Época de premios. Hace unas semanas fueron los Grammy, hace días los NME, y el próximo fin de semana llegará el turno de los más codiciados y respetados: los Oscar. No obstante aquello un galardón que suscita especial atención son los Brit Awards, y no es para menos; la escena del Reino Unido siempre tiene algo que decir, una propuesta fresca que mostrar, y una revolución que iniciar. Lamentablemente este año el “conservadurismo” se impuso por sobre todo lo demás.
La gran triunfadora de la noche fue Adele, quien se hizo con las categorías de Mejor Cantante Femenina, Mejor Single (por “Hello”), Mejor Álbum del Año (por “25”), y Suceso Global. Coldplay y James Bay también alzaron los brazos al ser considerados El Mejor Grupo Británico, y Mejor Solista Británico respectivamente.
En tanto, lo más criticado por fans y prensa especializada fue el reconocimiento como Mejor Video a One Direction (por “Drag Me Down”), y la elección de Justin Bieber como el Mejor Artista Internacional, por sobre verdaderos fenómenos del año recién pasado: Drake, Father John Misty y Kendrick Lamar.
A contrario sensu, los aplausos se hicieron sentir con Tame Impala (Mejor Banda Internacional), Björk (Mejor Solista Femenina Internacional) y Catfish And The Bottlemen (Revelación del Año).
“Estaba feliz por todas las personas en nuestra mesa, el sello discográfico y esas cosas. Son los que han puesto todo el esfuerzo para llegar al siguiente nivel. Esta clase de cosas [el premio] es un símbolo físico de ese tipo de cosas. El Reino Unido fue el primer lugar a donde fuimos en el extranjero. Siempre ha sido muy especial”, expresó Kevin Parker a DIY sólo minutos después de haber recibido la estatuilla. “Ha sido muy intenso. Definitivamente el show más extravagante de unos premios más en el que jamás hallamos estado”, agregó para luego dar una pista de que podríamos ver una colaboración entre el proyecto australiano y Rihanna.
Una alegría que no es para menos: los hombres de “Elephant” se impusieron a Alabama Shakes, Eagles of Death Metal, Major Lazer y U2. Una nueva hazaña para una de las bandas más aplaudidas en la última década.
Un homenaje a la altura de David Bowie
El momento de mayor emoción de la jornada fue el minimalista pero excelentemente ejecutado homenaje al Duque Blanco. “No había nadie, y nada, como él. Era verdaderamente único. Su legado es su extraordinario “sound & vision”, que será amado y reverenciado mientras la tierra siga girando. Era la misma definición, la encarnación viviente de esa palabra singular: icono. Te queremos, y te damos las gracias”, dijeron los presentadores Annie Lennox y el actor Gary Oldman antes de que se escuchara en toda la arena un mix de “Space Oddity”, “Let’s Dance”, “Ashes To Ashes”, “Rebel Rebel” y “Fame”.
Las lágrimas llegaron con la profunda interpretación sorpresa de Lorde del clásico de 1971 “Life on Mars”. Él conto con el apoyo en banda de músicos que tocaron toda su vida con “Ziggy”: Mike Garson, Gail Anne Dorsey, Gerry Leonard, y Earl Slick