Lorde. Nadie más que Lorde. Una hora y quince minutos de simple perfección. Una hora y quince minutos en donde el afecto musical explotó las sensibilidades de un nuevo público, un nuevo lugar, un nuevo año y una nueva Ella. La madurez de esta joven compositora fue una arista implícita y extremadamente fuerte en el acto de cierre del Festival Fauna Primavera. A segundos del cierre de MGMT un grito de esperanza y honestidad acechaba el escenario Ballantines, algo que solo podríamos haber predicho como increíble se transformó en un acontecimiento de desgarradora perplejidad.
Como parte de su segunda visita Sudamérica, nuevamente bajo el alero de un festival, Ella Yelich-O’Connor destella simplemente como el más potente y emocional show de Fauna Primavera. Nadie más que una neozelandesa de 22 años se encontró con el público chileno el 2014 en Lollapalooza en el antes llamado Play Station Stage, una jornada que traía a Lorde con su triunfal debut “Pure Heroine” del 2013, el cual había logrado que una Ella de 16 se sumergiera en el gran espectro pop mundial. Ya habiendo lanzado su magistral segundo álbum “Melodrama” apenas el año pasado, las giras veraniegas del hemisferio contrario la habían explotado. Con una pausa de al menos cuatro meses y un abandono merecido de redes sociales, Lorde aterrizó en un país que le extendía sus brazos.
Con una masa de gente que sobrepasaba cualquier acontecimiento anterior en este festival, Lorde entró triunfante. Flotaba en un escenario que contemplaba a sus tres músicos y bailarines acompañantes. Con una introducción musical que la dejó acomodarse, Ella comenzó con uno de los singles más potentes de Melodrama: “Sober“. Aquel es justamente un manifiesto que nos entrega post relación, uno que además se insertaba como las primeras palabras de Lorde que estremecían nuestros oídos. Bañada de intensas luces carmesí que teñían de aquel vibrante color su neutral atuendo angelical, se acercaba sin timidez, apuntaba con tal himno a la sensibilidad a flor de piel de aquellos expectantes, no había nada que esconder.
Con aquel primer acercamiento de honesto dolor, Ella continuó con el espectro del melodrama con “Homemade Dynamite“, justamente el sucesor en el álbum de “Sober“. Lo interesante tanto de este acontecimiento como de el resto del show fue su particular setlist. Si bien, se acercó desde varios himnos certeros básicamente se encargó de presentarnos su último álbum en totalidad. Lo único que se dejó de lado fue “Loveless“, la segunda parte de “Hard Feelings“, y el reprise de “Liability“; siendo aquello una jugada que dejaba este show con un balance perfecto y sin aquella necesidad de apuntar hacia un antiguo despliegue de catálogo. Se encargó de presentarnos un setlist balanceado, fresco y por sobre todo cargado de honestidad.
Fue así que surgieron grandes sorpresas, “Magnets” por ejemplo, tema de Disclousure en el que Lorde participa, bañando así de otro color el setlist de esta increíble y versátil artista. Y fueron momentos como “Buzzcut Season” los que llenaron de lágrimas -hasta la escritora de este review- y devolvieron momentos brillantes de un lejano 2013.
“And I’ll never go home again (place the call, feel it start)
Favourite friend (and nothing’s wrong when nothing’s true)
I live in a hologram with you
We’re all the things that we do for fun (and I’ll breathe, and it goes)
Play along (make-believe it’s hyper real)
But I live in a hologram with you”
Quizás ya todo está dicho cuando a este reciente acontecimiento se refiere. “Brillante”, “increíble”, “perfecto”. Pero realmente aquello vivido ha traspasado el mundo del lenguaje escrito y verbal. Anoche se materializó un evento surreal, una segunda visita que desbordó cariño y desbordó dulzura. Una célebre noche honesta, no solo por el desplante de Ella, sino por la forma en que ella se acercaba a su público, también planteando el agradecimiento hacia los chilenos por seguir escuchando ambos álbumes a pesar de que ella ya no es una “pop star”.
Otra importante arista fue la utilización de sus músicos, que aunque se posicionaban al fondo de escenario dejaban suficiente aire para la movilidad de los bailarines y los brincos de Lorde. Además la utilización de las pantallas monocromas, particularmente en rosado, lograban destacar a los músicos como siluetas que destellaban la profundidad en la que se veían sumidos.
Carisma y devoción. Aquello es el manifiesto de Lorde. Aquello es con lo que nos quedamos de una velada que supera nuestro estar terrenal, y aún así se mantiene como algo real. Luces verdes, suaves telas incoloras, saltos angelicales, movimientos con elegancia. Lorde nos manifiesta la firmeza con la cual ella se manifiesta desde una temprana edad, nos entrega una sensibilidad detallada, un espectro de colores cálidos y llenos de potencia. Ella Yelich-O’Connor destella la honestidad que la posiciona como una de las artistas más honestas de su generación, creando un lenguaje surreal e inmaterial que nos deja solo con las sensaciones y vibraciones que jamás dejarán de ser incandescentes.
Setlist:
1. Intro
2. Sober
3. Homemade Dynamite
4. Tennis Court
5. Magnets
6. Buzzcut Season
7. Hard Feelings
8. Ribs (album + outro)
9. The Louvre
10. Writer In The Dark
11. Liability
12. Sober 2/Melodrama
13. Supercut
14. Royals
15. Perfect Places (w/ intro)
16. Team
17. Green Light (extended)