Mon Laferte desde hace un tiempo no ha parado de ascender en su carrera, si contamos que México también es su casa, podríamos decir que el ascenso está en tal punto que una internacionalización se está haciendo inminente para ella, Estados Unidos es la nueva parada de la mujer que en algún momento en nuestra historia musical fue mirada en menos.
Eran las 17:15 horas cuando el sol – que el día anterior había imperado – se veía opacado por un frío viento que gobernaba en el VTR Stage. Hace algunos años atrás, Robert Plant se plantó en el mismo escenario con unas horas más de estelaridad, la audiencia que ahí asistía no era en abundancia, se podría decir que eran los precisos, esos que sabían el historial del frontman de Led Zepellin. Pero en esta ocasión, con Mon Laferte ingresando al escenario vestida completamente de rojo y con el viento rosando las curvas de su cuerpo y de su pelo, el público era avasallador, parecido a lo que sería un cierre de festival.
La mirada tierna y humilde de sus ojos se posó en un espectador que esperaba impaciente las canciones desgarrados. La Diosa comenzó su canto con “Antes de ti”, el rojo se transformó en el nuevo negro cuando tomó la guitarra, saludo al público y con tonos de blues prosiguió con “Amor completo”. Saludaba a Chile como si de una extranjera se tratase, se acabo lo lento y se acaba el llanto cuando la rebeldía se impuso en su micrófono y comenzó a disparar dardos: “no me dejaron usarlas (hablando de la gran pantalla en negro que estaba detrás de ella), hay que tratar igual a los artistas chilenos, por la chucha que nos tratan mal en nuestro país” señaló entre una rabia controlada.
Los pasajes sexys se hicieron presente, el coqueteo constante es parte de su dulzura. Cuando invitó a Rulo a tocar unas cuecas el público estaba completamente dominado, es que las canciones de Mon Laferte son para cantarlas de la manera más sentimental que se tenga. Así fue en “Tú falta de querer”, en donde las parejas se abrazaban para cantar desde el alma, pero la situación estaba más cerca de ser un presagio sobre el futuro de su relación que una balada romántica de esperanza. “Amárrame” fue la que cerró el conjunto de éxitos que han posicionado a la cantante en tierras nacionales, esas tierras en donde ahora se está valorando, donde ahora estamos escribiendo sobre ella.
La parada y la pachorra con que se para frente al público es de envidiar, el llanto se hace notar de inmediato en sus canciones, su forma de ser, su empatía con los sentimientos está a flor de piel, como si fuese la ¡Diosa del Llanto esta mujer! Pero eso no lo es todo, cuando decimos que el rock está en la actitud, el mejor ejemplo es Mon Laferte, ¡Cuánto impetud, cuánta garra, cuánta rebeldía en una sola persona! Tanto es así que antes de cerrar con Amárrame toco “No te fumes mi mariguana” y pidió mosh, tal cual como su compañero de rubro, Angelo Pierattini lo pide en sus show, agitando la mano y pidiendo revuelta. El Rock está en la Actitud y Mon Laferte es el ejemplo.