Por Lily Molina
Olvidemos la preocupación del pop por reinventarse. Desde su avance impulsado por Youtubeel 2010, el dúo de rap rave sudafricano Die Antwoord se han inclinado por un aspecto distintivo, como hacia un rap más jugado. El rapero Watkin Tudor Jones AKA Ninja, viste boxers, varios tatuajes con una pinta desgarbada, y la rapera Yolandi Visser AKA ¥o-landi Vi$$er, luce un corte de pelo como el del músico inglés Dave Hill de Slade en un color platino llamativo. Ambos aparecen en Chappie, la nueva película de ciencia ficción de Neill Blomkamp, luciendo de la forma que lo suelen hacer siempre, el perfecto atuendo para una distopía en un futuro cercano.
La trayectoria en la carrera de Die Antwoord ha sido tan impecable como su música. La mezcla de alcopop del rap africano gutural de Ninja y el canto como de un robot bebé de Visser ha significado confrontación desde el primer momento, como si se estuviera hablando de una mezcla de posturas recelosas y acusaciones de apropiación cultural. Su más reciente trabajo, DonkerMag del 2014, no se desvía mucho de la fórmula, pero esta exitosa gira sugiere que encontraron una receptiva audiencia en Chile, o que su reputación de shows en vivo dementes les precede.
Había terminado recién la presentación de los suecos Ghost en el ACER-WINDOWS 10 Stage, y ya la gente se estaba aplastando adelante para poder estar lo más cerca posible de este dúo de electro rap que tenía fijado su show para 45 minutos después. Y cuando ya llegó la instancia de irrumpir en el escenario, Leon Botha, un pintor sudafricano y DJ, así como uno de los sobrevivientes más viejos de progeria apareció en la pantalla gigante del escenario, para dar la bienvenida al DJ Hi-Tek, a Yolandi y Ninja, quienes vestían unos buzos naranja flúor con capucha. “DJ Hi-TekRulez” del TEN$ION, lanzado el 2012, fue lo que comenzó esta verdadera revelación del festival.
Como si de una obsesión infinita de Yayoi Kusama se tratara, en la pantalla del fondo del escenario, en repetidas ocasiones, se podía ver falos gigantes de colores, que hacían movimientos entre graciosos y pornográficos. Y una de las cosas que quedó en la duda es si efectivamente Yolandi se equivocó y pensó que estaba en el país vecino al decir “Gracias Argentina”, algo que la mayoría prefirió catalogar como una broma solamente, y que en realidad quedó en segundo plano, dejando a la sensualidad y el contacto con el público como protagonistas.
“Ugly Boy” del DonkerMag, que usa un sample de la canción “Ageispolis” de Aphex Twin, fue una de las canciones más celebradas por todos, mientras se transmitía el bizarro videoclip del tema, con la participación de la modelo Cara Delevingne, Marilyn Manson, Flea de Red Hot Chili Peppers, el actor Jack Black, entre otros, lo que transformaba en una verdadera fiesta al escenario ACER. Y como la personalidad de Ninja no conoce límites, no tuvo ninguna complicación para bajarse los pantalones en medio de una canción y ‘hacer cara pálida’. “Este es Ninja de Africa” espetaba el rapero.
Hace un tiempo, Die Antwoord compartió escenario con Johnny Depp y Marilyn Manson, ocasión que Ninja aprovechó para tirarse al público varias veces, y ahora en la edición chilena del Lollapalooza no iba a ser la excepción, porque durante “Pitbull Terrier”, Ninja con su máscara de perro Pitbull saltó sobre la audiencia, enfervorizando aún más el ambiente.
Lo que se estaba viendo era un show de rap electrónico y hip-hop alternativo, no un concierto de trash metal o de rock donde los mosh son una práctica que no puede faltar, no obstante, durante la locura desatada con Die Antwoord se vieron mosh entre el público, y el hit “Baby’son Fire” mantuvo el baile y la verdadera fiesta formada en el ex PlayStation Stage bajo una luna llena.
“I Fink U Freeky” fue otro de sus temas aclamados que sonó, entre bailes y agite muy histriónico, como se pueden apreciar en el video de esa canción. Con un registro vocal muy agudo, la rubia de pelo largo se mueve enérgicamente. Va de un lado a otro y visto desde abajo se siente la energía que hay entre ellos, tienen total entendimiento escénico. Hay equilibrio entre sus acrobacias y sus raps que terminan con algo de dubstep. Y ya casi llegando al encore, Ninja volvió a tirarse sobre las cabezas de los fans.
Pero una de las partes más jocosas y raras del show fue durante el encore, cuando de pronto, al terminar “Enter the Ninja”, el rapero empezó a quitarse la ropa para lanzársela al público, como las zapatillas, los pantalones, polera, todo, hasta quedar totalmente desnudo. Así fue como se cerró la sexta edición del Lollapalooza, con un show que hipnotizó al público con este hip-hop con sonidos étnicos, cantado no solo en inglés, sino que también en sus lenguasafrikáans y xhosa. Y con una estética que intenta causar repulsión también, al mostrar cosas que podrían considerarse como abyectas o fuera de lo común, lo que se aprecia muy bien en sus videos, en lo que exponen en las pantallas durante los conciertos o en su extraña forma de vestir. Una verdadera excentricidad en su máxima expresión.