Con un par de minutos de retraso, lo que no mostró otra cosa más que los horarios en Lollapalooza Chile hay que respetarlos, se presentó por primera vez en nuestro país la banda proveniente de Alaska, Portugal. The Man.
Fue uno de los mejores shows en cuanto a técnica y calidad, de eso no existe duda. Cada uno de los integrantes tiene una manera particular de manejar su instrumento a la perfección, pero a la vez son capaces de sonar al unísono; creando melodías que atrapan, lo cual, como resultado final, hizo que viéramos a una banda increíble.
Cabe resaltar la enorme personalidad del cantante y líder John Gourley, con una voz muy sensitiva, hasta parecida a la de Jonathan Donahue, vocalista de Mercury Rev. Realmente es capaz de manejar diferentes tonalidades, con un falsete muy llamativo que a momentos puede llegar a erizarte la piel. Sin duda un frontman notable.
Otro que destacó, por momentos incluso más que John, fue Zachary Carothers. El bajista de la banda era el más impaciente por comenzar con el show; aunque resultó ser que el retraso finalmente fue para mejor, ya que la banda vio cómo la gente no se movía de sus posiciones, lo que hizo que entregaran todo desde el primer segundo.
En un momento los dardos negativos apuntaban a que la banda no tenía una gran variación en su setlist, pero luego de verlos en directo, nos dimos cuenta de que Portugal. The Man tiene un show sutil. No varía mucho, pero la banda divide su presentación en cuatro o cinco partes, ya que hace una especie de “remix” en vivo, pasando de una canción a otra sin el corte final de cada una. Una presentación redonda y armoniosa.
Algunos de los presentes no conocían para nada a la banda, de hecho cuando tres de sus integrantes salieron a escena, fueron unos pocos los que aplaudieron. Una sorpresa total. Pero con el paso de los minutos, durante la primera canción, ese público primerizo notó que se venía un show magnifico. Finalmente tocaron con un Claro stage medianamente lleno (cerca de las 14.30 horas) y con la gente comprometida a full con el actuar de la banda del otro lado del mundo.
Portugal. The Man atraviesa un momento brillante y todo se debe al milagro que hizo Danger Mouse con su último disco. Una oscura y magnifica psicodelia hicieron que se convirtieran en una banda de primera división; con un disco brillante, ingenioso y llamativo.
El resultado fue un puro espectáculo de sonidos modernos, pero no disparatados; de baterías programadas en la mayoría de los casos, pero con una densidad extraordinaria en la estructura de todos los temas, como por ejemplo la presentación del bailable tema “Atomic Man”, un corte monumental.
Pero las claves de su presentación fueron “All Your Light (Times LikeThese)”, con un tiempazo y una melodía más que reconocible, y “Purple Yellow Red and Blue” que incluyó una intro de Pink Floyd al final de su presentación. Pop psicodélico, pero muy actual. Diferente a todo lo que suena, por momentos con aires a Roma, el resultado prolijo de un proyecto elaborado por el propio Danger Mouse junto con Jack White.
Al final todo fue increíble. Presenciarlos en vivo es la única forma de darse cuenta de que la magia que tiene la banda, ese gran aura que despliega y que logra eclipsar cada segundo de su presentación, es rutilante. Un imperdible sin lugar a dudas. Si te lo perdiste, te perdiste uno de los tres mejores shows de esta versión.