“Este libro no es sobre los abusos sexuales y psicológicos que sufrimos por parte de sacerdote Fernando Karadima mientras éramos sus esclavos (…). Este libro no es acerca de como las autoridades de la Iglesia Católica chilena minimizaron, ocultaron y mintieron de manera sistemática sobre lo que estaba ocurriendo (…)”.
Es así como comienza el libro narrado por Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo, que se titula Abuso y Poder: Nuestra lucha contra la Iglesia Católica. En él se relatan en primera persona las experiencias de abuso y violencia sistemática por parte del ex Sacerdote Fernando Karadima en la Iglesia El Bosque en contra de los autores del presente texto. Es preciso recalcar que la narrativa no se centra en dilucidar de manera morbosa las experiencias de violencia sexual perpetrados por el “Santito”, sino que desde el inicio, el relato es planteado como una forma catártica de expresar aquello que muchas veces no se debe decir, aquello que no se quiere decir, aquello que si es que lo dicen, tampoco se les creerá. De este modo, la construcción de este relato íntegro nos invita a reflexionar respecto todas y cada una de las formas de subyugación existentes dentro de la iglesia católica, también como los conceptos “culpabilidad” y “voluntad de dios” son mecanismos de opresión que facilitan los caminos a la perpetración de violencia sexual, psicológica, estructural y simbólica.
Otro de los puntos que trata el presente libro, es la experiencia de la lucha contra la Iglesia Católica, haciendo referencia al título del texto, porque la insaciable búsqueda por justicia trasciende la esfera clerical nacional, sino que también llega hasta el Vaticano, a la clase política y empresarial. De este modo, los protagonistas nos presentan de manera explícita que la falta de justicia frente a lo experimentado, es decir, una revictimización, al hecho de que las denuncias implican rememorar la experiencia de violencia, y también como esta violencia se hace latente al momento exigir justicia y amedrentamiento.
La particularidad de este libro, es que es que los autores nos invitan a realizar un viaje muy profundo, doloroso y desgarrador a su adolescencia, quebrantada y usurpada por parte del amo y señor de una de las Iglesias mas importantes de los sectores más acomodados de la Región Metropolitana. Este viaje apunta dilucidar todos los hechos que permitieron que estas experiencias terminasen en las más crudas de las violencias sexuales, es decir, visibilizar la premisa base de que la seguidilla de violencia sexual de la cuales fueron protagonistas, son únicamente la punta del iceberg que ronda dentro de la iglesia católica, donde el secreto clerical se posicionaba como una fuente de poder y mantención de las relaciones de dominación como reflejo de la oligarquía eclesiástica. A su vez, en el presente texto también se relatan cada uno de los detalles que se vivieron en esta larga lucha contra la jerarquía de Iglesia Católica chilena, y las dudosas y confusas acciones tomadas por el Papa Francisco frente a los relatos de los protagonistas, que sin lugar a dudas, no dejaban indiferente a nadie.
El iceberg del abuso en la Iglesia Católica
Haciendo especial hincapié en el título de la narración, el abuso y el poder son conceptos clave en una especie de ecuación indisoluble en las relaciones de dominación. Los relatos presentados responden a un ejercicio de liberación, una exteriorización catártica de la experiencia de violencia multidimensional perpetrada tanto por el “Santito”, la cual se agudiza con la presencia de la oligarquía de la Iglesia Católica como espacio, contexto y también con inquebrantables secretismos que permiten la mantención de un status quo eclesiástico. También es preciso destacar que este libro, más allá de tratarse de una mera experiencia, también nos permite aproximarnos de forma ilustrativa y pedagógica respecto de como se construyen las violencias sexuales, puesto que la consolidación de un acoso sexual, abuso sexual y violación, sólo responden a la máxima expresión de violencia emanada desde las estructuras de poder.
Dentro del texto, los dispositivos de poder relatados responden invariablemente a la culpabilidad como principal motor de sumisión por parte de los protagonistas, esto, sumado a la personalidad enfermiza disfrazada de un falso liderazgo carismático, construyen la personalidad del “Vampiro” Karadima como uno de los peores demonios terrenales, utilizando a su favor la manipulación a través de esas bellísimas metáforas del camino al “cielo” y la “voluntad de dios”, lo que indiscutiblemente nutren a este “Vampiro” con la inocencia, vulnerabilidad, pobreza afectiva y nobleza.
Tal como lo relatado por los autores, la personalidad de este “Demonio del Bosque” es la ambición por ejercer y ostentar el poder, ya que su pequeñez ridícula y arribista funcionan como motivador en la consolidación de este tipo de violencias sistemáticas, este poder era materializado a través de dos premisas: Ser discípulo de Alberto Hurtado y también por ese aura carismático que lo lleva a una denominación superflua de “un santito en tierra”, lo que deriva incuestionablemente en esa personalidad corrupta, despectiva, peyorativa y de falsa superioridad.
Uno de los elementos más repetitivos dentro de los relatos, son los sentimientos de inseguridad frente a lo que están viviendo, es decir, todas y cada una de las violaciones a los espacios personales que son experimentados por los protagonistas, no son identificados como irrupción al espacio personal, solo identifican un halo de inseguridad, incluso en casos más particulares y profundos, cuando los protagonistas identifican que las experiencias no son “un llamado divino”, sino que un tipo de violencia sexual, desde la misma oligarquía comienza la extorsión, la manipulación, las amenazas y demases.
No hay dudas que el texto es duro, emotivo, pero también es pedagógico puesto que nos invita a reflexionar en conjunto sobre las estructuras que permiten que los dispositivos de poder operen de forma incansable e incorruptible. Puesto que da cuenta de forma empírica cómo la Iglesia Católica decide hacer frente a esta situación, que sin duda alguna marca un antes y un después en la relación de credibilidad y devoción entre la sociedad civil y la comunidad Católica a nivel nacional. Es un texto el cual ha sido articulado de forma elocuente pero también espontánea, los testimonios son presentados de manera versátil y colaborativa. Los relatos poseen diversas anécdotas, sensaciones, intimidad, confidencialidad, amenazas y documentos extrañamente perdidos por parte de la Iglesia Católica.
El texto lo puedes encontrar en Me gusta leer, la extensión fluctúa en las 320 páginas llenas de incertidumbre, empatía y desilusión. Lo puedes disfrutar en formato físico y en formato digital eBook.