«Un día estaba afuera del estudio, el otro adentro, y después a John (Lennon) le faltó poco para llevarla junto a su cama», era el proceso que describía Geoff Emerick de la abrupta llegada de Yoko Ono a la vida de los Beatles. Nunca lo admitieron públicamente, pero el ingeniero de los «Fav Four» apuntó en su biografía que Paul McCartney y los suyos siempre estuvieron molestos; según ellos no correspondía que una persona anexa al proceso creativo-musical se entrometiera. El resultado —junto a otros varios factores— terminó por reflejarse en la tapa de los diarios de un nublado día de 1970: The Beatles llegaba a su fin.
Y si bien muchos apuntan a ella como la gota que rebalsó el vaso ante la separación de los hombres tras «Love me Do», Yoko es una voz de peso al referirse al conjunto, incluso a pesar del poco tiempo que convivió con ellos. Así lo hace frecuentemente en su popular columna del US Weekly, «25 Cosas que no sabías de mí», en la que, entre otras cosas ha revelado cual es su disco favorito de los Beatles.
«No sé si la gente me odiará por decir esto, pero yo siempre preferí ‘The White Album‘ a ‘Sgt. Peppers Lonely Hearts Club Band’. No me malinterpreten, me encanta ‘Pepper’ también», manifestó la artista visual. Algo que no debería sorprender: en «The Beatles» estuvo bastante involucrada, incluso aportando voces en varios temas. No así en ‘Sgt. Peppers Lonely Hearts Club Band’, un disco con un notorio «enfoque McCartney», o «Revolver», que contó con la magistral mente de George Harrison y la dupla Lennon-McCartney en su máximo esplendor.
Actualmente Yoko se recupera en el edificio Dakota de Nueva York de la deshidratación y el cansancio que llevaron a su médico personal a recomendarla que fuera a un hospital para hacerse un chequeo. Varios medios incluso especularon un derrame cerebral.
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