Un nombre como “Cigarettes After Sex” puede sonar en extremo pretensioso, casi una caricatura de la bohemia, o como el nombre que le pondrías al primer single de esa banda que tenías a los 15 y cuyo setlist se componía en un 50% de temas de The Cure o The Smiths. Pero no, aquí no caben los prejuicios ni las asimilaciones apresuradas, pues desde el primer segundo en su efímero pero exitoso primer EP, te das cuenta de que se siente casi tan parecido como aquella exquisita languidez que deja un apasionado encuentro íntimo.
El dream pop que Greg González y compañía lograron moldear, se encuentra perfecto para acompañar cualquier experiencia melancólica, suave o armoniosa. Las atmósferas que pueden crear con aquella voz frágil y guitarras espectrales son de una sutileza poética increíblemente ejecutada, que pese a estar en un tardío 2017 y abunden las salidas rápidas hacia lo cliché, logran cultivar una autenticidad que necesitamos destacar. ¿Hace cuánto que no pasaba eso con el desamor, el sexo y la tristeza?
Durante este año, los tejanos lanzaron su primer larga duración con el riesgo de no ofrecernos más de lo que sus primeros singles ya nos habían dejado. Pero nuevamente dar por hecho la experiencia se transforma en pecado. El homónimo de Cigarettes After Sex transformó en certeza, aquellas impresiones levantadas casi anónimamente en el ciberespacio con alcances como “K”, “Nothing gonna hurts you baby” o “Affection”.
Lo que evocan aquellos primeros tracks liberados, son frases como “eso ya lo había escuchado en alguna parte”, y es que pese a ser una banda formada en 2008, rescatan increíblemente bien la nostalgia ochentera de muchos pioneros del estilo. Sin embargo, las letárgicas sonoridades de su primer álbum de estudio explican a cabalidad de qué se trata todo esto ni su dirección específica. No son otro tierno intento de shoegaze, no buscan el símil, si no que el evocar sensaciones, una invitación bastante acertada en géneros ambientales como de los que ellos se apropian.
¡Dan ganas de sufrir! Ellos hacen que sufrir se sienta bello, casi cinematográfico. Es la musicalización de esa tragedia que se esconde después hechos como la culposa vuelta al el primer amor de tu vida, cuando te inunda una tristeza alimentada por recuerdos exuberantes, y que se expone en la desnudez física y mental, previa al abrazo final que se sumerge en la nostalgia. “Tus labios, mis labios, apocalípsis”.
Para corazones rotos o en profunda conexión, te invitamos a alimentar todo ese festín de emociones en el show que Cigarettes After Sex hará en el Festival en Órbita este 16 de diciembre en el Planetario de la Universidad de Santiago. Una instancia que también contará con charlas, exposiciones y conversatorios encabezados por los artistas que participarán de esta notable muestra. Todo aquello para sumergirnos en el sonido y finalmente entrar en la Órbita multi-dimensional.