“Es la esperanza de la música”, era la frase que más se podía leer y escuchar en el año 2013. Allí, en pleno lanzamiento de Shangri La, su segunda producción discográfica, un veinteañero británico conocido como Jake Bugg irrumpía en la escena musical dejando a todos boquiabiertos: colegas, productores, público y sellos. Y es que no era para menos; armado solo de una guitarra y su voz, el prodigioso cantante subía como la espuma a punta de calidad en listas globales. Es por ello que la expectativa para su tercer trabajo es alta, y al parecer no decepcionará.
Según reveló en una entrevista para Q Magazine, adelantó que su tercer LP “está casi hecho”, y que contará con una producción y composición casi en su totalidad por él. Acallando algunas críticas que surgieron luego de que se revelara que no escribía sus canciones.
“Hay canciones que la gente realmente puede bailar. He estado escuchando Smooth, la emisora de radio británica. Esas canciones de los años 70, había una calidez en ellas que no tiene el pop de hoy en día. Mis compañeros de Clifton [Nottingham] escuchaban hip-hop, si puedo tomar algunos elementos frescos del hip-hop pero mezclarlos con la guitarra, sentiré que soy yo. Este álbum es muy diverso, todas las pistas son diferentes, pero espero que todavía haya suficiente para complacer a los viejos fans también”, explicó.
Algo que a muchos les puede caer mal, pero que apunta a una creatividad “más inquieta”. No olvidemos que verdaderos genios como The Beatles y Bob Dylan nunca se estancaron en algún sonido, ni mucho menos un género en particular.
Una mezcla interesante si lo analizamos bien. No perdamos de vista que hace unas semanas Bugg afirmó que estaba trabajando con un sonido más blusero: “Eso es lo que todo el mundo espera que yo escriba, ese tipo de canciones. Las otras canciones del álbum tienen diferente contenido lírico. Creo que es bueno mezclarlas”.