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Entrevistas

Shuggar: Groove Patagónico en código Funk

Groove. Adjetivo que describe una calidad rítmica de la música que es emocionalmente comunicativa y conmovedora. Ritmo constante.

Dulzura, frescura y una cuota de groove. Así se puede resumir el sonido de Shuggar, banda oriunda del lugar más austral del mundo, Punta Arenas, y que hoy se viene a posicionar como la esencia funk de la Patagonia. En forma de cuadrante, Mickey de la Weed toma el micrófono para acompañar a Sebastián Águila en guitarra, Rodolfo Aguilar en Bajo y Max Alonso en batería.

Hace solo unos días lanzaron su primer EP, “Ex-Presiones”, un trabajo de casi un año que vienen desarrollando desde el inicio oficial de la banda en mayo de 2020. Cuando la pandemia golpeaba al mundo, Shuggar intentaba emitir sentimientos en códigos positivos, reveladores y necesarios en tiempos de reclusión. El título del disco viene a jugar con un triángulo amoroso entre sus palabras. “En el rap hay un término que se está utilizando mucho hoy en día, se llama ‘barras’. Hablamos de ‘expresiones’ porque estamos expresando emociones y experiencias que pueden acontecer en el ser humano, pero al momento de expresarlas pasa de ser una presión que ya no existe, pasa a ser ‘una ex-presión’. Desde ese lugar aparecer el nombre,” nos comenta Mickey de la Weed, actor, rapero y la voz que traspasa los mensajes en los tracks de Shuggar.

Para llevar el groove

Con seis canciones bajo el brazo, el cuarteto pretende hacer al oyente parte de una experiencia sonora. Ellos disparan el arte que someterá a la persona a una emoción, sensación o reflexión. Por ejemplo, “Siente la música” le da el inicio al disco y tiene como finalidad el ser un shot de azúcar lleno de hiperactividad. ¿Los responsables de esta glucosa? Bajo y batería. “Lo que yo siempre intento hacer es presentar al bajo con el bombo, para llevar el groove. Así llevo algo más ondero, te pueden dar ganas de bailar y mover tu cuerpo”, se apunta Max. Lo mismo ocurre en “Humo de Risa”, un reflejo del ritual ocultista en donde un delgado bate verde oscuro corre siempre a la derecha de mano en mano.

“Si tú estás tocando y la gente solo está parada, significa que estás haciendo mal tu pega como baterista. Mi responsabilidad es meterlos en el ritmo.”

Así también, Shuggar tiene espacios de meditación como en “Punto Cero” y “Dispersión”. Dos canciones que invitan al pensamiento activo. Reflexiones personales que forman parte de un colectivo. “Esas canciones tienen que ver con la evolución interna del ser humano. Hay cosas que se nos ponen de frente, las pasamos o nos estancamos. Si es esto último, igual hay que abrazar el proceso para seguir avanzado”, comenta Mickey.

“Somos universos, distintos y dispersos

Compuestos de prejuicios, miedos e inseguridades

Pero también de valor alegría y amor

Solo concéntrate y respira”

Las letras de Mickey no son al azar, sus debates internos son un incentivo al despertar, si el rap tiene la “R” de revolución, Mickey tiene la “M” de meditación. Dos acciones indispensables para vivir la realidad del ser humano, ya sea con una postura combativa como en “Paco” o con un perspectiva amorosa como en “Tómame”. Esta última siendo la cuota de romance del disco, viene a reflejar el célebre enamoramiento entre seres vivos. “Tómame es la primera canción que compusimos los cuatro. Tiene que ver con el lugar que todos habitamos en algún momento de nuestras vidas, el romance. En donde nos entregamos a una persona por amor. En ese tránsito todo es bueno y se entrega desde una perspectiva positiva que presentó en las letras y mis compañeros acompañan en la instrumentación”, señala Mickey.

Un camino de independencia

Meses antes del estallido social, Santiago de Chile seguía siendo cuna para el desarrollo de artistas nacionales. Sin importar lugar de residencia a lo largo del país, la Región Metropolitana era el lugar donde seguir el camino a la profesionalización. Los Tres y Los Bunkers lo hicieron desde Concepción, Mon Laferte lo hizo desde la V Región, Américo desde el norte y así cuántos más. Y pareciera obvio, ya que la región tiene espacios de presentación, estudios de grabación y los contactos necesarios para iniciarse y desarrollarse en la música. ¿Pero cómo combates ese status quo viniendo del lugar más austral del mundo? Independencia es la respuesta.

Ex-Presiones” fue grabado por ellos mismos, producido por su bajista Rodolfo Aguilar, ya con experiencia en el circuito en donde tocó junto 8 Monkeys en Chile y México. Incluso los vídeo clips son autoría de la banda. Mickey de la Weed además de ser actor tiene experiencia en la dirección y eso les ha permitido no depender del cerrado circuito nacional. Así, van creando un circuito patagónico de colaboración en torno a la música. “Para nosotros es fácil tener un buen equipo, somos cuatro en banda pero hay gente que se nos suma en lo visual y en las fotos”, comenta Rodolfo.

La escena en la Región de Magallanes está en desarrollo pero mantiene una actividad constante, según Rodolfo, hay muchos músicos y nuevas bandas que emergen. “Hay mucho rock pesado acá, mucho rock Patagónico, similar a Hielo Negro que tengo entendido nacieron acá. Hay harto punk y metal también. Lo que nosotros hacemos está un poco más alejado de lo que está pasando en la región. Pero dentro de todo, cada escena tiene su espacio, hay espacios para el jazz, el rock y formatos acústicos.”

“El groove viene del funk y trasciende a otras áreas musicales. Eso es Shuggar. Pero además de eso, la música que entrega la banda es emocional, tiene que ver con vincularte con las emociones y sensaciones” – Mickey de la Weed

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Encauzando la Cancha General.

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