Muchos la tildan como una artista pop más del montón. Que quiere ser la protagonista de cualquier lugar que pise, que sus letras no tienen sentido, o incluso, que es solo imagen más no talento. Lo cierto es que Lady Gaga hace ya un buen tiempo se alejó de dicha categorización de tantas artistas de dicho género: su trabajo con Tony Bennett la posicionó en un plano donde todo se agotaba en la calidad vocal, respondiendo de una forma cabal. Tan así que en la última ceremonia de los premios Grammy fue la encargada de realizar el homenaje al fallecido David Bowie.
Lamentablemente muchos se quedaron con la etiqueta mencionada en un principio de la cantante; es por ello que no fueron pocos los que lanzaron sus dardos en contra de la cantante y organización sin si quiera haber visto la performance. Pues bien, para todos ellos habrá una suerte de revancha el próximo 31 de marzo y 1 de abril cuando se realice un tributo a gran escala al Duque Blanco.
Ellos se materializarán en el Carnegie Hall y el Radio City Music Hall. Entre los protagonistas destacan bandas y solistas herederas del extenso legado del británico: Pixies, Michael Stipe, Blondie, Cat Power, Bette Midler y Mumford & Sons, por nombrar algunos.
“The Music Of David Bowie“ era un concierto planeado antes del su fallecimiento el pasado 10 de enero, como parte de la serie anual que hace el fundador de The Knitting Factory, Michael Dorf, que va a ejercer de presentador. Es más: en un principio sólo cuatro bandas iban a participar. Las entradas están totalmente agotadas.
El fallecimiento del músico se comunicó —luego de informaciones emitidas por BBC— en sus propias redes sociales el pasado domingo 10 de enero: “David Bowie ha muerto en paz hoy rodeado de su familia, después de una valiente lucha de 18 meses contra el cáncer. Mientras muchos de vosotros compartiréis la pérdida, pedimos respeto a la privacidad de la familia durante su tiempo de dolor”.
“Bowie siempre hizo lo que quería hacer, y quería hacerlo a su manera y de la mejor manera. Su muerte no era diferente de su vida — una obra de arte—. Blackstar fue para nosotros su regalo de despedida. Yo sabía desde hace un año que esta era la manera que sería. Sin embargo, yo no estaba preparado para ello. Él era un hombre extraordinario, lleno de amor y de vida. Él siempre estará con nosotros. Por ahora, es apropiado llorar”, explicó su productor de toda la vida Tony Visconti.