Después de un magnífico EP como fue “Mystic Crow” los franceses Cheap Wine empezaron a llevarse un puñado de elogios llevando ese heavy psych blues con el aroma más clásico a mucho de sus grandes directos pero eran muchos los que querían conocer una continuación a todo esto y por fin la espera durante esos 3 años de silencio, ha llegado a su fin.
“Sad Queen” es su nuevo trabajo de estudio y si les fascino su primer EP, lo de este nuevo trabajo ya es para quitarse el sombrero, es como entrar en uno de esos humeantes garitos de Nueva York de la época y disfrutar del show que ofrecen la banda que actúa ese día. Cuando la verdadera música se apreciaba de verdad y había locales dónde disfrutar de una noche de ensueño. Todo esto hace Cheap Wine, quiénes te sumergen en su máquina del tiempo y te transportan a aquellas inolvidables épocas.
El nuevo álbum viene reforzado con 5 excelentes piezas, siete en total si quitamos sus interludios, dónde la magia y el buen hacer de los de Clermont se ofrecen para una de las mejores sesiones de classic rock de este 2016.
Podemos decir que estamos ante otro EP de los galos y aquí es dónde viene tal vez el punto negativo, porque lo que hemos escuchado hasta ahora con sus dos discos, en ambos casos ha pasado exactamente lo mismo. No solo han pasado del tirón sino que te dejan con esa sensación de querer más, de que justo cuando te estaba empezando a encandilar, es cuando se acaba el guion de esta ópera musical.
Este nuevo “Sad Queen” muestra diferentes caras, la gran labor a los mandos de la sección rítmica de la banda en los momentos más frenéticos y de más chicha y por supuesto la destreza de Valentin Contestin a la guitarra en esos épicos compases blues, sacados de dónde se originó la madre del cordero, de esa Chicago de los años 40 y 50, como una jam session entre Howlin’ Wolf, Muddy Waters, Willie Dixon o Jimmy Reed, por citar algunos.
Tampoco se me olvida un miembro esencial de esta banda, el señor Mathieu Devillers, suyos son los momentos mayúsculos que aporta no solo con su fuerza vocal sino a las teclas del theremin haciendo nuevamente, de la música cosechada por Cheap Wine, como algo totalmente atemporal.
“Sad Queen” es grande por muchos aspectos, desde el soul de “Flowers”, los riffs que engancha “Cyclothymic” y dos iconos del mejor blues que sirven como mejor escaparate al disco; su cierre “Yesterday’s Dream” o “The Rambler”. Incluso una pieza como la que lleva el nombre del disco, te arropa con ese cálido manto psicodélico, flautas de por medio, al más puro estilo de los mejores Jefferson Ariplane.
Mayúsculo trabajo el de los franceses que vuelve a levantar la abanderada escena francesa. Muchos son los proyectos, de todo tipo de géneros, que vemos salir de una cuidad como París, pero el rock clásico inducido por Cheap Wine solo se escucha cuando entran al estudio de grabación. Son únicos, con un sello personal, y como tales, todo lo que tocan lo convierten en oro macizo como hacen en“Sad Queen”.