Repensar el contexto político e histórico nacional siempre tiende a poseer una presencia crítica respecto a la inoperancia de gobiernos tibios, que en efecto articulan un esquema de constante replicación de falencias, egoísmos, beneficios personales que terminan por construir un Estado que infiere al ejercicio de gobernanza como una bifurcación entre las necesidades propias de una población en eterna decadencia y protección indiscriminada a la propiedad privada y a la élite en general.
Pero al pensar de forma particular en los diversos gobiernos nacionales heteropatriarcales, clasistas, ambiciosos y paternalistas, nos damos cuenta que esos macroconceptos de lo social como: “población, pueblo, sociedad”, no son más que constructos semánticos que existen en campañas políticas inocuas e indolentes. Y de esto es de lo que se nutre el texto La Unidad Popular, escrito por Alfredo Sepúlveda con la editorial Sudamericana (2020).
Este texto presenta la historia completa de los momentos más álgidos de la polarizada política chilena reciente, donde el voto femenino estaba en incipiente ascenso, donde las, los, les pobladores generaban discursos desde una oratoria sencilla, pero con un profundo sentido de lo social presentando las reales necesidades de un pueblo con hambre. Un Chile no muy distinto al de hoy, que lucha contra la vulnerabilidad, la violencia sanitaria, seguridad social y clama por un Mínimo dignidad.
La Unidad Popular es un texto que se construye desde la historia política de la campaña presidencial, gobierno y muerte de Salvador Allende, únicamente desde el protagonismo de la coalición Unidad Popular. Un fenómeno poco común dentro de los textos que desarrollan este tema, puesto que siempre se ha tratado este período histórico como una relación indisoluble entre el período presidencial de la UP y la sanguinaria Dictadura Militar. Es por esto que Sepúlveda se esfuerza por presentar a este proceso cómo unívoco en cuanto a las premisas socio-históricas que construyeron a este gobierno, como uno más de todos los que ha tenido la historia de la República de Chile. Una reestructuración analógica de la forma en que se escriben los procesos sociales de la historia política chilena más reciente.
Si bien, desde octubre del año recién pasado hemos hablado sin parar de “No son 30 pesos, son 30 años”, este texto presenta otra variable a la discusión: Son 30 años de la vuelta a la democracia de las oligarquías. Pero es toda una historia de un Chile con hambre, esclavizado, privatizado y aniquilado. Ante esta premisa propuesta por Sepúlveda, es que nos presenta desde una arista situada que los dos años y 10 meses del gobierno de Allende Gossens fueron arrebatados por la gran máquina capitalista que embistió con todo a su paso, con el objetivo inexorable de desprestigiar y desarticular por todos los sectores a un gobierno de izquierda que buscaba “La vía chilena al socialismo”.
Uno de los puntos en los que se pone mayor énfasis a lo largo de ésta construcción de literatura política, son las implícitas analogías respecto de la intencionalidad de Allende y con ésto nos referimos al proyecto gubernamental y posteriores políticas de desarrollo social que hicieron de este gobierno uno de los más ambiciosos en cuanto a política pública y seguridad social; uno de los gobiernos que no muy lejos del egoísmo que significa “tener la presidencia de un país”, intentó poner atención a las necesidades sectoriales de las, les, los más desposeídos de la población chilena, ese sector que lejos de terminar los estudios, se dedicó a trabajar sin cesar para llevar de comer a la familia; y con esto apuntamos a proyectos de ley como: medio litro de leche para los niños – Reforma que permitió superar la desnutrición en los infantes chilenos-; recuperar los medios de producción, nacionalizar el cobre, entre otras.
En consecuencia de lo anterior, también resulta importante destacar el desarrollo que este texto presenta en cuanto a fuentes estadísticas, ya que funcionan como una articulación analítica de una ambivalencia de la construcción del relato de la historia local y política que se desarrolló durante el período del gobierno socialista, puesto que a través de esta herramienta, es que se pone en perspectiva el sustancial problema económico que atravesaba Chile en marcos de inflación. Esta arista crítica y analítica presentada por Sepúlveda, responde principalmente a la premisa del impacto nacional e internacional del gobierno democrático izquierdista chileno, ya que presenta de forma elocuente las responsabilidades globales de impacto económico que existieron durante este período.
Por otra parte existe una premisa que este texto reproduce como una constante en los textos de literatura socio-histórica, que es la construcción paternalista de la historia política de los pueblos. Esto se hace evidente por medio de la ausencia de figuras femeninas en la rememoración histórica del periodo de la Unidad Popular.
Desde este punto, consensuando que la visibilización de la naturalización de las variables sociales que construyen las relaciones de poder genéricamente excluyentes resultan ser un fenómeno en incipiente y constante desarrollo, que en concomitancia con la perspectiva crítica emanada de una postura epistemológicamente decolonial del feminismo, es que dentro de este período dentro del texto se resalta implícitamente que el feminismo resulta ser un tipo de conocimiento sectorial, elitista y academicista, lo que se evidencia a través de la afirmación de un bajo nivel y/o ausencia de concientización de la población sobre la profundidad de las problemáticas feministas y disidentes en este periodo en particular, y también en todo lo que respecta a la construcción de la historia política chilena.
Lo recientemente descrito, también invita a poner en tela de juicio la estructura del protagonismo de las mujeres en los procesos políticos de la historia reciente chilena polarizada, puesto que Sepúlveda enfatiza en desarrollar una postura crítica a la acción política de las mujeres únicamente de clase alta. Mujeres que en favor de la familia, hijas, hijos e hijes, buscaban la forma de desprestigiar tanto la campaña política de Allende, como también el plan de gobierno.
No obstante a pesar de ser una postura crítica, cabe destacar que se evidencia un cierto sesgo de género en la forma en que se construye la narrativa de este texto, puesto que no se les da espacio a las mujeres que históricamente han sido ocultadas y silenciadas, quienes desde su contexto decidieron apoyar la campaña del candidato de la UP, como es el caso de Marta Ugarte –Profesora Comunista y detenida desaparecida-; o en mujeres que denunciaron un modelo de reproducción de gobierno patriarcal hegemónicamente excluyente, como por ejemplo Julieta Kirkwood –Socióloga socialista y precursora de la segunda ola movimiento feminista en Chile-; o simplemente mujeres que desde el anonimato optaron por responder a una institucionalidad inoperante a través de la acción directa. Esto evidencia que las mujeres como sujetas políticas desde las diversos espacios de acción quedaron completamente relegadas de la narrativa de Sepúlveda, lo que se transforma así en una constante en la reproducción de la invisibilización del trabajo político de las mujeres en pleno inicio de la participación de las femenina en los procesos electorales.
Este punto de inflexión respecto a la estructura crítica de un texto político, es que precisamente nos invita a repensar a través de esta lectura cómo el sesgo de género que existe como reproducción de hegemonía heteropatriarcal en los procesos políticos nacionales. Puesto que la orgánica de la gramática en que se escriben, se difunden y se enseñan estos procesos que tienen cierta tendencia machista, genera por efecto una reproducción de patrones de exclusión e invisibilización de la importancia participación de las mujeres en el ala política nacional. Pero la gravedad del asunto es aún más profunda, puesto que este sesgo de género coarta los espacios de deconstrucción crítica de la historia escrita por hombres sobre otros hombres, limita la difusión y divulgación del impacto de uno de los procesos históricos más importantes en la vida política de las mujeres: el incipiente acceso al voto y participación política femenina en pleno siglo XX.
Sin embargo, este texto apuesta por ser uno de los aportes literarios más importantes del año en cuanto a literatura política, ya que considerando los procesos políticos que se iniciaron el pasado 18 de octubre, este texto invita a repensar las estructuras de campaña y gobiernos de un Chile con tradición dictatorial. También invita a reflexionar respecto del macroconcepto “gobernanza” que ejecutó éste gobierno; ya que éste es uno de los pocos que hasta el día de hoy es recordado como el gobierno que más aportó sustancialmente al desarrollo ciudadano y seguridad social para los más empobrecidos, o como se le llama en la política pública actual “vulnerables”.
Es un texto que si bien, aporta grandes datos respecto al debate en respecto del ejercicio de gobierno como una articulación de factores que no fueron ni han sido considerados por las grandes oligarquías políticas de Chile; es un texto que invita a las, los, les lectores a cuestionarse las grandes falencias de la democracia representativa, los movimientos sociales que hasta el día de hoy buscan la forma de desarticular una forma de gobierno que en efecto no es democrático, y que nunca serán democráticos, pero que sin duda impactan en los procesos socio-históricos de política actual.
Es por esto que como síntesis del texto queda la interrogante de:
¿Es acaso la democracia representativa la única forma de construir gobiernos, o es sencillamente una forma populista de comprender el ejercicio liberal de gobernar?
El texto lo puedes encontrar en MeGustaLeer, la extensión oscila entre las 352 páginas. Si eres de las, les, los clásicos puedes disfrutar de ésta lectura en formato físico tapa blanda, pero también está disponible el formato digital.