“La industria musical debe de dejar de “valorizar” el mal comportamiento y estilos de vida destructivos de las estrellas del rock”, dice un interesante artículo de la Universidad de Sydney que afirma que las personas ligadas al espectáculo, en específico a la música, tienden a morir 25 años más jóvenes que el resto de la población.
La primicia que entregó el estudio australiano concluye que las estrellas del rock y pop tienden a fallecer 25 años antes que las personas normales. Además, un gran porcentaje de todas estas muertes provienen de accidentes, homicidios y suicidios. Los resultados son por lo bajo inquietantes, y el gran responsable de esta triste tasa de mortalidad son los fans o público en general que ven a los músicos de diferente forma y ellos se terminan sintiendo de esa manera.
El análisis, realizado por Dianna Kenny, profesora de psicología, examinó las vidas y muertes de 12.665 músicos de todos los géneros populares que dejaron de existir entre 1950 y junio de 2014. Casi el 91%de los estudiados eran varones.
Las probabilidades de muerte accidental para todas estas estrellas de rock es entre cinco y 10 veces mayor que para la población en general; tienen una esperanza de vida que es de unos 20 años menos que los miembros de la población en general.
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