. Es creíble, perceptivo y un tesoro de literatura contemporánea, aunque eso lo sabíamos sólo con saber que Rooney era su autora, “la reinventora de la novela de amor decimonónica en la era de la hiperconectividad“. Y es que esta novela habla por sí sola, una real y seductora forma de conectarnos a la literatura aparentemente simple y sagaz. Entre pasajes cinematográficos y una cadencia única, Rooney mantiene su estilo indirecto para poseer nuestro corazón en sus manos, una y otra vez.