Facturar un disco en vivo engloba un sinfín de antecedentes de por medio: obtiene en primera persona, tal cual una instantánea fotográfica, la esencia de un show en vivo y la interacción con el público de un artista. Un fidedigno relato de la fórmula musical empleada y su desarrollo con la atmósfera infinita. Así lo han hecho inumerables proyectos, creando legendarias facturaciones como Live at Pómpeii, The concert for Bangladesh y Soda Stereo Unplugged en el plano internacional o Yein Fonda, Alturas de Macchu Pichu y Estadio Naciona-Los Prisioneros en lo criollo. Un paradigma del cual Camila Moreno a pesar de ofrecer un espectáculo en vivo de grandes significaciones místicas ha escapado. Hito que cambiará en los meses venideros.
Luego de tener a su primer hijo y optar por un estilo de vida más familiar en desmedro del artístico, la compositora anunció su primer registro en vivo: será gestado el próximo 11 de enero, en pleno show en el Teatro Oriente donde repasará una fina selección de lo mejor de sus cuatro largaduraciones, mismos que transitan por pasajes folclóricos, acústicos, rockeros y ancestrales.
«Me gusta tener el factor de la flexibilidad musical en escena. En el concierto de la SCD pasó eso, no teníamos bis y la gente se puso a pedir canciones y al final seguimos tocando. Siempre armo un setlist pero si siento que el show va en un ritmo y quiero cambiarlo en el momento, lo hago», explica a La Tercera.
Y si bien es prematuro pensar en su próximo álbum, la voz tras Panal ya deja a entrever que apelará a su madurez, y el cambio que le significó ser madre. «Es prematuro pensar de que se va a tratar mi próximo disco. Igual hice canciones durante el embarazo que no tenían nada que ver con eso. Y también tengo otras que hablan de mi parto y postparto que es como el proceso de la maternidad en toda su crudeza», concluye.
Bajo dicha línea, Moreno alista una selecta serie de shows de abultado aforo: Fauna Primavera (12 de noviembre), Feria Pulsar (18-20 de noviembre) y Festival Fluvial (1-3 de diciembre).
Desde sus inicios, en 2005, ha participado en diversas agrupaciones musicales que le han permitido viajar por un amplio espectro de sonidos que, sumado a la infatigable labor como investigadora musical, han forjando en ella una importante trayectoria, que le ha permitido gozar de un carácter musical y un estilo único que comienza a trascender en el nuevo canto chileno y del mundo.
