Por Lily Molina
No es la primera vez que la banda nacional Jiminelson se presenta en un escenario de la edición local del Lollapalooza. Fue el 2012, esa memorable ocasión con Björk, ArcticMonkeys y FooFighters como headliners, con mucha expectación sobre todo por el debut de ésta última banda que se encontraba en uno de sus mejores momentos, cuando el grupo de Gustavo León Capdeville, a diferencia de esta vez que abrió en un escenario, el ACER-WINDOWS 10 Stage, cerraba en el HuntchaStage, terminando justo unos cinco minutos antes de que empezara el show de DaveGrohl y compañía. En ese entonces, su disco más reciente era el elogiado Serendipity Vol.1, que tenía algunos temas en inglés, una tendencia soul y negra que los popularizó internacionalmente, y donde se notaba un cambio también en el sonido, así como más maduro y estructurado comparándolo con sus primeros trabajos. En ese caso se podía tener bastante confianza con la presentación de la banda, pero la performance en sí no fue lo que se esperaba ese 2012.
Pero ahora el panorama era diferente. Este 2016 nos referimos a una agrupación que tiene más experiencia, que lleva más de una década de carrera, que está por sacar su quinto trabajo, sucesor del aclamado Supreme, como “A LoveSupreme”, obra magistral de John Coltrane, disco producido por Pedro Subercaseaux, más conocido como Pedro Piedra, y que es el resultado de años de componer y acumular experiencias de vida. Con eso dejamos de lado los problemas técnicos que pudo haber en su primer show en el Lollapalooza, como no poder afinar la guitarra de Gustavo, y apreciamos en todo su esplendor a Jiminelson.
Faltaban diez minutos para que comenzara el show de Jiminelson. De a poco llegaban más personas al ex PlayStation Stage, ahora ACER-WINDOWS 10 Stage con una temperatura aún soportable. Ya era la 1pm y los muchachos que comparten el nombre con un niño que perdió su pase escolar se disponían puntuales en el escenario, motivados por estar de vuelta en uno de los festivales más relevantes del país. El inicio fue con “Alguien ya estuvo aquí”, tema que liberaron dentro de un EP por internet dando el toque bluesero al comienzo de la primera jornada.
“Vitamines”, con una base rítmica de reggae, que se desprende de uno de los discos más queridos por Jiminelson, Supreme del 2013, continúa el show, que hasta el momento suena impecable y sin ningún problema evidente de sonido. La audiencia respondía animada, notándose que la mayoría los venía siguiendo desde hace un tiempo, como también había algunos asistentes que se acercaban al lugar para conocer este grupo que promete muchísimo.
“Llega un día” canción perteneciente del sucesor de Supreme, Valle de Oro, que podría salir el próximo mes, no podía faltar igual, momento en que, el único integrante fijo del grupo dejó la guitarra a un lado para interpretar esta canción, que a diferencia de los temas de Supreme, está en español. Y aunque Jiminelson, desde que se creó, haya tenido diferentes formaciones, y solo Gustavo León sea quien permanece desde el origen, son una banda y la conexión entre ellos es notoria.
“Esto se llama, si se la sabe, cante” espetaba Gustavo antes de interpretar “El Delincuente” de Amor del Rey del 2008, uno de los temas que los hizo recibir reconocimiento fuera de Chile, y los llevó a hacer giras por Argentina y Estados Unidos, ocasión que aprovechó también para dedicársela “a todos los hijos de puta que tienen al país como está actualmente”, lo que fue aplaudido unánimemente.
Si bien era Jiminelson los que estaban tocando en el escenario, Arcadia tuvo su momento, cuando invitaron al escenario a la actriz e integrante de Arcadia, Fernanda Urrejola, para cantar a dúo “Wheel of Love”.
“Dejen la cagá, rompan el pasto, lo que quieran” exclamaba Jiminelson ya en la última parte de la presentación. Se sentía confianza y el carisma de Gustavo. Quedaban unos pocos minutos para que terminara su show, pero las ganas de continuar estaban y el soul de “We Never Kissed Goodbye” y “TheSunGoes Down”, ésta última incluida en el OST de la película Música Campesina de Alberto Fuguet, se hicieron presentes también, con Gustavo acercándose al público de la reja mientras agradecía a todos por venir, finalizando un memorable espectáculo.
No hay duda de que ha habido una sofisticación en el sonido de Jiminelson, desde un blues más agreste hacia un folk y soul propiamente tal, con una estética notoriamente más elegante, acompañada de una voz no convencional dentro del rubro en Chile, áspera e intensa. En las canciones se nota un trabajo y la intención de crear un concepto, y eso quedó demostrado en estos 45 minutos de show saliendo invictos de esta revancha.