Son inumerables las veces en que los pasos a seguir son ignorados o meramente contradichos y desembocan en consecuencias nefastas para una pretensión, de eso bien sabe el presentador de televisión Richard Lee que en palabras simples “le salió el tiro por la culata”.
El pasado viernes la jueza Theresa Doyle echó a tierras las intenciones del ciudadano de Seattle de exhibir las fotos de Kurt Cobain una vez muerto, esto a pretexto de que “probarían que no fue un suicidio sino que un homicidio”.
La magistrada razonó que Lee estuvo mucho tiempo fuera de Seattle para responder a su petición y no ha presentado con los debidos requisitos su demanda. El presentador por su parte no quedó conforme y ya anuncio nuevas acciones.
Un respiro para Courtney Love y Francis Bean Cobain en su eterna de lucha de ocultar las crudas imágenes; ya anteriormente Francis dijo en el The Seattle Times: “He tenido que hacer frente a muchos problemas personales, debido a la muerte de mi padre. Hacer frente a la posibilidad de que esas fotografías podrían hacerse públicas es muy difícil. Además de sensacionalista, la publicación de esas imágenes nos causaría un dolor indescriptible”.
En 1995, Courtney Love obtuvo el permiso para mantener fuera del domino público la nota de suicidio de Cobain, y otra nota utilizada para un análisis de escritura a mano del mismo difunto que es lo que se busca en la actualidad mostrar a la luz pública.