El arte se convierte. Trasciende y se transforma. Para el músico galés, John Cale, la rúbrica de su sonoridad avanza de cabeza a una serie de canciones, mayoritariamente de su re editado álbum Music for the New Society, una obra de formación incólume en su extensa trayectoria musical.
Productor, multi-instrumentista y compositor; avezado por la inspiración, las drogas y las jeringas de turno de los yonkis de tiempo, la carrera del ex cofundador de The Velvet Underground ha tenido logros y marcas propias. The Modern lovers, Robert Plant, The Stooges, Patti Smith, Happy Mondays, Lou Reed, entre algunos, son músicos y bandas que habitaron en su cabeza en momentos cruciales, desde veredas diferentes, pero similares a la vez.
Marzo, 2016. El teatro Néscafe de las Artes repleto, vio el debut de un hombre que ha trascendido con su música, de los arrebatos artísticos y de la locura plasmada en letras y sonidos en clave downtempo. La razón, una sola: Music for a New Society, placa lanzada con éxito en 1982, y que traía versiones actualizadas, con aires sonoros que se pierden en algunos temas en climas etéreos.
21:10. Time Stands Still parte en ritmo soft, y el trabajo de sus músicos, el guitarrista Dustin Boyer y el baterista Deantoni Parks, dio la sonoridad en la cual Cale ha proyectado sus discos. Concierto esperado por años, ubicado en el lugar del casillero de los ya tildados “artistas que faltan por visitar Chile”. Álbum de cortes vicerales, en los cuales el ex compañero de Nico refleja experiencias de su larga trayectoria. La era digital fija una alta posición y conexión dentro de la reedición de su icónico álbum de 1982, donde le da lecturas convexas a sus canciones y las transforma. Él mismo lo consideró “algo futurístico”.
Dentro del ambiente del teatro, la impaciencia corría por ver el show. Hemingway, de su placa Shifty Adventures in Nookie Wood del 2012, sonaba con acerbo y calmo. La canción se desenvolvía en suaves capas envueltas en loop, a cargo del baterista Deatoni Parks. Sigue el clásico esencial del debut de su ex banda, The Velvet Underground, Im Waiting for the Man, donde relata la relación directa y espera eterna del dealer con la dosis de heroína. 26 dólares les costaba el paquete de líquido que viajaba por las venas, según relató el mismo Reed años atrás en una extensa entrevista.
Coral moon, Ghost story y la galopante Things, daban ruedo a un concierto, que siempre esperó el retorno a los clásicos de la banda formada en 1964. Dato aparte: este 3 de abril junto a invitados de la talla de Pete Doherty, Carl Barat, Animal Collective y Mark Lanegan entre otros, tocará con la filarmónica de Paris para dar vida a The Velvet Underground and Nico, de 1966.
Fear is a man s best friend, desliza velocidades con el apoyo de un pedal conectado a un sintetizador. La mano de Dustin Boyer se transformó en un instrumento extra al musicalizar las canciones entre diferentes máquinas en sintonía continua.
Ships of Fool de Fear, cierra una sesión de 13 canciones, de diferentes ritmos y versiones, que mantuvo a sus fieles fanáticos en alto de principio a fin. De remate, la intensa interpretación de Gun, con ciertos cortes de Pablo Picasso entre medio.
Chile sigue en su vertiente de traer a grandes de la música. Los Rolling Stones, Lionel Richie, y el debut fenomenal de un artista fuera de sí como lo fue el recital de John Cale. Dentro del escenario, explora diferentes roles de su faceta artística. Dentro de sí, se escapa constantemente de su alma. Son las dos capas de Cale, multi-instrumentista que domina suelos a ritmos en downtempo.
Según la BBC de Londres, si en Inglaterra los Pink Floyd conquistaban el viejo continente y traspaban barreras con su sicoledia e interpretación, en Estados Unidos, The Velvet Undergound, eran quienes dictaban lecciones de vanguardia con Andy Warhol, mezclado con excesos, el rock, el noise y arte. Lo último se plasmó en una cita única.