Keith Richards le está robando el cetro a Noel Gallagher en lo que a “entrevistas polémicas” se refiere. Su “majestad satánica” que ya basureó a los Beatles, Black Sabbath y el rap, ahora dejó una extraña petición a sus hijas, casi como para ponerla en su testamento.
Según comentó Richards a Daily Mirror, quiere que al momento de su muerte sus dos hijas Alexandra y Theodora inhalen de sus cenizas: “Les voy a dar una pajilla; es una tradición familiar”, explicó.
¿Tradición familiar? Pues claro; no nos olvidemos que en 2007 el eterno compañero de Mick Jagger dijo a NME lo siguiente: “¿Lo más extraño que traté de inhalar? Mi padre. Inhalé a mi padre. Fue cremado y no pude resistir homenajearlo dándole un tiro a las cenizas, con cocaína”.
Recordemos que hace unas semanas lanzó sus dardos contra el rock; género que él mismo ayudó a cultivar y en cierta parte “re-definir”: “El rock siempre ha estado muerto, suena como un ruido sordo para mí”. Agregó: “Para la mayoría de bandas, lograr una técnica síncopa es inalcanzable”.
Quizás sus más polémicas declaraciones fueron contra el rap, género que en su punto de vista “no tiene apreciación musical”: “Rap: muchas palabras, muy poco que decir. Lo impresionante que hizo el rap fue mostrar que hay tantas personas sin apreciación musical allí afuera. Todo lo que necesitan es un beat y alguien gritando sobre él y son felices. Hay un mercado enorme para gente que no puede distinguir una nota de otra”.
Por lo pronto Richards sigue vivo — de forma muy inexplicable— y se prepara a lanzar su primer disco solista en más de 23 años CROSSEYED HEART el próximo 18 de septiembre.