“Respiren profundo y olviden sus problemas durante una hora y media”, nos decía Li Saumet, segundos antes de que hiciera su entrada triunfal ante un Teatro Caupolicán repleto. Y es que el fenómeno de Bomba Estéreo tenía su primera prueba de fuego en Chile, ya que ésta sería su primera presentación en un recinto de mayor envergadura y como verdaderos protagonistas, sin estar teloneando a otra agrupación o siendo parte de un festival masivo.
De este modo, las expectativas previas que se podrían haber tenido fueron completamente sobrepasadas desde el minuto uno. El ritmo caribeño inundó el recinto con una fiesta que hizo bailar a todos los presentes, envolviéndolos en una atmósfera llena de color y sabor, acompañada de una estética en el escenario que nos transportaba directamente hacia la selva, con plantas que fueron colocadas como decoración y la pantalla gigante, que servió de telón para mostrar diversos animales, como serpientes y pájaros en colores fuertes y fosforescentes. Ideal para viajar a otra dimensión.
Y es que el plan de Bomba Estéreo era hacer disfrutar a su público sin prestar ningún minuto de descanso. Tras mostrar un intro invitando a crear conciencia sobre nuestro planeta y el uso indiscriminado del plástico, Li, vistiendo un traje de color verde metálico, comenzó a dar su cátedra de meditación y relajación al ritmo de “Caribbean Power“, haciendo que el público en la galería inmediatamente dejara su asiento y se sumara al baile colectivo. A esa altura, el Caupolicán ya estaba completamente a sus pies.
“Amar Así” y “Ayo” fueron los primeros cortes pertenecientes a su último álbum lanzado a mediados del año pasado, trabajo discográfico que refleja aún más clara esa intención de mezclar ritmos típicos latinoamericanos, con la cumbia, el reggae y la electrónica, un camino que fueron cimentando poco a poco y que los ha llevado a la cima mediática que se encuentran en estos momentos.
“Respiren profundo, inhalen y exhalen”, repite constantemente Li, como si de verdad nos encontráramos en una especie de terapia o clase de yoga, y aunque te hable personalmente, te hace olvidar que te encuentras en un recinto con más de 4 mil personas. Aquí la energía que corre es la misma para todos.
Con una pequeña pausa, la cantante retorna al escenario con un cambio de vestuario más ligado a lo que se vive esa noche. Un vestido multicolor y una peluca frondosa bicolor, hace recordar en algunos pasajes la energía desplegada por la difunta Celia Cruz. Y es que el sabor latino es lo primordial, y eso Bomba Estéreo lo proyecta en todo su esplendor.
Li vuelve a recordar su mantra, aunque le agrega un pequeño cambio. “Llegamos al orgasmo en conjunto”, señala junto con pedir que ahora, la liberación sea total. Si hasta ese minuto el show había sido un verdadero coro, ahora se transforma en una caldera hirviendo al son de “To my Love“, la “Cumbia Psicodélica” y “Fiesta“, ésta última que destaca por la afamada colaboración con Will Smith.
Plátanos y frutas varias vuelan sobre el público en son de agradecimiento, mientras la agrupación colombiana desplega dos de sus más grandes hits: “Fuego” y la esperada “El alma y el Cuerpo”, canción que se encarga de cerrar una noche mágica y colorida, con un show que más que espectáculo, se encargó de ser una verdadera meditación musical. “De nada sirve un alma sin un cuerpo y de nada sirve un cuerpo sin un alma”, señala Li, y pucha que Bomba Estéreo demuestra que tiene un cuerpo saludable y un alma capaz de llenar de luz a todo lo que se cruce en su camino.
Por Luz Venegas.
