“Un adiós sin razones, unos años sin valor. Me acostumbre a tus besos y a tu piel color de miel (…). Algo de mí se va muriendo, quiero vivir”. Así empezó y terminó la canción final de Camilo Sesto en una de sus últimas venidas al país, lo más probable que ovacionado por sus fans más acérrimas. De aquellas raíces es López, es de ese corte más “cebollero” como diría Álvaro López en una que otra entrevista en medios oficiales.
El terminal una relación amorosa por ejemplo, es tarea difícil para los más enamoradizos, dejar de estar con la persona que se desea es difícil, algo así puede ocurrir en una banda, pero para los López no fue tan difícil dejar el estigma de Los Bunkers, para así emprender un camino distante, no imitable y, para los más difícil, un poco menos cuantioso en calidad en comparación al quinteto de Concepción. Cosa distinta se debe decir del mismo vocalista de ambas bandas, que al parecer sí le es difícil dejar atrás una relación, y no es cosa de tomar atención aquella situación sentimental, sino que la consecuencia de aquello: seis canciones que conforman el primer EP de la nueva banda titulada simplemente “Vol. 1”.
No más de media hora te tomará digerir las canciones de este EP, ¿gusto a poco como cualquier EP? Sí, te deja gusto a poco, pero no por la falta de calidad sino porque es un disco rítmico dentro de sus comportamientos, sollozante casi en su totalidad, pero coreable sin duda, y ahí queda plasmada la estructura pop que tienen estas composiciones, son de oído fácil pero no por eso no exigente. Tanto di, con solo leer el nombre de la canción queda claro el despecho que demostrará la lírica tanto en la canción como en el disco, suena el acordeón, símbolo de la canción en general, que en realidad poco se nota en vivo, ya que la línea es más eléctrica en esas instancias; una batería muy distinta a la que se veía en su anterior agrupación, en esta nueva travesía llamada López, Fuchslocher su batería demuestra una potencia exponencial, que a palabras sinceras podría explotar de una manera única como lo hizo en su momento debut un baterista de una banda “ártica” de Inglaterra. Un Drogadicto que Murió, infidelidad quizá o algo similar podría envolver esta historia, sintetizadores en variados sonidos y teclado de parte de Martín Benavides, sumado a la capacidad vocal que tiene Álvaro, es una dichosa canción para no recurrir al maltrato y sí a la poesía; es casi desgarradora la forma en que el vocalista interpreta, sensacional a la primera.
Me Voy, es más simple en la lírica, por eso también la más pop en el disco, el bajo de una parte de los hermanos López, Gonzalo, se torna parte fundamental a la par con la guitarra más bailable esta vez, para sacudirse un poco el resentimiento de un amor fracaso. Los lados B de ambas dos canciones anteriores, podrían estar en el mismo disco, Las Fórmulas Mágicas y Lo que pudo Ser, porque es una contraparte mucho más tranquila, esta vez a guitarra acústica, con serenidad, en donde el saxo anteriormente mencionado tiene un espacio predominante.
Ahora bien, si lo escuchaste o lo estas escuchando, se puede interpretar a distintas formas, pero se podría hablar de una línea de tiempo en estas seis canciones: un quiebre desesperanzador de una relación llena de ilusiones, el reconocimiento de que quizá era mejor separarse, estar solo e irse solo, recordar a esa persona de forma más tranquila pero no de nulo rencor, el recuerdo de todo lo que pudo ser. ¿Discutible? Por supuesto, interprete como desee, pero puede que sea algo similar.
Reconociendo errores, termina este EP de sequía amorosa en Respirando Bajo el Agua, que tiene un toque de todo lo anterior, se puede bailar con llanto al mismo tiempo.
Puede que el disco suene simple, pero está muy bien trabajado, en vivo se trabajaron los temas y en vivo se cambiaron las letras de adolescencia que guardadas estuvieron por un tiempo, como si en un búnker yacían apresadas esas hojas llenas de líricas que no son menos talentosas que otras, también puede que sean pocas canciones, pero también se denota la forma de mantener respaldo de lo que se trabajó en algunos escenarios como un jugueteo y muestreo de nuevo material por parte de López.
Es por lo anterior que se genera una disonante, como se dijo en su momento tiene todo lo que una banda con proyección tiene, múltiples canciones coreadas, fanatismo exagerado, sobre valoración a la puesta en escena y lo más importante, pero ocultado por lo anterior, talento en exceso de cada integrante de la banda. Pero, están listos para una nueva versión de Lollapalooza, la banda no es de festivales – en el sentido a la calidad respecta ser estigmatizado como una banda de festivales o de comerciales – como muchas, pero muchas otras que está trayendo de vuelta Lollopalooza, pero en la realidad poco y nada importa el cuestionario anterior, trabajo es trabajo dirán algunos, lo ideal sería que a dos años de su debut en el festival presenten un gran y nuevo show, como tienen acostumbrados ya.