La creación es uno de los ejercicios de honestidad más potentes con los que podemos contar. Sea cual sea el tipo de creación, para llevarla a cabo se requiere un intenso trabajo de introspección, de escuchar con atención lo que hay para decir y expresarlo como una suerte de catarsis personal hacia el mundo.
En la música esto último se asocia mucho a la idea de «encontrar tu sonido», una pregunta tan abstracta, que difícilmente puede ser respondida del todo a lo largo del tiempo. En general, músicas y músicos usan esto como un motor constante a lo largo de sus carreras y es que lógicamente, así como nosotros, nuestro sonido también puede ir transformándose y cambiando con experiencias y aprendizajes.
Es por esto que el primer álbum suele significar tanto para las y los artistas. Se trata de la concreción final de una idea, de algo materialmente inexistente que se plasma y posiciona a sus intérpretes en la vereda lo real, sin ser necesariamente una definición absoluta, pero si la génesis de un proceso evolutivo y eso es básicamente lo que mueve a la industria creativa: un feedback interno y externo, constante y no lineal de ideas.
Mucho de eso ha aprendido el veinteañero José Destro, quien este año hizo su debut discográfico con «El Futuro», un album compuesto de 7 canciones producidas junto a Martín Berríos, quien también hizo el trabajo de mezcla, y masterizado por la ingeniera, música y productora Victoria Cordero.
Este equipo, en el que también se suman músicos invitados y profesionales del diseño, fue el que dio vida a la opera prima de este joven autor, la cual se destaca por un delicado y meticuloso trabajo de texturas, ambientes y recursos que lo hacen un disco con detalles muy «musicales».
Secciones de cuerdas que erizan la piel, bajos profundos y orgánicos, armonizaciones vocales muy bien cuidadas, sintetizadores envolventes, un piano acústico que impone su presencia sobre capas ambientales que nos sumergen en la trama y un cálido trabajo melódico en arreglos instrumentales son los que dicen presente en este viaje que nos invita a saludar con optimismo todo eso que se nos viene adelante, un mensaje más que necesario considerando el contexto en el que nos tiene la vida.
«Yo comencé desde muy chico con la música, tipo 4 o 5 años cuando me regalaron mi primer instrumento. Ahí comenzó la cosa, siempre alentado por mis padres que tenían música sonando en la casa todo el día y la intención de comprar instrumentos que ellos veían como un medio recreativo y de desarrollo personal.» cuenta José, quien con un sano y serio respaldo de su familia, cultivó sus inquietudes y necesidad de expresión.
Años más tarde, y en plena euforia adolescente, el autor de «Fórmulas» se instaló en Santiago para aunar en un solo concepto las composiciones que nacieron de un proceso de altos y bajos que configuraron las emociones dentro de «El Futuro». «Haber hecho estas canciones, representa la idea de que nosotros somos lo que somos en base a las experiencias, y el disco tiene mucho de eso, de cosas que viví y que me marcaron. Eso me ayudó a entender muchas cosas que no entendía, hubo un proceso en el que sané mucho».
Sin embargo este trabajo, que tomó cerca de dos años y medio para llegar hasta su punto final, es también reflejo de una relación artística y personal muy desarrollada con el productor y músico Martín Berríos, quien dirigió en gran medida las propuestas de sonoridad que se resuelven en el álbum. «Compartimos mucho juntos y él se involucró demasiado, no solo en entender lo que yo quería decir, si no que en conocerme y comprender el por qué de las canciones. Un recuerdo muy puntual que tengo es que el primer día de grabación el Martín me hizo tocar todas las canciones frente a él, y mientras anotaba me iba comentando sus sugerencias y las ideas que se le ocurrían. Fue un desarrollo con muchas pruebas y muy bonito y que permitió que yo y Martín nos hiciéramos amigos«.
«Me propuse armar el disco con libertad, no quise quedarme con una sola idea, no quería escuchar lo mismo todo el rato. Esto además fue pensado como un disco, no quería lanzar singles sueltos y música repartida porque sí, lo imaginamos como un solo ente«. Con esa sincronía de intenciones José y Martín lograron construir un relato sonoro que se sale con sutileza de los recursos habituales del pop local, sin definiciones claras y abierto completamente a la maleabilidad musical que Destro parece tener para ofrecernos.
«Cuesta mucho ser optimista en estos tiempos, pero para eso tengo este disco. Es una suerte de memo, de recordatorio que uno pone en el refri, donde me digo ´oye, todo saldrá bien´, aunque hubiese estado muy mal. Eso es algo que quiero plasmar a la gente que escuche este trabajo, y es lo que me da fuerzas para sobrellevar las cosas», confiesa José quien paradójicamente enfrentó su debut en medio de uno de los momentos más complejos para literalmente, toda la humanidad. Hay que atreverse.
Puedes escuchar a José Destro en Spotify y Youtube, además de seguirlo como @josedestro en Instagram.
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