Sábado, abril de 2016. Mientras Gary Clark Jr. recordaba los héroes del blues con una improvisada sesión de seis cuerdas, miraba nervioso su ambiente. Más allá de encontrarse con espectadores alzando estupefacientes o cerrando los ojos para recibir los acordes como un sutil pinchazo de heroína, muchos se sentían en el patio de su casa: rubias cabelleras presumiendo su nueva adquisición en H&M, fibrosos cuerpos hablando de quedar inconscientes al ritmo de Calvin Harris, y la mayoría, sencillamente anteponiendo su teléfono móvil al sol para crear un pequeño eclipse que tan sólo obtendría una ‘selfie’. El panorama era desolador; la atención se la llevaban los fotógrafos de páginas sociales y famosos de Hollywood asechando su próxima conquista. La música definitivamente había pasado a un segundo plano en Coachella, tal como lo recuerda un asistente latino en su blog personal.
Bajo dicho enfoque, los créditos musicales en el evento llevado a cabo en Indio parecen estar de más: se vende como una fiesta social, y a eso apunta. No obstante grandes actos han pasado por sus pastos, muchos de los cuales se sorprenden por este particular fenómeno que escala en Europa y Sudamérica. «Salten, porfavor», decía en tono de decepción Damon Albarn en medio del set Blur el año 2013. Pues bien, los principales protagonistas de su edición 2017 ya están nominados, combinando en su perfección el ánimo de figurar y selectos sonidos.
Radiohead, Beyoncé y Kendrick Lamar según múltiples reportes serían los principales números. El festival se prolongará por dos semanas, siendo los fines de semana del 12 y 23 de abril los elegidos; lógicamente en el Empire Polo Club en Indio, California.
Esta será la tercera vez que Thom Yorke y compañía protagonicen la cita; anteriormente lo realizaron en 2004 y 2012, en esta oportunidad llegarán con A Moon Shaped Pool y un espectáculo que carente de improvisaciones o momentos frenéticos, enmarca el ‘pacto de paz’ entre los británicos y su entorno. Paisajes oníricos de toda su discografía en una ejecución perfecta.
Beyoncé es quizás la mayor sorpresa. Lemonade —más reciente producción— la posicionó en un plano sonoro sofisticado y confidente, narrando el ambiente social en lengua crítica con alusiones a líderes afroamericano. Productores en él varios, tal cual lo realizan las divas pop, pero que resaltó su excelente rol como compositora.
La lista la cierra Kendrick Lamar, quien tras varias apariciones sorpresas en las presentaciones de Dr. Dre y Ice Cube, actuará por segunda vez bajo su propio sello. Llega también con un aplaudido registro: To Pimp a Butterfly. «[…]estamos ante una ambiciosa obra de carácter universal y proyección insospechada, que trasciende géneros y disciplinas artísticas, y que ya, apenas unas semanas después de su edición, se intuye como futuro objeto de estudio y referencia para otros artistas e intelectuales», afirmaba el portal Jenesaispop.
Entradas totalmente agotadas para las seis jornadas.
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