“Si el Britpop empezó en algún lugar, fue con la lluvia de aclamaciones que recibieron los primeros trabajos de Suede y Blur: todos ellos audaces, exitosos y muy, muy británicos”, explicaba el periodista musical John Harris sobre cuál fue precisamente el origen del género que revolucionó la industria musical a mediados de los 90s. El bastión tenía nombre y apellido: Leisure, el álbum debut de Blur. Una de las piezas más importantes en la historia discográfica reciente si hacemos memoria; a pesar que en cuanto a calidad podía dejar bastante que desear, él fue el inicio de una nueva forma de entender la música. Este año dicha producción cumple 25 años y para celebrar su aniversario se anuncio su reedición en vinilo.
Los trabajos en torno al álbum cuentan con una remasterización hecha en los estudios Abbey Road. Una edición especial prensada en vinilo turquesa por Parlophone, el emblemático sello de The Beatles también estará disponible. De momento se desconocen más detalles sobre temas inéditos o lados B.
De cualquier forma Leisure es uno de los discos más rechazados dentro de Blur. Ellos mismos lo han descrito como un registro desastroso en el que su poca experticia combinada con un shoegaze bastante básico, derivaron en temas básicos con arreglos muchas veces desastrosos. No obstante encontramos cortes clásicos del pop en su variante más psicodélica como There’s No Other Way o She’s So High. En las listas de Reino Unido alcanzó el séptimo lugar.
De momento, y luego de su reunión en 2015 y edición de The Magic Whip, Blur no tiene planes concretos. Aprovechando este pequeño descanso, Damon Albarn se concentra en Gorillaz; es más, hace unos días aclaró a BBC que todo lo relacionado con el proyecto digital será organizado a fines de año, añadiendo que de momento “ama” todo el material escrito. ¿Fecha? Él mismo explica: “debería estar listo muy pronto”.
Noel Gallagher fue uno de los músicos que mostró su disposición a participar en el venidero álbum: “Albarn está haciendo un nuevo álbum de Gorillaz y tiene mi número. Todo lo que tiene que hacer es pedírmelo. Ya hay discusiones sobre hacer algo pero no estoy seguro qué es. Puedes apostar tu vida que en el minuto en el que yo termine mi gira actual él va a salir a la suya. Tratar de ponernos juntos en el mismo cuarto sería un maldito milagro. Ciertamente estoy abierto a la idea, definitivamente”.
A fines del año pasado Jamie Hewlett —quien por esos entonces promocionaba una nueva exposición— habló sobre el proceso del álbum: “Damon ya ha grabado algunas maquetas y va a volcarse a fondo a partir de diciembre. Está terminando otros trabajos y luego se queda libre. Continua la historia de Gorillaz pero introducimos toques diferentes. Falta mucho por decidir pero habrá colaboradores, animación, películas, conciertos. La idea de no ver a una celebridad en el escenario molestó a algunas personas. Queríamos hacer justamente lo opuesto y demostrar que nuestro proyecto va de arte, no de celebridades. Pero el público desea presenciar un espectáculo con varias estrellas entrando y saliendo del estrado”, acepta con ciertos tintes de resignación.
