Por Salvador J. Leiva
Loma, es un proyecto musical compuesto de dos bandas oriundas de Texas. Emily Cross y Dan Duszinsky vienen de Cross Record y Jonathan Meiburg de Shearwater. Luego de girar ambas bandas juntas, deciden hacer un pacto secreto para fundar una nueva banda, y es así como nace Loma y su homónimo álbum debut.
¿Cuál es la propuesta que nos promete Loma, una banda desconocida para muchos? Pues sonidos. Música ambiental y experimental que se podría tildar como alternativa en muchos parámetros. A su vez, este álbum fue grabado y escrito mientras dos miembros de la banda, Emily Cross y Dan Duszinsky, veían su matrimonio desmoronarse. Este último acontecimiento logra influenciar de gran manera a como las canciones tomaron la forma con que fueron finalmente presentadas. Algunas de ellas poseen un dejo de melancolía, como así otras abrazan el suspenso y la complejidad.
El comienzo con ‘Who is Speaking’ podría confundirse fácilmente con alguna canción de Lana del Rey por la semejanza en la voz de Emily Cross. Dejando de lado las comparaciones, nos encontramos con una armoniosa pieza en la que unas suaves guitarras y cuerdas danzan una aletargada pero bella danza. Luego, llega a nuestros oídos quizá la canción más compleja, pero a su vez una de las piezas más destacables del álbum. El trabajo vocal en ‘Dark Oscillations’ es sobresaliente, las percusiones son poco comunes pero novedosas y la notable producción aquí es lo que hace a la canción tan fresca y tan bien construida. A continuación, llega ‘Joy’, una pieza de naturaleza épica folk que se asemeja a una caminata por un espeso bosque o una expedición por un largo túnel. Aquí las guitarras acústicas son las que toman el control de la situación con agradables arpegios.
La cuarta canción, llamada ‘I Don’t Want Children’ es enternecedora; casi infantil como también atmosférica y espacial. Las teclas presentes en el track hacen de la pieza un plácido viaje a las estrellas, casi como fuera una canción de cuna. Ya en la mitad del disco llega ‘Relay Runner’, de entorno lineal en su estructura, pero con una omnipresente Emily Cross, dejando tras de otra interesante interpretación vocal. Como si fuera una película de terror, ‘White Glasses’ contiene un creciente suspenso en su instrumentación, haciendo de éste un momento auditivo atractivo. Sonidos de pájaros, perros y naturaleza son los que adornan a ‘Sundogs’, un track folk que lo único que hace es entregar un constante sentimiento de serenidad.
Cerca del fin, llega momento de suspenso, pero esta vez evocando a raíces de la música world con cuerdas y percusiones que parecieran ser características de la India. ‘Jornada’ es un correcto instrumental que da paso a ‘Shadow Relief’, una canción nocturna y evocadora de paisajes que otra vez apela a las guitarras acústicas como instrumento central. El cierre del largaduración queda a cargo de ‘Black Willow’, una canción hipnotizante debido a la belleza que transmiten las múltiples voces que cantan a la par. Sin dudas, un fin de disco armonioso y lleno de emociones, así como el disco en sí mismo.
El debut de Loma deja muchas buenas sensaciones al auditor. Siendo un disco introspectivo, necesita de audífonos para aumentar su potencial sonoro e impactar de una manera significativa al oyente. Loma se traduce en un viaje donde la naturaleza, las emociones y la complejidad de existir como un ser humano se complementan para dar forma a un álbum atípico en muchos aspectos, pero único en todas sus formas.