Trinidad Riveros es el nombre de la mujer tras el fenómeno de Princesa Alba, quién desde sus inicios demostró ser una artista poco convencional, rupturista, vanguardista, y también fiel al club social y deportivo Colo-Colo, que es la génesis de este proyecto musical de la joven artista que ha llamado la atención no solamente por la evolución en su propuesta musical y artística, sino que también por sus llamativos atuendos que oscilan entre lo sensual y lo urbano.
Conversamos con Princesa Alba sobre sus últimas producciones, y más particularmente por ese 2019 y principios de 2020, pre covid-19, que nos lanzó Mi Culpa (2019) y Convéncete (2020), los cuales reconoce como reconfortante por la positiva recepción que han tenido estos lanzamientos y reconoce que se siente “súper feliz (…) es bacán que se reciban así las canciones, trabajamos también en pos de eso, (…), súper agradecida de todo, cómo a la gente les gustan mis temas, mis canciones, cómo las hacen parte de su soundtrack y de su vida, así que bacán”.
Siguiendo en esta línea, conversamos con la artista respecto de su tránsito y evolución musical desde My Only One hasta Mi culpa, y sobre esto nos comenta que este proceso evolutivo “ha sido súper orgánico y súper natural, se me catalogó como trap, pero en verdad siempre lo mío fue más pop, siempre tuvo como esta cuestión más pop, y bueno, sobretodo empezar a trabajar con Francisco Victoria, con Alizzz, ha sido bacán porque puedo desarrollar más mi yo interno popero”.
A su vez, Trinidad nos comenta su experiencia de trabajar con artistas como Dulce y Agraz y Francisco Victoria, reconociendo que la participación en procesos creativos con artistas de otros géneros ha sido una gran oportunidad a nivel de retroalimentación educativa y formativa en contextos de creación musical, y sobre esto señala que ha sido “Bacán, los admiro muchísimo a los dos, son unos músicos excepcionales y… etcétera. Y la Dulce y Agraz, la Dani, me invitó desde el prinicipio, entonces súper bacan, la canción es preciosa, y con Francisco siempre es un agrado, aparte que es uno de mis mejores amigos y lo pasamos súper bien componiendo trabajado en el estudio, así que es súper bacán”.
Un macho opresor
Bajo esta esencia artística que conllevó la entrevista, sin pensarlo Princesa Alba nos comentó sobre sus apreciaciones sobre la performance artística liderada por el colectivo Las Tesis, que marcó la agenda de la revuelta social del pasado 18 de octubre, y sobre esto, la artista reconoce que ese macho opresor y violador, también está presente en la escena musical chilena, reconociendo que considera a esto como “un reflejo no más, como de lo que vivimos día a día, siento que la realidad y la sociedad es súper macho opresor, se nos implantan millones de estándares que a los hombres no se les exige y bueno, también me molesta muchísimo como que la gente y el público realmente piensa que yo no tengo como poder de decisión, como que siente que cuando yo me visto o cuando quiero mover el culo, como que piensan que lo hago como por ellos, pero es como ‘loco, a mí me gusta mover el culo, y me gusta pasarlo bien con mis amigas’, y que piensen que es una decisión que tomo a partir de provocar al hombre cuando el centro del mundo no son ellos.”
Además, la compositora de Boy Tu No Haces Bien reconoce que otro de los problemas que emergen desde el patriarcado en marcos de industria musical es la paridad de género en los festivales, y sobre esto señala que “también, un tema súper importante en la música sobretodo es como la paridad de género en los festivales que cada vez se está dando más pero es porque nosotras hemos hecho que fuese un tema, antes no se hablaba y pasaba súper desapercibido”.
Asimismo es que resulta inevitable reconocer que, si bien en muchas ocasiones Princesa Alba ha declarado abiertamente que su música no es de protesta, el tema Diamantes se transforma en una especie de acción política que subyace a una declaración de principios y también a una interpelación al machismo que se vive en los espacios de dispersión, o derechamente los carretes, que de alguna u otra forma le da voz a todas las mujeres que se sienten violentadas e invadidas cuando los hombres no respetan un “NO”, y sobre esto la artista reconoce que “El tema Diamantes, y casi todo el mix tape en general es un proceso súper interno, porque eso lo escribí sola, como en mi pieza, y la canción diamantes nace como de la ‘no necesidad de necesitar a un hombre como en los contextos de fiesta’, siempre me ha pasado que iba a bailar a veces (…), igual fui a unos carretes sola y era porque quería bailar sola no más, u otras veces con mis amigas y bueno… como que acá es necesario que un hombre te saque a bailar, algo que nunca lo entendí, y todavía no lo entiendo, se enojan cuando les decí que no, como que piensan que estamos a su merced, entonces es como una declaración de principios”.
Ante este escenario de exteriorización, Trinidad nos comenta de forma sincera algunas de sus reflexiones respecto al patriarcado como sistema de opresión y dominación, y como este ha tenido una apropiación corporal de las mujeres por medio de los estereotipos que emergen de los cuerpos femeninos y “perfectos”, ante esto nos comparte de forma valiente, pero también sorora, su experiencia con los trastornos alimenticios y respecto a esto nos comenta que “Yo tuve bulimia desde los 13 hasta los 19, entonces como que es un tema súper patente para mi, lo que pasó con ‘My Only One’ efectivamente como que se anuló todo el vídeo y como que se anuló gran parte de mi calidad como artista por no tener las pechugas paradas, como si ese fuese un tema, y todos decían como ‘pero oye, ella no es bonita, ¿por qué canta?’, como que literal, esos eran los comentarios. Entonces para mi fue como súper orgánico como se dió todo porque venía de una relación de odio con mi cuerpo que ya había sanado, y porque el video lo saqué ya cuando estaba sintiéndome mejor. O sea, igual la bulimia es una enfermedad que me va a acompañar toda la vida, ahora estoy asintomática, pero igual es algo que queda, es una cicatriz patente, pero para mí fue un cierre como al tema, fue como ‘odié tanto mi cuerpo y ahora estoy tan segura de mi misma, que veo que todo Chile me está criticando por mi cuerpo’, porque me encontraban como maciza, que encontraban que mis pechugas eran caídas, porque no era tan bonita, entonces sentí como ‘hueón yo me amo, no me importa lo que la gente diga, porque mientras yo me ame, está todo bien’ y ese es el mensaje que quería dar a todas las mujeres, un mensaje de seguridad, como de body positive”.
Respecto a los preparativos que trabajó para lo que sería la décima versión de Lollapalooza, Princesa Alba bromea y sobre código de vestimenta, señalando que “Dress Code es bien bitch, bien rosado, holográfico“, sin embargo nos comenta que estaba preparando “un show que nunca he montado antes, como en niveles de espectáculo, voy a intentar dar lo mejor de mi, van a haber hartos cambios en el show mismo, como en cuanto a arreglos musicales, en cuanto a visuales, en cuanto a bailarinas y como propuestas de espectáculo, y va a estar súper entretenido, y también invitados”. A su vez, la artista nos comenta que para esta versión su prioridad es darle espacio a sus canciones manifestando que “La verdad voy a Lollapalooza sin cover, quiero cantar mis canciones que igual ya tengo un repetorio súper sólido, ya he tocado hartos covers de Miranda!, RBD, Javiera Mena, a si que nada, yo creo que esos los voy a dejar para los shows normales y para Lollapalooza ir con mi propio show, si tengo hartas canciones y harto repertorio y lo tengo explotar“.