Archivo Marzo 2020
Personalmente hasta antes del 18O había perdido todo tipo de fe. Tiré a la basura mis convicciones políticas y con Piñera por segunda vez en el poder, no me hacía sentido insistir en la posibilidad de un cambio, por lo que la comodidad terminó aletargando mi espíritu.
Sin embargo, jamás voy a olvidar la emoción, el éxtasis con toques de milagro que me provocó ver como todo ardió, como la ciudadanía salió de ese letargo y de cómo de pronto nada volvió a ser lo mismo, de pronto pudimos sentir una revolución interna y colectiva que hasta el día de hoy exige respuestas y que generó una vuelta de tuercas profunda y real.
De esa misma sensación fue que el compositor local Fernando Milagros se aferró para plasmar una cierta impotencia provocada por consignas digitales cargadas de buenas intenciones pero poca acción, que empapelaban los muros de las redes sociales hasta antes del bien llamado Estallido Social de Chile. Sobre eso, el autor de Carnaval confiesa que “por lo general, uno como artista o músico está enchufado con cosas que no tienen que ver con lo racional, estás trabajando más desde el subconsciente y te das cuenta de que empiezan a aparecer cosas que la gente ya tenía en su propio subconsciente, pero que no había volcado hacia la realidad. Es bonito saber que todo eso no era algo que solo me pasaba a mí, que era colectivo”.
“Yo escribo y muchas veces, la mayoría de las veces, no sé bien lo que estoy escribiendo hasta que empiezan a pasar cosas como las que pasaron (el 18 de octubre) y todas las canciones empiezan a encajar de alguna manera, en contexto”, señala Milagros, quien dentro de su más reciente producción “Serpiente” (2019), presentada literalmente dos días antes del despertar de Chile, nos invitó en su quinto track a preguntarnos sobre qué hablámos, cuando hablámos de revolución.
“Hay que abrazar esa revolución”
En ese sentido, Milagros explica que “lo que puedo leer ahora tiene que ver con que no sé si es muy útil apuntar con el dedo y decirle al otro que está equivocado, a que el otro cambie, a que lo que está frente a nosotros cambie si nosotros no hacemos el ejercicio de cambiar primero (…) Lo que estoy diciendo con esa canción es que hay que cambiar, hay que evolucionar, hay que abrazar esa revolución, pero para que sea efectiva tenemos que nosotros primero cambiar. Desde adentro hacia afuera, no al revés. Las modas son pasajeras, todo es pa’ fuera, todo es visual, todo es por la superficie y mientras no haya un sustento, mientras no sea el lúpido, el corazón el que cambia, esos cambios externos van a ser puro maquillaje nomás”.
A casi cinco meses desde la revuelta, este ejercicio de introspección cobra sentido y forma en las calles y se configura de forma colectiva. Resultaba sorprendentemente agradable el hecho de ver a tus vecinos conversando sobre política en las plazas o en el negocio de la esquina. De pronto, y aunque en un contexto impregnado de fascismo, lo normal ya no era normal y los abusos resultaron de una vez por todas, intolerables. Salir del modo avión es un primer paso, pero para Fernando la catarsis se completa cuando este acto político “va desde tu centro más íntimo, desde tu familia, desde la forma en organizas tu casa, de la manera en que te relacionai con tus amigos, con tu familia sanguínea, con tu familia más del destino, como tratai a la gente que trabaja contigo, cómo tratai a tus vecinos. Pa mi hacer política a ese nivel es lo más importante, sí todas las personas se dieran cuenta que ese núcleo es basal, pucha seria distinto”.
Metáforas pa`que atines
Fernando Milagros no es solo un cúmulo de análisis y reflexiones existenciales, también ha construído una sólida carrera en la que a logrado desarrollar un sonido que junto con él, ha evolucionado y explorado distintas facetas dentro de su propio sello.
Con colores desérticos y una carrasposa voz de cowboy astral, el talcahuense dice hallarse resuelto en varios aspectos de su vida y esa misma tranquilidad se puede reconocer tanto en su música como en su forma de trabajar, “Se van cumpliendo ciclos, pero ese círculo que uno va completando no es un círculo sino que un espiral, entonces cada vez que vuelves al punto de partida, no estás ahí sino que en un nivel un poco más complejo porque tenís más años, tenís más experiencia y eso te sirve, pero muchas también te traiciona. Ahora me pilla en una etapa de mi vida mucho más maduro, mucho menos ansioso como con las expectativas mucho más controladas y disfrutando mucho más el quehacer, el oficio de hacer canciones”.
Bajo esa ímpetu compositor de 40 años se presentará este 28 de marzo en la décima edición de Lollapalooza Chile, donde se subirá al dicho escenario por tercera para mostrar Serpiente con un espectáculo pensado específicamente para aprovechar la instancia.“Estamos preparando un show bien bonito (…) Vamos a ser hartos en el escenario, tenemos un horario más nocturno así que vamos a aprovechar la oportunidad para hacer un show rico de luces y visuales, las mismas que tuvimos en el Teatro Nescafé de las Artes, con el Octavio Gana, que por sí no lo ubicai es uno de los responsables de las proyecciones que se hicieron en el Edificio Telefónica”.
Y es que claro, no todo puede ser rico, simpático, buena onda. Lo bacán del arte es que te invita a expresar e interpretar ideas sin violencia, pero sí con impacto, y eso es algo que el autor de “La Bomba” entiende muy bien. “Estamos trabajando un espacio para aprovechar la plataforma del Lollapalooza para poder tirarle un mensaje bueno a los cabros pa que atinen, pa los que todavía no cachan, deben ser varios ahí a los que los papás le compran la entrada, entonces estamos tratando de tomar esta oportunidad de tocar en este lugar que es de un ambiente bien privilegiado, para poder desde ese mismo lugar tirar información y que los cabros cachen que el asunto está en todos lados”.
Milagros reconoce entender y tomar su rol, sin embargo aclara que “de alguna manera yo tengo esta capacidad de llegar a ciertas audiencias que me escuchan y es una oportunidad muy grande como para desaprovecharla. Eso no quiere decir que ahora en adelante haré canciones que literalmente hablen de política, porque para mí la política va mucho más allá de hacer música contestaria”. De esta forma, el músico asegura que no necesita configurar su discurso, y que este se desenvuelve con la misma sutileza con la que ha acostumbrado hacer sus canciones durante los últimos 15 años.
Un café y las vueltas de la vida
Pese a tratarse de su sexto álbum, “Serpiente” pareciera hablar desde un minimalismo preciso y efectivo tanto en lírica como en lo netamente musical. Distanciado quizá desde lo sonoro a su antecesor “Milagros”, la nueva placa de Fernando responde a una lógica de retorno hacia la artesanía de hacer canciones. “Cuando me propuse hacer este disco fue con esa intención de que fluyeran las canciones y no detenerme tanto a sobre producirla o sobre arreglarlas, sino que tratar de detectar en qué punto esa canción no se empieza a deformar, ver de qué manera se mantiene en su raíz, de volver a ese punto medio de cocción”.
Sin embargo, el cantautor se desliga por completo de cualquier purismo, apostando exclusivamente por la experimentación dentro de su propio recorrido artístico. “Fue una decisión estética pal disco. Yo me llevo la raja con los sintetizadores y toda la tecnología que existe”. Y aunque como todo músico, Milagros disfruta apropiarse de las posibilidades detrás de un estudio, esta vez se inclinó por un respiro de honestidad sonora. “Muchas veces pasa que la canción no es tan buena, pero como tiene un loop rico y un sonido choro como que la weá funciona, pero la sacai eso y se te desarma completa (…) entonces lo que queríamos intentar hacer era lo contrario, cómo hacer la canción sobreviva tocada de la forma más rústica posible y esa esencia poder dejarla plasmá”.
Para este trabajo, Fernando volvió a contar con la tutela espiritual e ingeneril del ya casi mítico Cristián Heyne, con quien han solidificado una relación artística, humana y profesional durante una década. “El Cristián es un tipo adorable, este ya es el tercer disco que producimos juntos y es una relación de años. El primer disco lo trabajamos a fines de 2010, y desde el principio que nos hicimos amigos. Es una relación, tenis que tener onda sino no funciona”
Y es que cuando las cosas funcionan, las alianzas terminan siendo inevitables. “No estaba en el plan que el Cristian produjera este disco sino que empezó a pasar que nos juntamos a tomar un café, nos pusimos a conversar y a soñar como podría ser un nuevo disco de Fernando Milagros, de que sería bacán grabar en otro país y puros sueños cachai. De repente esos sueños empiezan a concretarse de tanto soñarlos, y aquí estamos con el disco, ya cumplimos una etapa y así van pasando las weás po.”
Con Serpiente ya dando vueltas, Fernando Milagros se encuentra en posición de quemar etapas y seguir explorando otras aristas de su universo sonoro. Además de un proyecto electrónico en paralelo llamado “Pajaros”, el compositor de “Avenida Perú” vislumbra un 2020 de “harta colaboración y que de hecho, ya está pasando. Se ha ido dando de forma súper orgánica, siempre me a gustado colaborar pero siento que ahora más, con esta efervescencia que existe en el aire, siento que la gente y los artistas están mucho más abiertos a ayudarse, a colaborar y es algo que siempre me ha parecido que tiene mucho sentido“.
Entrevista originalmente lanzada el 9 de mazo de 2020