Royal Blood: el dúo musicalmente más agresivo que hemos visto florecer en los últimos años. Con un álbum debut de lujo y su sucesor elegante, Mike Kerr y Ben Thatcher se han concertado como una potencia cruda y honesta que destella lúgubres referencias hacia un potente rock de culto. Con interminables tours promocionales hasta álbumes que terminan demasiado rápido y nos dejan sedientos de más crudeza y más claridad. Royal Blood no deja de atacar con sensibles fórmulas crudas que finalmente se acercaron este pasado sábado 17 de Marzo a nuestro país en una obstaculizada y angustiante jornada. Pero Royal Blood permaneció elegante y más agresivo que nunca entre tanto polvo elevado aquella noche.
Mike Kerr y Ben Thatcher conforman Royal Blood desde un temprano 2013 en la ciudad de Brighton, Inglaterra. La potencia de este dúo destelló desde tiempos prematuros, mientras el baterista de Arctic Monkeys Matt Helders usó una polera promocional de RB mucho antes de que lanzaran el primer single de su álbum. Ambos artistas de West Sussex se embarcaron entonces en una carrera que desde su primer lanzamiento despertó los intereses del rock comercial para reventar tan densos temas infestados de vigor.
Pero lo que trajo a el power dúo inglés al festival Lollapalooza Chile 2018 fue su última producción “How Did We Get So Dark” del 2017, con lo que también estuvieron presentándose el viernes en el acontecido y caótico Lollapalooza Argentina realizado al mismo tiempo que el de Chile. Hacia el mediodía del sábado se informaba a través de las redes sociales del festival que Spoon tendría que cancelar su show hasta próximo aviso, debido a que los instrumentos de la banda no habían llegado desde Argentina, solo los músicos sin su equipaje correspondiente. Lo mismo sucedió con los ingleses Royal Blood, quienes debían haber actuado en el Itaú Stage justo después de Spoon a eso de las 6.15 pm.
Desafortunadamente, y cómo lo mencionó Kerr en escenario, sus instrumentos llegaron dos horas antes de poder salir al escenario, presentándose entonces a las 8.15 en el polvoriento escenario Acer. Nada los detuvo de una jornada inyectada de adrenalina, ni los obstáculos ni el polvo desprendido, más bien fue un incentivo para desgarrar las gargantas de quienes presenciaron tal impresionante show, que además por ajustes de horario se acortó a solo 45 minutos.
“Where Are You Now?” fue el golpe inicial. Osada y letárgica, esta canción se resolvía todos los atrasos acontecidos con una fórmula simple y una voz suave, intrigante y limpia. “Lights Out” abría el mosh del lado izquierdo generando rabiosas nubes de polvo entre aquellas seductoras líneas de bajo que se hacen pasar por guitarras. Aquí la salida de un dúo que no posee guitarra se hace increíblemente ingeniosa: Kerr efectivamente ocupa bajos pero son las salidas a los amplificadores lo que lo tornan interesante, ya que divide la señal a través de una serie de amplificadores de guitarra y bajo, combinando este sonido que mantiene las bajas tonalidades y destella tonos asociados a la guitarra.
Justo después de solamente haber tocado dos temas, Royal Blood se detiene para explicar las fallastécnicas que estaban sucediendo en el escenario. Aparentemente los parlantes incorporados en él Acer estaban teniendo fallas debido al volumen con el cual RB estaba tocando, quizás aquel Acer jamás había tenido tanta agresividad concentrada en una solo dúo. Fue así como Mike se baja de las alturas para repartir tequila mientras las fallas eran arregladas. Una jugada que terminó con la frase “We’ve only played two songs and we already fucking love you”.
Con “Come on Over” regresaron a sus crudas raíces que desprenden unas vibras muy a lo Queens of the Stone Age, con lo que jamás dejaron de incentivar el círculo letal que se forzaba entre las redes de oscuridad que estaban tan potentemente proporcionando. “I Only Lie When I Love You” fue uno de los acontecimientos más sensuales que proporcionó la banda, entre cencerro y rápidos versos voluptuosos que se elevaban con el coro sucio de la explanada de tierra. El momento quizás más lujurioso de la velada fue “Hook, Line & Sinker” que lograba hacer bailar con agresividad, apresurando los saltos y envolviéndonos de fogosas energías de sudor y denso rock contemporáneo.
El clásico “Out of the Black” cerró esta corta jornada de violencia y lujuriosa apuesta en forma de dúo. Tema que abre su álbum debut y entrega todo en tan solo 20 segundos, se demostraba cruda y de un impacto subestimado quizás. Fue una entrega en donde el cólera reinaba y donde los obstáculos climáticos de Argentina jugaron un mal desajuste en los horarios del Acer y del Itaú. Con quince minutos menos y unas primeras filas llenas de tequila, Royal Blood no presentó prejuicios, se deslizó como si aquel escenario fuera su hogar y cómo si estos paisajes fueran familiares. Cólera, sangre, lujuria, euforia y agresividad formaron parte de estos 45 minutos de carisma carnal y visceral.
Setlist:
1.Where Are You Now?
2. Lights Out
3. Come on Over
4. I Only Lie When I Love You
5. Little Monster
6. Hook, Line & Sinker.
7. Figure it Out
8. Out of the Black