Fauna Festivales, en sus diferentes versiones, formatos y espacios, han sido sede de presentaciones de una diversidad de artistas en esta última década de música, artistas que vienen a darse a conocer dentro de un marco de público más masivo (incluyendo decenas de bandas y creativos nacionales) a consolidar sus carreras en el ambiente (o a revivirlas incluso). Este es el caso que viene a señalar a los cuatro músicos basados en Berlín, Alemania, The Whitest Boy Alive, quienes en 2014 decidieron tomar proyectos separados. Con dos discos a su haber: “Dreams” (2006) y “Rules” (2009). La agrupación que dio sus primeros pasos en nuestro país el 2011 presentándose en el teatro municipal de Valparaíso, decidió decir adiós por un tiempo, pero hoy, a fines de 2019, podremos estar presentes en el despertar de un gran representante del dream pop del viejo continente.
Se cumple ya más de un lustro en que esta agrupación se ha encontrado dormida en los laureles, principalmente en pos de la carrera solista del vocalista Erlend Øye, quien también es parte también del dúo “Kings of Convenience” y un ciudadano honorífico del mundo (y Chile a estas alturas). Aficionado a los viajes y apasionado por la cultura, mundos complementarios a la música pero, por cierto, que difieren en muchos niveles, nos lleva a preguntarnos desde las audiencias alternativas nacionales hacia este cuarteto retornado: ¿qué esperar de The Whitest Boy Alive en 2019? Y podríamos tener la respuesta pues, desde la Cancha, les comentamos a continuación con qué matices te podrías encontrar en su show de este próximo 9 de noviembre.
Sin duda, el gran caballo de batalla con el que estos artistas podrán satisfacer a su público chileno se concentra en la nostalgia que, para muchos, posee su disco debut “Dreams”, trabajo de guitarras pacíficas, pero a la vez rítmicas, sonidos coloridos, letras sencillas, que pintan un cuadro de tranquilidad desde el primer momento, un paseo en bicicleta, o una caminata por una ciudad que no cuenta nada especial. Entre éxitos que no pasaron inadvertidos al principio de los 2000’s (y hasta el día de hoy) como “Burning” y “Golden Cage”, el potencial de armar un espectáculo que encienda los ánimos y haga aflorar los recuerdos es gigante, y aumenta con cada reproducción que se le da a este álbum. En compañía de otros temas como “Fireworks” e “Inflation”, solo se pueden ganar momentos invaluables.
Ya en su segunda producción de larga duración, “Rules”, con una vibra muy similar a “Dreams” en sus bases Indie/Alternativas pero con un poco más de energía, de sintetizadores y letras más metafóricas, destacan la entretenida “1517”, que sin duda es el punto más alto de este trabajo, y también “Intentions”, que juega muy bien al final en un gran trío entre batería, guitarra y una base muy minimalista, pero que funciona y complementa de gran manera a los ya conocidos matices que los europeos brindaron a la mesa en su anterior lanzamiento.
Ahora bien, complementando la carrera de TWBA como agrupación, es para todos sabido que Erlend Øye se ha presentado en variadas oportunidades en Chile, en muchas ciudades y bajo distintos contextos, donde sus canciones gustan y también enamoran. La relación del noruego con este país es muy fuerte, lo que solo puede jugar a nuestro favor. Desde esto, es que las posibilidades de poder escuchar alguno de sus trabajos en solitario no pasan desapercibidas y ciertamente pueden aportar un sentido mucho más novelesco e internacional a este show. Con canciones en un perfecto italiano como “La prima state” de 2013 o “Paradiso” (lanzamiento de hace tan solo un par de semana, al que recomendamos dar un vistazo), las que se caracterizan por un sonido mucho más fresco y que incluye instrumentos menos habituales para sus demás proyectos, como flautas o trompetas; además de temas reconocidos de su exitoso disco de 2014 “Legao”, que destaca por la madurez del europeo en cuanto a letras y producción general del LP, como la romántica “Garota” (una de las favoritas de la fanaticada) o la intrigante “Peng Pong”.
En la variedad está el gusto, y contrario a lo que se puede pensar, este show puede prometer mucho de esto.
¡The Whitest Boy Alive está a menos de un mes de presentarse en Fauna 10 años! y entre la variedad de sonidos e historias que construyen al cuarteto, se espera la creación de un ambiente de especial tranquilidad y recuerdos de juventud pero, por sobre todo, el saldar una deuda luego de ocho años sin pisar suelo chileno, o casi ningún suelo en general. Nueve de noviembre en Parque Mahuidahue, entradas a través de Puntoticket.