Los Non Fungible Tokens o NFT´s por sus siglas en inglés, son la versión digital de lo que hoy conocemos como piezas de colección. En esta nueva forma de transacción, lo físico no existe, ya que solo son piezas de colección digitales que pueden materializarse en cosas que van desde una simple pieza de diseño amateur, hasta una gran obra musical, como en el caso de la excéntrica Grimes, solo por nombrar un ejemplo.
En pocas palabras, los NFT´s (que te seremos sinceros, no supimos como traducir armoniosamente al español) son básicamente activos digitales. Lo más similar que hemos tenido hasta el momento son las criptodivisas o bitcoins. Sin embargo, esta propuesta transaccional futurista va más allá, y aplica su activo o su valor, en la reserva de objetos orientados a la colección.
¿Recuerdas cuando coleccionabas tazos? Bueno, los NFT´s son algo así como esas entrañables de plástico. Lo interesante, es que los NFT´s están, lentamente, aplicándose en la Industria de las Artes, por lo que ahora podrías comprar un NFT´s puesto a la venta por un artista y coleccionarlo. ¿Qué es lo que viene con ese NFT´s? Eso es lo genial.
Los NFT´s pueden tener de todo: una canción, una obra de arte, un sello, una carta Pokémon, monedas, entradas para el cine o un concierto, lo que sea que el vendedor o vendedora puso en el NFT. El rollo, es que a diferencia de los tazos, estos NFTs son únicos. Es decir que si tú tienes uno, nadie más lo tiene. Si obtuviste un NFT con una canción dentro, es muy probable que la canción no exista en otro NFT. Ahora espera, porque la cosa se pone aún mejor.
Eres dueño del material
Imagina ese concierto que cambió tu vida, ese del que aún guardas la entrada. Bien, los NFTs contienen información similar a ese ticket: información sobre el comprador, la fecha del evento, su ubicación y, al igual que el ticket, los NFTs son únicos, personales e intransferibles. Es decir, que solo tú y nadie más que tú es dueño de ese NFT y, por ende, la colección que allí se aloje.
Además, eres dueño del material, es decir que si dentro de un NFT venía una canción, la canción ahora es tuya. No pagas por la licencia de utilizar la canción, pagas por ser dueño de la canción.
Los NFTs, por ende, son únicos y extraños, por algo son dignos de ser comparados como material de coleccionista. También son indivisibles, es decir que no los puedes partir ni fraccionar (como sí se puede hacer con las criptodivisas). Son indestructibles, ya que los datos de un NFT se almacenan en algo llamado «cadena de bloques» a través de un contrato inteligente (Smart Contract), lo que hace que no se puedan destruir, eliminar o replicar; eres dueño absoluto; y, por último, son verificables, se puede saber quién es el propietario, quién es el creador original, y por cuántos dueños ha pasado.
Ejemplos en la música sobre NFTs, son recientes y escasos, pero de seguro esto comenzará a subir de a poco. Hace solo unos días, Grimes, vendió material mediante NFT y se llevó a los bolsillos seis millones de dólares en puro material digital… en 20 minutos.
Por otro lado, este viernes 4 de marzo, Kings of Leon lanzará su álbum «When You See Yourself» en formato NFT o «token», y ofrecerá tres tipos distintos de NFT: uno con beneficios random para los fans, algo así como una edición especial del álbum, otro token que tendrá entradas para conciertos en lugares privilegiados y, por último, otro con material audiovisual exclusivo. Uno de estos NFTs está avaluado a 50 dólares o unos 40 mil pesos chilenos.
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