Polémico por naturaleza. Defensor a muerte contra la matanza animal. Llegaba a Chile dos días antes de su doble presentación y él y su equipo barajaron una opción lejana y soñada para el fanático mas acérrimo del cantante: una entrevista o presentación por pantalla abierta. La idea para cualquiera, es que su presentación en el canal “estatal”, sea algo así como lo que hace su coterráneo, Jools Holland. Quizás, un delirio, pero el canal lo transmitirá en horario de alta audiencia, justo después del partido de Chile versus Colombia. Aterrizaba en Chile en medio de polémicas por su estado precanceroso y sobre su retiro, que lo anunció a los cuatro vientos el año pasado. La historia lo mantiene en pie y su depresión, de la cual no se ha curado, lo mantiene de buen ánimo y activo.
La noche del miércoles, el ex The Smiths dejó en espera por eternos 25 minutos al público en un Movistar Arena casi lleno y en la espera, se mostraban videos de artistas con los cuales el británico tiene dentro de sus favoritos: The Ramones, Tina Turner, Jackie Wilson, The New York Dolls, entre otros; momentos por los cuales mientras pasaban cada video, las pifias llegaban a ser ensordecedoras. 21:36 y Suedehead abre la velada. La sigue una intensa Alma Matters y una rockera This Charming Man, clásico de su ex banda, abrían los fuegos en una noche intensa de comienzo a fin.
El peculiar registro visual que ocupa Morrissey es parte de su identidad, donde las imágenes chocantes para algunos dan ímpetu del cambio que quiere generar: el maltrato animal en la triste Meat is Murder o la violencia policial en el tema Ganglord de su último LP. La imagen de un grupo de chicos posando para la cámara con actitud ruda, o la imagen de Freddy Mercury acompañaron a Mozz y a su banda interplanetaria durante todo su recital. Gran parte del show lo hizo para promocionar su ultimo disco, editado el año pasado “World Peace Is None Of Your Business” .
En el sonido proyectado, se vieron matices dispares, que fueron corregidos desde el comienzo. You’ll be gone, la pasada por el rey del rock & roll, retroceder al año 1994 con Speedway para reencontrarse con un sonido con mas peso y speed, en una especie de metrónomo aceitado con tintes rockeros. First of the gang to die en versión soft, el cual cantó más la gente que el mismo cantante.
Depurar al músico lo lleva a estados compactos en súbitos cambios de ánimos donde la proverbial Jack the Ripper fue parte del manejo que mantenía con el cable del micrófono, intentando decir algo más de quien es el jefe. Everyday is like a Sunday en dónde en el puente del tema aparecía el coro del tema creado por Alberto Testa e interpretado por Tony Renis con su químera Quando, quando, quando de 1962. El cierre del recital vuelve a las canciones más representativas que saca bajo la manga: What she said de su ex banda luego del encore. Se despide y se va con su banda.
El pulso del recital era único: “ faltaron canciones poh”, “ A Morrito le faltaron 25 temas”. Viejo resabio en donde el más vigoroso entusiasta se queja en los recitales del británico. No sería lejano decir que es un lujo tenerlo vivo y en Chile, donde las deudas probablemente, nunca se salden. Desde el otro bando y su ex correligionario musical, Jhonny Marr, completa la otra camaleónica lista de temas interpretados por la ex banda de ambos: The Smiths.