“Consejos de un discípulo de Marx a un fanático de Heidegger”, así se titula el libro al cual Roberto Bolaño y A.G. Porta aluden en “Consejos de un fanático de Morrison a un fanático de Joyce” (Alfaguara). Y sí, también aluden al gran Jim Morrison y a James Joyce.
La historia emerge entorno a la violencia que persigue – o siguen – Ángel Ros, el protagonista catalán, y Ana Ríos Ricardi, su novia latinoamericana. Los episodios son varios en donde el descontrol y el caos se apoderan de estos dos personajes para generar disturbios y uno que otro hecho a sangre fría. Ángel Ros se adueña de la narración para relatarnos su incapacidad de escoger entre su novia y su vocación como escritor; entre la música y la psicodelia desatada, y la quietud de un pensamiento razonado o, en otras palabras, le cuesta decidir entre un estilo de vida a lo Jim Morrison de The Doors y uno a lo James Joyce.
Las reflexiones son para encauzar tus propios pensamientos, y de alguna u otra forma, intentan guiar las acciones del protagonista, pero las malas decisiones y pasos en falso por los que tiene que pasar lo plantan con un futuro no muy prometedor. Está novela es capaz de elevarte a una disforia y ponerte en los pies de Ángel Ros y su compañera, en algunos pasajes es capaz hasta de insertarte en una pose a lo Morrison y recibir la euforia en código de psicodelia.
Son 24 las partes breves, las cuales se dividen entre narración, diálogos y cartas. Finaliza el libro con un breve cuento “Diario de bar” el cual narra, en formato de diario, las visitas de un chileno a un bar español y cómo este se enteró del suicidio de un compatriota.
Como ya se sabe, gran parte de la literatura de Roberto Bolaño pasó desapercibida, y Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce no es la excepción. Pero luego de hacerse Bolaño conocido, los críticos comenzaron a tomarle atención y a comentar sus trabajos, tal cual como se hace ahora con un sinfín de sus libros.