Truenos, rayos y relámpagos eran el telón de fondo. Las nubes se abrazaban con el sol, eclipsándolo en la oscuridad. El campo estaba dispuesto, con tierra a sus alrededores y miles impacientes: temblorosos, como si se tratara de una primera cita. Con puntualidad británica, el conjunto conocido como ‘Depeche Mode‘ saldaba una deuda de más de 15 años con Chile. Las melodías de In Chains del disco Sounds of the Universe alentaban a la emoción, al reencuentro espiritual con el alma y todos los impulsos más allá del entendimiento racional. Una postal resumida en su último tema, Waiting for the Night, con Dave Gahan y Martin Gore calmando los ánimos bajo cierto toque chamánico. Más de 7 años desde el último encuentro en nuestro país, y los padres del rock con toques eléctricos ya alistan su largamente esperado retorno.
Daniel Grinbank, productor trasandino de extensa trayectoria, y encargado de la producción de eventos como los de Paul McCartney, U2, Nirvana, Roger Waters y Arctic Monkeys, reveló en entrevista con el programa radial La Vuelta de Zloto, que la visita de los padres del rock con tintes electrónicos se materializará en nuestro hemisferio en marzo de 2018, corroborando así los rumores que hablaban de una eventual ‘postergación’ por motivo de fechas en Norteamérica. La visita además, no será en el marco de un festival.
En esta ocasión, los oriundos de Basildon, llegarán con el registro número 14 de su historia. Producido por el integrante de Simian Mobile Disco y permanente colaborador en Arctic Monkeys y Foals, James Ford, la pieza de 14 tracks, ofrece una suerte de ‘evolución Delta Machine’, acaparando un sonido oscuro y etéreo.
“[…] entre los 12 cortes que lo integrarán no hay ninguno sin embargo que se aproxime al primer sencillo en esa intensidad concentrada y preeruptiva que hacía salivar a los nostálgicos del perfil con más mordiente de Depeche Mode”, explica ElDiario, citando a la agencia EFE que tuvo acceso al álbum.
“Cargado con capas y capas de sintetizadores, muy pocas guitarras y baterías electrónicas (groove box, plug ins, samplers, etcétera, las composiciones del emblemático Martin Gore se decantaron más que nunca por elevar y dejar suspendida en el aire a la voz de Dave Gahan, que suena poderosa, casi sin desgaste. En este disco la voz de Gahan no suena ni cascada ni raspada, esta en toda su plenitud”, continúa.
“Las melodías creadas por Gore, siempre tomadas de las raices del blues pero esta vez un tanto opacas, es cierto, aparecen a cuenta gotas y dejan a uno con ganas de más, sobre todo por el uso de sintetizadores monofónicos, propicios para este tipo de arreglos en los que no se utilizan acordes y los tonos sueltos se proyectan con una profundidad analógica, trascendiendo lo material para formarse, ahora sí, en lo intangible del éter musical”, expone por su parte el portal trasandino Télam.
“El principal compositor y letrista le pone la voz a dos canciones: “Eternal”, una suerte de canción del sur italiano, reformulada en Inglaterra con un acordeón sintetizado, y “Fail”, la pieza que cierra el álbum, en la que, por le contrario, pareciera hacerle un guiño a “I Robot” de Alan Parsons, con un diálogo entre teclados robóticos y metálicos”, agrega.
Este álbum que llegará tras el fin de una trilogía iniciada en 2005 junto al leal pulso del productor Ben Hillier: un cambio de enfoque si se gusta, o incluso sonoro que vio cómo tres músicos que sobrepasan los 50 años maduraron creativamente; Playing the Angel, Sounds of the Universe, y Delta Machine son sus frutos, unidos bajo una electrónica sofisticada, de potentes letras y toques de oscuridad.
Otro factor a tener en consideración de cara a esta nueva aventura discográfica es la racha creativa por la que atraviesan: Dave Gahan editó en 2015 su segundo álbum junto a Soulsavers; en el mismo año Martin Gore experimentó con la música instrumental en MG; y Martin Gore concretó una pequeña gira por clubes europeos bajo la faceta Dj Set.
Depeche Mode fue formada en 1980 por Vince Clarke, Andrew Fletcher y Martin Gore, a quienes se unió poco después David Gahan. Tras su álbum debut Speak & Spell en 1981, Clarke dejó el grupo y fue sustituido por el músico Alan Wilder, quien permaneció hasta 1995.
Son considerados los “padres del rock electrónico”, e incluso tildados de revolucionaron en el uso del sintetizador como instrumento y del sampler como recurso musical, así como de la realización de videos musicales. El conjunto ha vendido más de 115 millones de álbumes, 3 sumando el total de ventas de sus discos en todo el mundo, incluyendo sencillos, convirtiéndose en el más exitoso grupo de música electrónica en la historia.