Hay algunos que dicen que el periodismo nunca ha sido objetivo o mejor dicho, que por la condición o tendencia de los que ejercen el oficio, es imposible recibir información objetiva. Pero cuando un periodista traspasa sus pasiones y sus gustos a su profesión, se puede tener una llegada más fanática a los hechos, con más cercanía para un sujeto con las mismas pasiones que quien las emite. Es así que nacen casos en los distintos artes y “Iron Maiden: Una historia de amor y desencuentros” es el traspaso de la relación platónica del periodista Oscar Céspedes con la Doncella de Hierro.
En los últimos años la década de los 80’, el cassette era una reliquia para el melómano promedio o bien para un fanático cualquiera sea el gusto, la accesibilidad era una cosa restringida y lo más probable es que si en ese entonces el internet hubiera estado masificado como ahora, algún ente en el poder hubiera restringido esa libertad. Pero, aun así, fans como los de la pluma de este libro hicieron los esfuerzos para conseguir más de un cassette de su banda favorita. Así comenzó una historia de fanatismo puro que se intensificó en los 90’ con el programa de Alfredo Lewin en MTV en la versión latina de Headbangers, pero fue en el 2000 cuando el autor conoce y comprende que el periodismo es un camino para conocer a tu amor platónico.
Así comienzas los párrafos de este libro que en ningún momento pretende ser una historia fidedigna de los desencuentros entre Chile y Iron Maiden, sino que más bien es una buena forma de expresar el punto de vista de un fanático que encontró el espacio para expresar tales experiencias de fanatismo.
Emancipados de una dictadura militar y bajo un humo de democracia sin libertad de expresión, Chile se engañaba a si mismo cerrando espacios culturales que hoy en día son más que bienvenidos. La pena es más expresada en las líneas que reflejan cómo la Iglesia impidió que Iron Maiden pisará tierras chilenas. Los desamores son más que temores al tener fallos encuentros con la banda a lo largo de la década que cerraba un milenio.
El tiempo pasa y las palabras se completan para comenzar a relatar lo que fue la década en que el mundo pensaba que su la Tierra se iba acabar y en donde algunos poderes fanáticos de Chile insistían con que ciertas bandas no ingresaran al país, pero la democracia ya estaba andando y la libertad de expresión comenzaba a tornarse verdad, o por lo menos a ratos eso se creía. Los desencuentros se dejan de lado y por fin la historia de amor entre Chile y la Doncella se comienza a armar como corresponde. Casi una decena de shows, en donde cada trasfondo posee su capítulo aparte, que reflejan el Chile del momento, el fan de ese entonces y la banda en aquellos años , desde el 92’ al 2016, se relata una mirada distinta, agradable a la lectura y más que enriquecedora para entender por qué Iron Maiden es tan poderoso, convocante y potente en Chile, y por qué no en Latinoamérica.
