OK. Usted, estimado lector, puede encontrarse en una de las siguientes dos posiciones al momento de enfrentarse a este artículo. 1) Puede que sienta incredulidad, y hasta una pizca de furia, por sentir que un exponente del reggaetón no merece párrafos sobre él en el mismo medio que habla de Arctic Monkeys, Tool o Radiohead ni en ningún otro medio o 2) Puede sentirse dichoso porque espera ver que J Balvin por fin obtendrá la justicia que merece porque en realidad SÍ es un gran artista (y que Vibras no debería pasar desapercibido).
Si su respuesta es la número dos, déjeme decirle que está en el lugar correcto. Pero, hey, si se encuentra en la primera lo invito a que siga leyendo, porque al final de este texto puede terminar con un nuevo artista entre sus favoritos.
José Álvaro Osorio Balvin, o J Balvin para el mundo, está haciendo muy buena música. Y eso quedó demostrado en Vibras, su disco publicado a fines de mayo por Universal, y que cuenta con un arsenal de canciones de excelente producción y una variedad que escapa del reggaeton puro y duro para explorar más ámbitos de la música urbana sin ese beat que a muchos parece espantar.
Para ser claros, hay que decir que el reggeatón actual es uno mucho mejor producido que el que hizo famoso Don Omar, Daddy Yankee o Wisin y Yandel. Se ha refrescado con ayuda del trap, lo electrónico y especialmente del pop para hacer de su sonido uno más rico e interesante. Por lo mismo, que no te haya gustado la primera fase del género no significa que esta también te decepcione. Maluma, Ozuna y Balvin – y si queremos abarcar más de lo latino, Bad Bunny- construyen su carrera a partir de que otros se encargaron de montar. La posta cambió de dueño y ahora son los más jóvenes los que ayudan a mantener las carreras de sus maestros vigentes (Bad Bunny ft. Daddy Yankee, J Balvin ft. Zion & Lennox, Ozuna ft. Wisin, etc.).
Volviendo a lo que nos convoca, el disco de Balvin – que obtuvo un 8.0 en Pitchfork– no está compuesto solo de un par hits y ocho canciones más de relleno. Cada canción es distinta a la otra y tiene identidad propia. Desde la mezcla con el flamenco en ‘Brillo’ junto a la sorprendente Rosalía hasta la fusión con EDM en ‘Mi Gente’ pasando por reggaetón vieja escuela en ‘Peligrosa’ con Wisin & Yandel. Todo esto demuestra que Balvin, al igual que sus co-productores, se empeñaron por entregar un artefacto digno de ser analizado y una excelente carta de presentación de la música en nuestro idioma, pero por sobre todo disfrutable.
The Guardian, la ya citada Pitchfork, Allmusic y Rolling Stone son parte de los grandes medios que han reseñado Vibras, dándole comentarios favorables y contribuyendo a que el colombiano aspire el estatus de superestrella latina, con frases como “On Vibras, he’s poised to take his place on the global stage” 0 ” Its songwriting, performances, and production are truly inspired“.
Ciertamente, J Balvin no es el único que ha contribuido a que el género haya llegado a más mercados que el latino, ‘Despacito’ (que se moldeó para los gringos con el ft. de Justin Bieber), Bad Bunny y más recientemente Nicky Jam su canción para el Mundial han dado que hablar en medios y se han infiltrado en oídos no acostumbrados a los sonidos de centro y sudamérica. El colombiano también se ha hecho su propio camino con la ayuda de colaboraciones como el remix con Beyoncé de Mi Gente y el sencillo con el ex One Direction Liam Payne ‘Familiar’, contribuyendo a su alcance al otro lado del Atlántico.
Cardi B, la rapera afroamericana de moda en Estados Unidos, reclutó a Balvin y Bad Bunny a cantar en español para el sencillo principal de su disco Invasion of Privacy (denominados ahora ‘Latino Gang’) dándoles aún más exposición.
En esa canción, J Balvin se lanza una seguidilla de frases que vienen muy bien al caso:
Y no te me hagas (ey)
Que en cover de Billboard tú has visto mi cara (ey)
No salgo de tu mente
Donde quieras que viajes has escuchado “Mi Gente”
En ‘Mi Gente’ – de nuevo, con una producción y habilidad magistrales – Balvin dice que hace ‘música que entretiene’. Es verdad y, de hecho, eso no tiene nada de malo. Claro, no tiene la intención generar discusiones filosóficas o referenciar a grandes autores o ganarse un Nobel de Literatura, pero en una minoría la que busca eso. Muchos artistas respetados del rock actual, electrónica y dance buscan hacer precisamente eso, entretener. Sin embargo, hay algunos que en pleno 2018 siguen criticando al reggaetón o la música latina en general midiéndola con una vara distinta al resto. Parece que se le exige mucho más a lo latino que a lo extranjero por razones poco claras más allá del clasismo y hasta racismo que surge, paradójicamente, desde este mismo territorio.
Por ejemplo, personalmente creo que Vibras es un mucho mejor disco que el Everything Now de Arcade Fire o el de Foo Fighters del año pasado y el sólo hecho de comparar a ambos artistas puede caerle mal a varios, cuando lo que se está haciendo es comparar dos productos musicales que, aunque de géneros distintos, tienen todo el derecho de competir. Está demás decir que tener prejuicios cuando hablamos sobre y escuchamos música dice más de la persona que del género.
Si aún quedan dudosos acerca de sí en realidad bueno o no el tipo, préstenle atención a estos dos temas: