Nick Cave desde hace ya bastante tiempo, ha mantenido una página web separada de la musical; titulada The Red Hand Files, esta plataforma pretende ser un medio para que Cave y sus fans interactúen de forma más cercana. La idea es sencilla: los interesados hacen preguntas a través de la web, y Nick Cave elige semanalmente las que quiere responder y les dirige unas líneas que se transforman en una carta personal hacia sus fans. Entre preguntas sobre sus letras, performance y eventos de su vida, poco a poco rondan temas controversiales o contingentes al contexto actual.
Lo que hoy nos convoca es una respuesta del artista a tres preguntas similares lanzadas en Marzo como parte de su Issue #90 de The Red Hand Files, que tienen que ver con la pandemia, el encierro y la creación en aquella situación. Alice desde Oslo pregunta por los planes del artista durante la pandemia y si conciertos en livestream sería algo que él haría. Henry desde Sydney, Australia le escribe sobre el streaming para confortar y matenernos conectados a través de su música. Por toro lado, Saskia de Londres, pregunta qué es lo que hace una persona no tan creativa en tiempos de encierro.
La respuesta de Nick Cave fue la siguiente:
“Querida Alice, Henry y Saskia:
Mi respuesta a la crisis siempre ha sido crear. Este impulso me ha salvado muchas veces -cuando las cosas van mal planeo un tour, escribo un libro o hago un álbum- me escondo en mi trabajo, e intento estar un paso adelante de lo que sea que me estaba persiguiendo. Entonces, cuando se hizo claro que los Bad Seeds iban a tener que posponer el tour europeo, y que tendría al menos tres meses de tiempo libre de la nada, mi mente saltó con ideas de cómo llenar este espacio. En una vídeo llamada con mi equipo, tiramos ideas -un stream de una performance en solitario desde mi hogar, escribir un álbum de aislamiento, escribir un diario de coronavirus online, escribir un guión cinematográfico apocalíptico, crear un playlist de pandemia en Spotify, comenzar un club de lectura online, hacer un stream tutorial de escritura de canciones, un programa de cocina, etc- todo con el propósito de mantener mi momentum creativo andando y darle a mis fans en aislamiento algo que hacer.
Aquella noche, mientras contemplaba estas ideas, comencé a pensar en lo que había hecho en los últimos tres meses -trabajar con Warren y la orquesta sinfónica de Sydney, planear y montar la gigante y compleja exhibición Nick Cave con la Royal Danish Library, armar el libro Stranger Than Kindness, trabajar en una edición actualizada de mi “Collected Lyrics”, ensamblar el show para el tour mundial de “Ghosteen” (que, a todo esto, ¡será increíblemente alucinante si lo logramos hacer!), trabajar en un segundo álbum de rarezas y B-Sides y, por supuesto, leer y escribir los Red Hand Files. Mientras estaba sentado en mi cama y reflexionaba, otro pensamiento se presentó, claro y maravilloso y humano-.
¿Por qué es éste el tiempo para ser creativo?
Juntos hemos caminado hacia la historia y ahora estamos viviendo dentro de un evento sin precedentes en nuestra vida. Todos los días las noticias nos proveen de información vertiginosa que hace unas semanas hubiera sido impensable. Lo que nos trastornó y dividió hace un mes parecer, ahora, una vergüenza desde un tiempo privilegiado y óptimo. Somos testigos de una catástrofe que vemos desplegarse desde el interior. Estamos forzados al aislamiento -a estar vigilantes, callados, ver y contemplar la posible implosión de nuestra civilización en tiempo real. Cuando salgamos con claridad de esto, vamos a haber descubierto cosas sobre nuestros líderes, nuestros sistemas sociales, nuestros amigos, nuestros enemigos y por sobretodo, de nosotros mismos. sabremos sobre nuestra resistencia, nuestra capacidad de perdón y nuestra vulnerabilidad mutua. Quizás es un tiempo para poner atención, ser conscientes, ser observadores.
Como artista, me siento incapaz de perderme este momento extraordinario. De pronto, los actos de escribir una novela, o un guión, o una serie de canciones se siente como una indulgencia de una era pasada. Para mi, este no es un tiempo para estar sumergido en el negocio de la creación. Es tiempo de sentarse en el asiento trasero y usar esta oportunidad para reflexionar exactamente cuál es nuestra función – qué somos como artistas.
Saskia, hay otras formas de conectar, abiertas para todos nosotros. Un mail a un amigo distante, una llamada a tus padres o hermanos, una palabra amable a un vecino, una oración para quienes trabajan en las primera líneas. Estos simples gestos pueden unir al mundo -empezar a hilar el amor aquí y allá, finalmente para conectarnos a todos- para que cuando emerjamos de este momento estemos unificados por compasión, humildad y dignidad. Quizás, veamos el mundo a través de otros ojos, con una una nueva veneración por lo maravilloso que es. Esto podría ser, en efecto, el trabajo creativo más real de todos.
Con amor, Nick x”