Del lugar, el sol y las ráfagas de viento ya se tenía conocimiento de eso: la primera versión del festival En Órbita, que congregó a cerca de 6 mil personas en Espacio Broadway, reparó ripios importantes a la hora de producir un festival: las cajas para comprar bebestibles estaban con fácil acceso, la puntualidad en los inicios de cada show y el impecable sonido que hubo, daban cuenta de la buena organización del evento. Sigamos.
El pasado es presente y el presente el futuro. Ese fue la consigna del evento donde Skylab y el Sputnik fueron los escenarios para albergar las 12 horas del reencuentro con bandas de origen sicodélicos en el gran sentido de la palabra. Bandas fundadoras de un sonido, el garage neoyorkino, el hard rock delos setentamezclado con la sicodelia sesentera tanto en el extranjero como en el país, se dieron cita en este festival. Destacar la participación de AguaTurbia con Angelo Pierattini, donde el inmortal Carlos Corales soleaba con perfección entre las canciones y la cantante e ícono Denisse, mantenía notas con la energía con la cual ha sido conocida en Chile y en elresto del mundo. Banda fundacional en el sonido sicodélico en nuestro pais, donde el blues que se entrelaza con el rock y la sicodelia han marcado varias generaciones.
Guiso. Fueron llamados “banda líder de un movimiento de recambio en Chile”, que “reinventaron su propio método de autogestión”. La formación creada por los hermanos Gómez daban con un excelente y potente show, mientraslas chascas aparecían junto al viento y la mejor version ruidosa del garage nacional. Desde Iowa, Estados Unidos, se presentaban por segunda vez el trío Radio Moscow. La chaqueta de su frontman Parker Griggs define estéticamente su sonido de base : riffs de Black Sabbath, solos al estilo de Ritchie Blackmore y aires a Led Zeppelin. Se formaron en el 2003, han lanzado 5 álbumes. El año pasado lanzaron por el sello Alive Naturalsound en junio del 2014 su último disco Magical Dirt. Con formación que mantienen en la actualidad, ya que han cambiado de bajista y baterista en variadas ocasiones manteniendo a Griggs como alma del sonido de Radio Moscow.
Grabaron una session de ocho canciones en el 2001 para la BBC, conocida como la mítica Peel Session. Dead Meadow con su líder Jason Simon, quien a ratos emerge un aire al flaco Spinetta, con amplificadores Orange se presentaban por primera vez en Chile. Steve Kille lo acompaña en el bajo, un rígido y arrítmico Mark Laughlin, traían su artilleria de stoner rock y de neo-sicodelia rock a nuestro país. Sonido cubierto de efectos, despegaban cabezas con su distorsión. Setlist de repaso por su discografía, que desde 1998 surfean desde el indie de Washington D.C.
El garage y el noise de Nueva York pisó firme en el festival En Órbita. La presentación del trío A place to bury strangers fue una de las mejores postales de la actitud y garra de como pararse en el escenario. Parte de lo habitual para ellos es lanzar sus instrumentos al aire hasta romper con el suelo. Desde el 2003 que Oliver Ackermann, Dino Lunadon y Robi González teletransportan su sonido garage y shoegaze alrededor del mundo. Fueron de esas bandas que dieron el golpe cuando nacieron en Brooklyn, Nueva York. Una muralla de sonido que se ambienta en sonidos duros de guitarras que Ackermann golpea con rabia su guitarra hasta jugar con las cápsulas de su instrumento, donde el sonido noise se toma Espacio Broadway y cada lugar donde realizan multitudinarias giras en la actualidad. 45 minutos de cómo saber tomar un escenario y hacerlo propio. Banda que con dos llegadas a casa te dicen: “Hola, somos los dueños .Vete de aquí”. Dos shows en Chile y conquistaron a todos. Un cliche tan grande, pero cierto. Captaron la atención con su magnitud sónica. Mención aparte a su bajista, Dino Lunadon, quien al final de su presentación tomó máquinas y se tiró al público con bajo en mano. La gente lo subió y su trance contínuo lo llevaba a lo rockstar : de espalda mientras los fanáticos querían saludarlo, y él con bajo en mano, mantenía tocando desde la zona del público. Éxtasis total. Mientras, los Mirlos observaban con rareza y esperaban con ansias su turno en el escenario Sputnik, ubicado justo a un costado del escenario SkyLab.
La carrera de la cumbia amazónica de Los Mirlos da para extenderse por horas. Nacen en 1973, y vienen de una zona dentro de Perú cercana a la selva. Su fama en nuestro país viene desde sus inicios en las generaciones anteriores, de nuestros padres y abuelos. En la actualidad, su popularidad se acrecienta debido a que ellos son parte de un disco de recopilación de cumbia sicodélica peruana- que tiene como origen en Colombia pero se mezcla con el sonido sicodelico de la epoca-. Fue una de las agrupaciones que concretó más gente dado a su popularidad que alcanzan hoy. Su vocalista, el histórico Jorge Rodríguez mantenía el feedback con la gente agradeciendoles a todos y recordándoles que su información y contacto están en sus redes sociales Facebook y Youtube. La cumbia amazónica atrapaba a cualquiera con el sonido clásico de su guitarrista Danny Fardy. Mitad de show y ambos comienzan a regalar dvds a la gente. Según el mismo Rodríguez, las drogas dont work con su estilo. Solo dejarse llevar por los ritmos.
El turno de uno de los platos fuertes del festival. Agrupación icónica en el cono sur. Tras una carrera de 10 años se convirtieron en leyendas de la música sicodelia y popular en Brasil. Así mismo, emergieron del movimiento Tropicalia, enfocado a una revolución musical y cultural creada por Caetano Veloso. De los originales, sólo Sergio Días lleva adelante el legado de Os Mutantes. El 2006 volvieron y han lanzado tres discos a la fecha. Fool metal jack, del 2013, les trajo comentarios positivos tras su receso esporádico. La presentación enarboló temas de sus últimos discos hasta los primeros álbumes como Mutantes o Jardim Elétrico que los convirtieron en estrellas de rock. El virtuosismo de Días, acompañado de la voz de Zélia Duncanvan la continuidad de mantener los ritmos de la banda brasileña.
Sólo duraron ocho activos. Y fueron cuarenta añostras pisar escenarios y sacar discos. Tras su vuelta, han sido una de las regresos más gloriosas que se recuerde en la historia. Inventaron un sonido en la costa Este de Estados Unidos que tenía al índie de Washington D.C bailando sin frenos y llenos de ruido. Con tres integrantes originales, daban cita a su cartel de headliners para poner sobre la mesa que hay The Sonics para miles años más. Resultó cautivante y sorprendente la energía de su bajista, Andy Parypa, que cantaba y gritaba, mientras se formaban mosh mientras mostraban las viejas canciones. Llegaban a Chile con material nuevo, para olvidar ciertos rezagos verbales en los espectadores para indicar que el artista viene a saludar a la galería. No. The Sonics mostró poderío y desenfreno y donde hicieron escuela con su sonido garage. Su saxofonista Rob Lind sostenía un ambiente muy cercano y cálido entre la banda y el público, donde mantuvo diálogo todo el show.
La presentación de la banda nacional Follakzöid junto al reconocido productor alemán Atom ™, fue el emblema del festival: espectadores y la banda en una órbita de nunca acabarse. La presentación de 50 minutos, sumó al festival un momento fortuito en los artistas a la hora de armar su show. Este recitallo habían realizado sólo en el extranjero. Y fue de categoría mundial. Cinco canciones donde los representantes de la neo-sicodelia en donde las capas sonoras se entrelazan finamente para poder convertir este tipo de espectáculos como únicos. El productor Uwe Schmidt otorgaba esa integración sonora que se juntaba de forma potente con la la bateria de Diego Lorca.
Un festival que tuvo grandes logros y que dejó bellas postales. Actitud, por sobre todo. Artistas de sellos que no tenemos la oportunidad de ver en Chile pisaban nuestro país donde también se le otorgó especial importancia a los sellos alternativos.