La música es un arte transversal. Durante décadas hemos observado el como diversos interpretes empapan otros medios de sus habilidades. Desde músicos vueltos actores, hasta compositores siguiendo una carrera política. A veces esta transición conlleva convivir entre ambas aristas. Robert Bryson Hall II, mejor conocido como Logic, creía que sus capacidad iban tan lejos como para merecer entrar en dicha lista, por lo que decidió llegar a los estantes de 2019 con su primer libro: “Supermarket”. Pero su participación no acabaría en la tinta. Junto al conjunto de páginas llegaría la banda sonora del mismo nombre. Una diversidad de canciones con el propósito de acompañar y enriquecer la experiencia literaria, en la teoría al menos.
Experimentar es una decisión que todo músico debería intentar en algún momento de su carrera. Y para bien o para mal, Logic experimenta. Saliendo del confort del hip-hop, Bobby empapa esta producción de un espectro de influencias de rock alternativo e indie rock. Una huella tan marcada, que camina pelígrosamente cerca del plagio. El artista ya ha sido encarado por carecer de un estilo propio, y vivir del sonido de sus contemporáneos, pero en “Supermarket” llega a un nuevo nivel, siendo incapaz de establecer una sola idea original.
En un giro afortunado y paradójico de elementos, “Bohemian Trapsody” logra ser el corte menos terrible del proyecto. Siendo la canción con menor alejamiento del estilo nativo del artista, establece una arrastrada marca introductoria de más de seis minutos, y de alguna forma, prepara al auditor para sus infernales melodías posteriores. Entra la duda en este punto si la experiencia depende de alguna forma de su complemento literario. Sin embargo, a menos que haya sido concebida como mero “ruido de fondo”, es complejo justificar el como estar leyendo el libro mientras se escucha esto, puede de alguna forma elevar su calidad.
Una especie de cover de “Can I Kick It” de A Tribe Called Quest entra en el segundo tema. Todos los elementos defendibles de la composición solo existen al ser un trabajo pre-existente. Aquello que Logic agrega no es más que una vibra lo-fi, con melodías accidentadas de guitarras, que no se despega del sonido profesional inherente de grabar en un estudio multimillonario. Es evidente que a pesar de llevar años escribiendo álbumes conceptuales, los hilos narrativos del rapero existen en una dimensión en que no existe ni la sutileza ni la creatividad.
Siguiendo todos los tropos que el rock alternativo ha establecido con el paso de los años, “Time Machine” es un aburrido conjunto de armonías. Cliché en estructura, abominal en lírica. Junto a ello, el primer mordisco de verdadera inmundicia aparece en “Pretty Young Girl”. Con conexiones tan obvias al primer segmento de la discografía de Radiohead, que hasta Thom Yorke admitiría que “Creep” es una obra maestra en comparación.
She’s a pretty young girl, doin’ pretty young things
She’s a pretty young lady, pullin’ at my heartstrings-Logic, 2019
Pero las referencias a Radiohead no terminan allí. El tema homónimo del álbum mezcla los peores elementos del quinteto británico, con un Coldplay inmaduro e inadmisiblemente cursi. En una evidente falta de auto-consciencia y uno de los puntos más bajos de 2019, Logic referencia directamente al éxito del grupo liderado por Thom Yorke: “I’m a weirdo, I’m a freak / I wish I could watch you when you sleep / I knew you before you knew me / Holy shit, I am a creep”. Nada más que decir.
Como si la creatividad no estuviera en sus niveles más bajos, Logic va tras unos Red Hot Chili Peppers de inicios de los 2000s en “Lemon Drop”. La melodía abre con una vergonzosa referencia a “Rick and Morty”: “Get litty, get gritty / Rick Sanchez, get schwifty”. En una incómoda mezcla de funk y rock, el rapero hace su mejor impresión de Anthony Kiedis, no mejor que tus amigos cantanfo “By the Way” en un karaoke a las dos de la mañana. De la mano de la producción de Mac DeMarco, el canadiense asiste un auto-plagio en “I’m Probably Gonna Rock Your World” y “Vacation from Myself”. A estas alturas del listado de canciones, es complejo encontrar una miserable idea original.
La producción insiste en tonos de baja resolución, fallando en entender que no basta con grabar las primeras tomas y dejarlas cual compositor amateur. Hay cierto carisma en la música lo-fi que la hace carismática. Nada en “Supermarket” irradia carisma. Es una serie de canciones formuladas y clichés, que gravitan en torno a tropos narrativos, rimas pésimas, y un interprete haciendo su peor impresión de un canto melódico.
Fanáticos del artista encontrarán que amar en esta basura sentimentalista. Mas no hay lugar en la era moderna para músicos intentando imitar a otros músicos. Logic hace ver a Greta Van Fleet como Led Zeppelin. Si quieres escuchar buen rock alternativo o indie pop, hay todo un mar de artistas independientes que estarían gustosos de recibir tus reproducciones. “Supermarket” es lo que saldría si The Room fuera traducida a un álbum.
Las buenas intenciones no remplazan la calidad artística. Logic ha demostrado numerosas veces el no estar a la altura de sus contemporáneos urbanos. Y en esta banda sonora además se introduce como uno de los peores compositores de música alternativa que hayan pisado esta superficie. El trabajo no solo queda a medio camino, pierde completa ruta hasta caer de un acantilado. No pierdas tu tiempo con esto, tú puedes grabar algo mejor con el micrófono de tu computador y alguna aplicación pirata.
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