África es un continente que desborda de cultura, pero también de inestabilidad. Desde siglos de saqueos y empobrecimiento, hay un rasgo que nunca han podido arrancar de sus raíces: el arte. Y a mediados del siglo 20, con la explosión de la música pop, unos músicos de jazz de la zona se preguntaron: ¿por qué no se venden discos de música etíope? Nada por una falta de consumo, sino todo lo contrario.
El documental es estridente. Expresa con ritmo y pulso las bases fundamentales de la expresión artística. Muestra lo palpable y rica de la música de Etiopia, en las palabras de varios de sus músicos principales en un momento decisivo para la evolución cultural y política de la zona. Pone énfasis en lo colorido de las bases rítmicas, y le da vida y carácter a un sonido divertido y entusiasmante.
Toma un fascinante enfoque político. Ilustra explosivamente cómo una vez el sistema autoritario se tomó el poder, la libertad de expresión —y el arte— se vieron limitadas. Asimismo, se enfoca en los años críticos de los movimientos sociales en África, y le da vitalidad a la necesidad orgánica y natural de expresarse en instrumentos y pulsos.
En materia cinematográfica, su estructura es básica y limitada, pero hace excelente uso de montajes de colores y recreaciones dramáticas acompañadas de animación. Cae en lugares comunes del estilo documental. No brinda suficiente espacio a las imágenes para hablar, y en su lugar permite que los entrevistados expliquen cada coma y punto. Lo que no es un punto crítico si el espectador viene a aprender, y no juzgar.
A mitad de camino el argumento toma un giro hacia Europa. Y se desapega de aquello que es más interesante de esta historia. En un instante parece más preocupado de cómo los franceces descubrieron y rescataron esta música, que de los actos y hechos que los mismos interpretes llevaron a cabo. Pero no quita lo suficiente como para pensar que el tema ha sido completamente blanqueado. Es más una extraña vifurcación.
“Revolt of the Soul” recorre una historia de rebelión, opinión y arte. Una muestra de multiculturalidad. Lo que ocurre cuando siglos de folclor se unen a los electrizantes pulsos de la música popular. La experiencia de estar en presencia de gente que realmente ha hecho cosas desde su espacio para brindar frescura a su nación. Un documental correcto y sólido, con el suficiente material para volcarte a descubrir un nuevo punto de inspiración.
Pueden ver este documental online en el Festival InEdit Chile 16: https://ineditchileonline.cl/pelicula/ethiopiques-revolt-of-the-soul-ii/