Gatajazz. Aquel es el nombre del proyecto nacional de Jazmín Broughton Aguilera, artista de 24 años que ha desarrollado su carrera solista casi en su totalidad en pandemia, por lo que gracias a las redes sociales ha podido llegar a más público e ir haciéndose un lugar dentro de la escena nacional. De esta forma, su recorrido se ha creado gracias a los lazo colaborativos y la performance en festivales virtuales que mantienen la música en vivo a flote. Bajo este contexto llega “Alma Mía (loca)“, su tercer single solista y primero de este 2021, Grisáceo, navegando por el electropop en este tema cargado de sintetizadores que en conjunto de su melodiosa capturan la esencia de este proyecto.
Gatajazz es en sí mismo una instancia autogestionada y nace desde la necesidad de cantar de forma visceral. Fue en febrero del 2020 cuando “Rodrigo García de Pasaje Submarino me invitó a una tocata en su casa. Ese día fue la primera vez que toqué mis canciones en público. Antes me daba miedo hacerlo y de vez en cuando se las mostraba a algunas amigas solamente. A partir de esa experiencia decidí tirarme a la piscina, como se dice en chileno, y todo se fue dando por sí solo. La verdad, estoy muy agradecida de haber ido ese día, porque me demostró que soy capaz de hacer muchas cositas” nos cuenta Jazmín.
Para la artista, la música es una forma de terapia personal, en donde el fluir de las emociones es el eje de composición. Nos explica que “durante algunos años había dejado de componer. Y cuando viví una experiencia traumática en 2018, la guitarra fue lo que me salvó. Básicamente lo que hice fue agarrarla mientras estaba triste y vomité mis sentimientos, en una especie de depuración. A partir de eso entendí que la música es una terapia si es que así se quiere, y que al parecer es lo que me resulta a mí.” En este sentido, la escritura es el medio por el cual Gatajazz impulsa sus sensibilidades, “dejo la grabadora por si acaso y me desahogo. A los meses lo escucho y descubro que no sólo hay una melodía que me agrada sino que un mensaje que me puede servir. Lo encuentro muy loco, porque a partir de eso logro entenderme a mí misma, ver qué sentía en ese momento, comprender por qué y también evidenciar mi crecimiento en ese periodo de tiempo” refleja Jazmín.
Respecto a sus referencias Gatajazz busca en sus más cercanos y en lo nacional las respuestas, “mis amigas también me inspiran mucho, y según lo que hacen o me cuentan. De repente en mi mente quiero hacer muchas cosas también: un primeras composiciones como Javiera Mena, o me dan ganas de pegarme un Gilmore Girls o un Señoras EP y escribir sobre las mujeres de mi vida. Ojalá me dé el tiempo y la vida para hacer tanta cosa interesante que hace tanta gente bacán de mi alrededor.“
Su vida también es una referencia importante para la dimensión lírica de su proyecto solista; dentro de tus letras en Gatajazz hay rabia por la violencia sistemática hacia las mujeres, como también relatos de aborto, en cierto sentido ese cruce temático se siente muy necesario en su música. “Para mí es super importante hablar sobre estos temas. A pesar de que no quiero sólo hacer canciones de ‘protesta’, me es inevitable hacerlo porque es una vivencia que nos cruza como mujeres todos los días. Los relatos de aborto nacieron porque sentía que era necesario contarlo, Caperucita también. Tengo muy metido dentro de mí que las situaciones hay que visibilizarlas para que no ocurran más. O al menos dejar constancia de que pasaron y están pasando. Por eso cada vez que canto “No dejo de sangrar (tengo miedo)”, la canción sobre el aborto, explico que en ese preciso momento hay muchas mujeres abortando. Como es un tema tan oculto, un secreto a voces, se tiende a creer que es algo de vez en cuando, pero es un real problema de salud pública que sucede aquí y ahora” relata la artista.
Su single “Alma Mía (loca)” fue casi totalmente una instancia autogestionada y explorativa; Esta canción masterizada por Ariel “Pez” González (tecladista de Pasaje Submarino y Pérfido), forma parte del cambio de sonido al que la artista apunta y abre paso a un EP que trabaja en la actualidad. “Alma Mía nació en enero como un ejercicio para aprender teoría musical. Estaba haciendo la escala de Re y salieron algunos acordes que me gustaron, así que hice una primera estrofa. Me recuerdo buscando durante horas un bajo que llenara mis expectativas, porque todavía no tengo plugins en el programa, entonces todo suena como videojuego antiguo” detalla Gatajazz sobre su proceso. Respecto de las letras, “primero salió el ‘y quieres que me vuelva loca’ y tomé la decisión de llevarlo hacia algo sensual porque soy muy buena para querer controlar las situaciones. Por lo que soltarme en la sexualidad, es un ‘volverme loca’. Después de esa decisión todo se dio muy rápido, fluyó (¿como en una buena relación sexoafectiva? Chan, chan) y luego, gracias al master de Ariel “Pez” González quedó sonando como suena” aclara Jazmín.
Este single sería un gran adelanto a el nuevo EP que se ve en horizonte, y el cual está aún en proceso de construcción. Nos cuenta sobre el proceso de composición del EP que “al principio de la pandemia seguía sufriendo por un amor que se había ido, así que encontré inspiración y sanación ahí. Este EP en verdad viene a ser un recopilatorio de todas estas canciones, para ya ir cerrando ciclos y aprendiendo que del dolor pueden salir muchas cosas buenas. Y la sonoridad es una mixtura entre mi talentoso productor y yo, así que al meter todo eso en la juguera va a salir algo que me tiene bastante contenta.“
El trabajo musical en pandemia ha tenido hartos obstáculos, pero también es una bella oportunidad para generar instancias colaborativas. Respecto a esto, Jazmín nos explica que su carrera “nació un poco antes de la pandemia, así que básicamente todo su desarrollo ha sido virtual. Para mí los vínculos y lazos colaborativos son lo más importante, porque sin toda la gente que me rodea y las personas que he ido conociendo a través del confinamiento, no estaría donde estoy ahora. Lo que suelo hacer es seguir gente que admiro y poco a poco nos vamos relacionando, y de un momento a otro pasé de no conocer a nadie a seguir a mucha gente que hace música. Igual lo encuentro chistoso, cuando conocí en persona a Wally Lara (mi productor), lo primero que le dije fue “oh, no eres un holograma”. Y me sentí como cuando era adolescente y conocía gente por internet.“