Estamos viviendo la rabia desde nuestros mismos corazones.
Nuestra pasión es la música, pero es inevitable no comentar el contexto social, no podemos apartarnos a lo que nos está pasando como País. Esta inoperancia y decadencia político – social en la que nos han metido esta seguidilla de Gobiernos post Dictadura es insostenible.
Sumado a esta falta de gobierno, los medios de comunicación tienen un amor violento por el vandalismo, la cobertura se desvía a actos particulares (e históricamente tradicionales) que nublan el fondo del tema. Es por ello que, cualquiera que posea un medio de comunicación o un alcance mayor al normal debiese utilizarlo como fuente de información. Por eso nuestro pequeño aporte. Nos es imposible desentendernos.
“La historia, la historia se escribe en la calle”
Nacimos el 2011, junto al movimiento estudiantil, hoy tenemos la misma rabia acumulada y tenemos el descontrol en nuestras manos. Recordemos que en ese entonces, teníamos una calidad de nuevos artistas increíbles, los que se unieron a los problemas sociales y fueron parte activa de las manifestaciones. Hoy en día es difícil ver a nuestros nuevos músicos de la misma forma, lamentablemente algunos hacen música para el oído masivo (cosa que no está mal, pero es inconducente en una sociedad tan enferma como esta). Y no es que le estemos pidiendo una canción de protesta, sino más bien una posición clara, pero bueno, es lo que tenemos. Lo positivo es que las y los grandes estándares de la música chilena sí han tomado posición (como siempre) y se han pronunciado al respecto, gracias por eso.
El escenario pareciera tornarse difícil, pero estamos convencidos de que el pueblo unido jamás será vencido. Muchas gracias a las y los estudiantes por dar inicio a esta “desobediencia civil” y, también, a las y los que se paran hoy en las calles en señal de protesta. ¡Arriba los que luchan!