Cassettes, vinilos y alucinógenos desfilan por sus creaciones. Un sello que a simple lectura podría parecer cómico, carente de toda seriedad, pero que en sí representa una transgresión a la industria: hazlo por ti mismo. Burger Records ya pactó su desembarco en nuestro país que se materializará en los meses venideros. Un puñado de lanzamientos bajo su estilo que ha encantado a Dave Grohl, Thee Oh Sees, Mac Demarco, entre otros, que ya tiene su primera ‘adquisición’ criolla: Trementina.
El conjunto que a punta de sintetizadores y lisérgicos acordes embrujó en un onírico bullicio su ciudad natal, Valdivia, liberó su segundo álbum. De título 810, nos da cuenta de su evolución como músicos. Si bien, en su fundación la ‘poca experticia’ jugó en contra, ahora es posible apreciar un resultado del todo óptimo: con buen manejo de instrumentos, y múltiples capas sonoras que se adentran lentamente en nuestra mente. Puedes escucharlo en este enlace (Spotify).
“Se refiere al proceso de ser adulto. Es sobre el coraje, sobre mantener nuestras posturas. Aunque el mundo esté mal, hay que estar orgulloso de lo que somos”, señala Vanessa Sea.
Trayendo a la vida los susurros e histeria shoegazers de los noventa, Trementina han logrado posicionarse de manera independiente como pioneros del estilo en esta generación. Así lo demuestra su corto camino a la notoriedad pública: luego de subir a la red sus primeras composiciones, el representante de Vinyl Junkie los contactó a fin de editar sus primeras grabaciones profesionales y correspondiente gira.
Más tarde llegó Almost Reach The Sun, su debut como tal. Él recoge fuertes influencias de My Bloody Valentine y Dinosaur Jr. mutándolas a un shoegaze muchas veces desarticulado, pero que obtiene la hipnosis tan característica de este género. Fue destacado tanto en la prensa nacional como extranjera.
Trementina es la música que se obtiene de la destilación de distintos tipos de efectos, que son extraídos por resinación de diversas especies de guitarras.