El mundo de la música enmudeció. En noviembre pasado la historia de Eagles of Death Metal y centenares de familias cambiaría para siempre: en medio de una creciente tensión entre Francia y el Estado Islámico (ISIS), un grupo armado de terroristas asaltó el teatro Bataclan en plena presentación del mencionado proyecto de Jesse Hughes. La acción armada terminó con 130 personas muertas y una cicatriz imborrable para todo Europa.
Lo recientemente dicho es casi un sinónimo lógico a separación, o aunque sea unos años de descanso para borrar las brutales postales del 13 de noviembre recién pasado. Pero el conjunto en el cual también milita Josh Homme se niega a bajar su brazo; la música es su mejor arma dicen y vaya que están en lo correcto.
Pero la cicatriz está lejos de desaparecer. Esto ha ocasionado un profundo pesar y confusión entre sus integrantes, destacando por sobre todos la de Jesse Hughes, líder del proyecto. Tan así que no han sido pocas las veces en que ha emitido declaraciones un tanto desafortunadas, como justificando la tenencia de armas de fuego por cualquier persona, o incluso insinuando que el Bataclán mismo tenía conocimiento de los ataques.
Y si bien el músico —conocido republicano pro-Donald Trump— ya pidió perdón por varios de sus dichos, la semana recién pasada lanzó nuevos dardos en una particular entrevista concedida a la publicación online griega Taki’s Magazine, dirigida por el comentarista conservador y abiertamente xenófobo Taki Theodoracopulos. Básicamente Hughes ha vuelto a afirmar que los terroristas estuvieron dentro de la sala desde antes del concierto, concluyendo por ende que alguien les ayudó. Agrega que vio “musulmanes celebrando en la calle durante el ataque” por lo que tuvo que haber “coordinación”. Además de acusar a la prensa por su mala cobertura (según él, omitiendo detalles como los recientemente dichos), también afirma que su infancia entre armas le ayudó a reaccionar mejor ante el ataque.
A causa de ellos los festivales franceses Rock en Seine y Le Cabaret Vert, cancelaron las presentaciones programadas de Eagles of Death Metal para finales de agosto, por estar “en completo desacuerdo” con las acusaciones del también compañero de labores de Josh Homme.
Sus pasadas declaraciones tampoco sentaron bien en las autoridades del Teatro Bataclán, quienes incluso lo tildaron de “loco”. “Humildemente pido perdón al pueblo de Francia, al personal y a la seguridad del recinto, a mis fans, familia, amigos y cualquier otra persona que se halla sentido herida u ofendida por las acusaciones absurdas que he hecho. Mis sugerencias de que alguien del Bataclan desempeñó un papel en los sucesos del 13 de noviembre son infundadas y sin base, y asumo toda la responsabilidad por ellas”, dijo hace unos meses.
Una etapa en extremo difícil para el prolijo guitarrista, que queda ilustrada perfectamente en una de sus últimas charlas con la prensa: “He tenido pesadillas sin parar y me he sometido a una terapia para superar esta tragedia y locura. No he vuelto a ser el mismo desde el 13 de noviembre”, expresó.