Charlie Watts, el legendario baterista del grupo británico The Rolling Stones, falleció hoy a la edad de 80 años. El músico había confirmado a principios de agosto que se saltaría el resto de la gira No Filter, luego de someterse a una cirugía médica no especificada.
Desde sus inicios en la banda en 1963, reemplazando a Carlo Little, Charles Robert Watts ha sido el percusionista de la banda por excelencia, participando en las sesiones de grabación de cada uno de sus álbumes. Watts trabajaba previamente como diseñador gráfico, mientras participaba también bandas como The Jo Jones All Stars y Blues Incorporated. El entonces joven artista era un entusiasta del jazz, influenciado por artistas como Charlie Parker.
Contrario a la popular imagen salvaje de Mick Jagger y Keith Richards en los medios de prensa, Watts siempre resaltó por su personalidad más tranquila, distante de la vida de las celebridades. Casado en 1964 con Shirley Ann Shepherd, el instrumentalista tuvo una hija, Seraphina, cuatro años más tarde, y nunca se divorció. También destacaba por su relación tempestuosa con las giras y sus contribuciones visuales (tales como dibujos y caricaturas) al arte gráfico en los discos de los Stones.
Previo a su operación reciente, los únicos problemas de salud enfrentados por el baterista fueron un período de adicción al alcohol y las drogas a mediados de los años 80’s, y un cáncer de garganta sufrido en 2004, por el cual recibió quimioterapia.
A su partida, Charlie Watts deja un gran legado lleno de apreciación a la energía que brindó a los Stones, sumado a su maleabilidad y aptitudes para una percusión cargada de matices jazzeros. La publicación estadounidense Modern Drummer lo sumó en 2006 a su Salón de la Fama junto a los bateristas más aclamados de todos los tiempos. Robert Christgau, célebre crítico musical, lo calificó como “el más grande percusionista del rock”.
— The Rolling Stones (@RollingStones) August 24, 2021