Seguimos preparando los motores para el popular festival musical #Lollapalooza2016, que está cada día más cerca.Y es imposible no mencionar a una de las bandas más populares del evento que nos visitará, por primera vez, en nuestro país. Es Florence Welch, la pelirroja líder de la máquina de sonidos souls, rock alternativo, folk e indie. Florence+ the Machine serán los encargados de cerrar, el domingo 20 de marzo, este tremendo festival.
Y más allá de analizar la carrera musical de estos londinenses, hoy analizaremos a Florence como individuo y cómo sus líricas tan temáticas se topan en tres diferentes canciones de tres distintos años. Escogí temas bastantes populares y quizás el primero de ellos fue con el que más se dio a conocer la voz de esta mujer.
“You’vegotthelove” (2009) es una canción clave para el primer disco de la banda, “Lungs”. A pesar de que su álbum debut trata, principalmente, de la violencia y la muerte, “You’vegotthelove” hace referencia a otro tipo de cosas. En ella se refleja un estado de desesperación, perdición, desesperanza y pesimismo. Pero a quien sea que vaya dirigido el tema (solemos pensar que es siempre una pareja) Florence lo pone en un altar, señalando que gracias a esa persona que “tiene el amor” ella puede volverse a levantar frente a cualquier adversidad. Confianza e idolatría son, quizás, los pilares de este tema dirigidos a ese órgano vital que Florence encarna en una persona.
Para el 2012 ya podíamos escuchar “Spectrum”, de su segundo disco “Ceremonials”. Con este tema producido por Calvin Harris (quien también colaboró para “Sweet Nothing”) la banda logró su primer #1 en el Reino Unido. Con “Spectrum” nuevamente hablamos por dos y de una manera aún más penosa que la primera. “Spectrum” es la muerte misma, y su lírica refleja lo que va a pasar cuando ella, muerta, vaya a buscarlo a él (o, de nuevo, a quien sea que tanto ama o le preocupa). Nada más tiene que “decir su nombre” (como el coro lo dice, “saymyname”) para ir a buscarlo y llevarlo con ella. Dependencia y suplicio son, quizás, los pilares de esta segunda canción, donde la voz de Florence es un verdadero coro eclesiástico.
Una de sus últimas canciones, lanzada el año pasado, es “How Big, How Blue, How Beautiful“, mismo nombre que lleva el álbum (2015). En este tema, en el que, reitero, le habla a alguien a quien notoriamente ama, reflexiona sobre lo fácil que es quedarse dormidos en los laureles. “How Big” es haber alcanzado la fama tras siete años de hits, conciertos y éxitos. Qué grande es pertenecer a ese mundillo. “How blue” es el mar, el cielo, lo sencillo, lo común y corriente. Lo maravilloso de tener una vida simple, donde está permitido enamorarse y desenamorarse. “How Beautiful” es la música, el poder y la capacidad de expresarse y liberarse a través de emotivas líricas. Ese es el desglose de este tema, donde Florence se lo intenta explicar a quien, probablemente, camina o ha caminado a lo largo de esta carrera musical junto a ella. Quizás esta canción es un mea culpa de la inglesa, donde se da cuenta que tanta fama la ha cegado y ha olvidado cosas sencillas pero relevantes que ya no las parecían tanto.
Florence habla desde la emoción, el corazón y, sin duda, es una romántica. En su último disco demostró un colapso emocional, luego del año sabático que tuvo junto a la banda y que, finalmente, la hizo más infeliz. Florence ha caído en lo popular y en lo nuevo, pero manteniendo una tónica. Analizamos tres canciones de tres años distintos, y en las tres trató lo mismo: el sufrimiento. Lo demuestra hasta en el escenario, donde se ve a una especie de Jesús cantando plegarias religiosas, con túnica y corona de flores en la cabeza y en dónde toda su “machine” parecieran ser sus apóstoles. Con respecto a las canciones mencionadas, en la primera es una mujer sin esperanzas, en la segunda está muerta y en la tercera se apuñala por egoísta. Tres escenarios donde la mujer no hace más que sufrir. Porque Florence mantiene una idea original en sus tres trabajos de estudio: la búsqueda de la paz y la soledad. Paz que entrega mediante su voz y soledad que se refleja en sus líricas (en “You’ve got the love, Spectrum y How Big, how blue, howbeautiful llegamos al mismo desenlace: está sola… no es coincidencia). Porque cuando Florence habla del amor, ya nos dimos cuenta que también habla de urgencia y obsesión.
Y es que la pelirroja aspira siempre a activar la emoción, lográndolo exitosamente. Florence crea desde la empatía, y eso gusta. Porque más que admirarla y escucharla, busca que la entiendan y la sientan. Ella es Florence Welch, la conductora de esta máquina de sentimientos, esa voz que pareciera sonar como si fueran mil voces juntas. Porque Florence es más que la líder de una banda, sus shows son una tremenda obra de teatro, donde no hace falta mostrar el cuerpo ni tener 20 bailarines en escena. Ella es la obra, un verdadero libro abierto de un corazón desolado.
Por Carola Hidalgo.