@narropal es un misterio. No tiene una identidad personal, es @narropal, un perfil de Instagram que no tiene género, no tiene cara y no tiene nombre más que el que podemos ver en su biografía: “: )“. Se ha insertado en Instagram como una misteriosa figura que ronda entre lo artístico y la cultura del meme. Su propuesta es sencilla pero cargada de opinión: reinterpreta portadas musicales chilenizando su contenido. Lo interesante de lo que nos presenta en su plataforma no es sólo el factor cómico que le podamos encontrar a estas nuevas imágenes, sino también la seriedad con la que las podemos leer. La cultura pop chilena se mezcla con el artwork para catalizar una imagen potente que pone justamente la “identidad chilena” como el centro de la propuesta. Desde Sonic Youth hasta Idles, desde St. Vincent hasta Kendrick Lamar, lo ha chilenizado todo… y lo seguirá haciendo.
Nos parece relevante destacar este proyecto no sólo por la potencia que ha alcanzado dicho perfil, sino cómo las imágenes que han surgido en estos últimos meses vuelven con otra forma, otro sentido. Poner a esta cultura chilena “penca” en primera plana es simplemente un acto artístico consciente, y es por eso que hemos intentado descifrar a este proyecto. Hace días nos sentamos con el agente detrás de @narropal para conversar sobre todo aquello que ronda su Instagram: la cultura pop, los memes, la música y Santiago como la fuente de constante imágenes salvajes.
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“Suena estúpido igual pero es como la cultura pop de hoy en día”
Fue en el Boulevard Alameda, ahí nos enfrentamos al enigmático de las redes sociales. Como cualquier introducción casual, @narropal rápidamente se siente amigable. La fluidez de la conversación previa nos llevó naturalmente a preguntarle por el inicio de su proyecto y cómo es que nació esta plataforma: “cuando yo empecé no le dije a nadie, o sea lo hice yo solo, no le compartí a nadie y no me seguía nadie. Después comenzaron a seguirme amigos míos y ahí cacharon que era yo. Partió porque con un amigo nos mandábamos memes, terrible’ tontos, y después empecé a hacer memes pero que no se los mandaba a nadie, solo a él. Y había una portada del Iggy Pop, este álbum que es amarillo“. @narropal aquí se refiere a la portada de “Lust For Life” la que menciona contiene un parecido especial al rostro de Piñera, haciendo esta primera referencia como punto de partida a esta travesía por la cultura pop y comedia digital. Agrega que “como que siempre me ha gustado mucho la volá de los memes, siento que aunque sean chistosos tienen más trasfondo. Suena estúpido igual pero es como la cultura pop de hoy en día. Y hay memes que traspasan la línea entre meme y como que se transforma en algo artístico, que tiene que ver con chistes internos, internet; me gusta caleta esa wea“.
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Toda esta narrativa comienza no por azar, ni por meras intenciones de viralidad, sino que comienzan como una forma de combatir la depresión. “A finales del 2018 estaba con depresión, no salía de la casa, me dieron crisis de pánico, entonces empecé a hacer imágenes, pero solo pa’ mi ¿cachai? Después dije ‘ya, las voy a subir pero no quiero que nadie las vea: voy a hacer una cuenta y no voy a seguir a nadie, o sea, voy a seguir a gente y si me siguen bacán sino, no me interesa’. Y ahí empecé a archivar imágenes que veía como de weas chilenas, y que las tenía en mi mente. Entonces después veía un álbum y me acordaba de esa imagen. Como que era una wea que, como ya no salía de la casa porque me daban crisis de pánico, hacía esto porque me relajaba; pasaba buscando imágenes y era muy relajante. Quería hacerlo pero quería que fueran inteligentes, así que empecé a hacer más“. En este sentido, las imágenes del artista encubierto son una forma de resistencia, de que la mente no caiga en un juego de crisis sin salida, y quizás también aquello sea una forma de conectar con receptores chilenos y generar una plataforma de constante retroalimentación.
La conversación fue guiada hacia el poder político que contienen las imágenes que transforma en portadas y cómo es que se podría leer esta chilenización de lo anglo, a lo que recuerda las palabras de Jorge González y la cualidad “penca” de lo chileno. “Estoy de acuerdo en algo que decía Jorge González y es que el chileno siempre se ha encontrado penca a sí mismo, y es un trauma que todos nosotros tenemos, que nuestros papás tienen desde la dictadura. Que si es extranjero es bueno, y que si es chileno no, vale caca“. En este sentido entra la cultura guachaca, propiamente chilena, la televisión, los medios y los realities que se muestran como la cultura de lo penca. “Quería agarrar eso que es la cultura de la basura chilena, que es en realidad todo, como la idiosincrasia de Santiago, que es una mezcla tan rara. Por ejemplo, si vas a Valpo, igual tiene un alma, que es pintoresca, paisaje y puerto; Santiago es como una weá cochina, ensuciada por la tele, la farándula, los políticos rancios. Y eso es asqueroso, pero igual siento que tiene identidad aunque sea horrible. Pero igual me carga eso del típico chileno, porque es como raro, es como reírse de eso pero también sentirse orgulloso de lo malo; tampoco es bacán“.
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Aquella cultura basura de alguna forma u otra se transforma en meme, en unas imágenes que ronda por las historias o el inicio de Instagram, en este sentido @narropal piensa en que aquello es justamente la gracia de su trabajo, una imagen que se encuentra entre lo artístico y el shitpost. “Si produce algo en alguien, con eso me basta. Pienso ahí que me inspira como lo que hace Nicanor Parra, que la anti poesía es como shitpost; yo me cago de la risa con Parra, y él no sé cómo lo habrá visto, era súper bueno pa’ huevear. Ahí depende todo de cómo lo ve la gente; entre que me han compartido en páginas de memes, como también en revistas de música“.
De esta manera, piensa en cómo el artwork de los álbumes es una de las partes esenciales de lo visual en un artista, no tiene que ver sólo con la música, sino más bien en un proyecto artístico en todas sus aristas. “Puede que sea obvio pero si yo veo un disco bacán y la carátula es mala, me mata las pasiones. Siento que no está completo, que no se pensó en un álbum sino en una recopilación de temas. Y yo soy fanático de los álbumes, me gustan mucho, y artistas como Tyler, The Creator se preocupan mucho de ese aspecto estético; Kendrick Lamar también, se nota por ejemplo al principio que las carátulas eran muy de rapero genérico, pero cuando comienza a preocuparse más de la estética que va alrededor de la música, es cuando realmente saltó a la fama.” Entre portadas icónicas chilenas hoy podemos encontrar a Mon Laferte con su más reciente “Norma” que pregna como un manifiesto de su vida y la misma cultura chilena, o Camila Moreno por ejemplo, en donde expresa que “la portada de Panal no me gusta tanto, es como una foto media rara no más; mientras que el Mala Madre tiene algo más“, algo que podemos llamar decisión artística consciente.
“Imagínate la gente le diera consejos a Quentin Tarantino”
Para la persona detrás de @narropal, el futuro es incierto. “Me gustaría seguir haciendo portadas, de hecho, hartos me han hablado ya pa’ proyectos para que participe en la portada. Quiero ir por ese camino, como también gente en algún momento me pidió poleras“. Así, la autoría también es un gran problema cuando hablamos de poleras y portadas originales “Nadie valora el diseño. Por ejemplo, he visto varias personas que suben las portadas cuando van a lanzar los álbumes, y etiquetan al artista. Antes no podías etiquetarlo en la portada; quizá salía pero nadie iba a leerlo. Con instagram y las redes se puede hacer que la gente lo vaya a notar”.
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hace mucho tiempo hice esta misma, pero me quedó tan fea que la borre 🙂 Lucas Turner (?) :€
Aquí volvemos al arte y lo que esa “Industria” significa y cómo es que nosotros como receptores de arte nos posicionamos ante las imágenes. “Siento que uno como consumidor de arte no sabe lo que quiere, uno está dispuesto a recibir lo que venga. Entonces cuando la gente pide cosas y el artista se ve muy influenciado por eso, a nadie le termina gustando; imagínate la gente le diera consejos a Quentin Tarantino y le dijera ‘no weón, tenís que poner más esto’. No, a nadie le terminarían gustando. Uno no sabe realmente lo que le gusta, a uno le gusta el artista, como es él naturalmente. Entonces me motivaba para hacer cosas, pero también pensaba que si no me gusta esto, pierde todo el sentido. Si a mí no me gusta, a nadie le va a gustar. Caché que mi forma de hacer arte, es que tengo que pensar en mí primero; tiene que gustarme y satisfacerme, y si después eso logra algo con las demás personas.”
La identidad de este enigmático y ecléctico personaje del internet chileno: el personaje sin rostro. De esta manera, el proyecto anónimo se sostiene gracias a las imágenes, no por la identidad de la persona, no es quién soy, más bien qué es lo que estoy viendo como consumidor. “Me gusta que nadie sepa quién soy. Nadie puede decirme nada; es algo que está viviendo por sí solo. Yo no quiero que la gente me conozca como eso, porque soy más que eso según yo; estoy haciendo música, y con lo que voy a vender voy a ocupar la plata para hacer un álbum, trabajando paralelo. Yo soy ese más que Narropal, según yo.” Así es que @narropal continúa siendo un misterio sin revelar, un enigma que pone en jaque la cultura popular chilena y la pone en el centro del shitpost, la cultura chilena es, entonces, un entero repositorio de memes para nuestra generación.
Por Bastián Naveas e Isidora González.