Será el próximo 5 de diciembre cuando Morrissey pise una vez más tierras guaranís con un concierto a gran escala en el Yacht & Golf Club, de la ciudad de Lamberé, Paraguay. A fin de promocionar dicho show, el ex The Smiths sostuvo una extensa —e interesante— conversación con el matutino ABC en donde analizó su presente, futuro, e incluso se dio tiempo para hablar de nuestro país y la industria musical en la actualidad.
Sobre el pop actual, en comparación con el de la década de los 80s, el hombre tras “Suedehead” no tuvo palabras muy halagadoras; es más, señaló que no hay esperanza en medio de toda la “desazón” que vive actualmente el género: Me preguntas si hay una luz al final del túnel, entonces admitimos que estamos en un túnel. La respuesta es no, nada puede salvarse. Creo que los principales sellos discográficos lo prefieren de esta manera, porque hacen dinero mucho más rápido a partir del chismerío que generan los programas de talento, y tampoco las disqueras necesitan lanzar discos físicos. La música está perdida, y cualquiera en el negocio de la música acepta que no hay retorno. Es triste. Pero deberíamos preguntarnos por qué la música ha sido destruida mientras que nada más lo ha sido. ¿Es una conspiración?”. Agregando que “Ed Sheeran es el símbolo perfecto de la muerte de la música”.
La constante comparación de su figura con la del novelista irlandés Oscar Wilde también fue tema de diálogo. Si bien Morrissey la rechazó de plano, si tuvo tiempo para destacar la importancia del escritor: Estaría halagado, pero no podría aceptar la comparación, porque Oscar Wilde fue indudablemente un milagro cuya influencia en la vida y la literatura permanece actual. Mientras que Shakespeare, por ejemplo, e incluso Dickens no pertenecen al 2015. Oscar Wilde sigue hablando para estos tiempos. No se lo puede comparar con nadie y, por supuesto, la tan fantástica justicia británica lo asesinó. Ya sabes que la justicia a menudo está errada.”
¿Y su último álbum World peace is none of your business? Moz no escatimó elogios, calificándolo como inmenso y un trabajo que describe muy bien el actual panorama mundial: “Inmenso. Nunca me sentí tan orgulloso. Hay algo que el sello discográfico temía mucho mostrar: cómo es el mundo hoy. Solo fijate lo que ha hecho el terrorismo en París esta semana. La paz mundial está cada vez más lejos. ¿Para qué tenemos un sistema educativo, un sistema universitario? Toda la gente educada del mundo no es capaz de establecer la paz mundial.”
Por último el cantante hizo un positivo balance de la primera parte de su tour por Sudamérica: “Hemos tenido grandes conciertos en Quito y Santiago. Cada vez que veo y escucho a la multitud en Santiago no puedo creerlo. ¡Tanto amor! Finalmente, siento renacer.”